“Últimamente anda de moda la rebeldía y con la ola de represión que se ha esparcido por Colombia, Cuba, Sudáfrica y donde sea que haya marchante y bolillo, he querido darle gusto a la corriente, así que hablemos de rebeldía, hablemos de Sui Generis.”
Antes de iniciar la lectura recomiendo escuchar el álbum “pequeñas anécdotas sobre las instituciones” de Sui Generis. Las frases subrayadas son transcripciones literales de sus canciones.
Últimamente anda de moda la rebeldía y con la ola de represión que se ha esparcido por Colombia, Cuba, Sudáfrica y donde sea que haya marchante y bolillo, he querido darle gusto a la corriente, así que hablemos de rebeldía, hablemos de Sui Generis.
Corría el gobierno de Isabelita Perón en la Argentina de 1974, con un decreto de aniquilación de la insurgencia, con sus respectivas desapariciones, torturas y terrorismo de Estado, luego, en 1976 con la dictadura de Videla todo sería peor, pero volvamos al año 74’ con los militares patrullando por las calles, desapareciendo gente con “ideas peligrosas”, censurando el arte y la protesta y tratando de ocultar al mundo lo que realmente pasaba en el Río de la Plata. La posible relación o semejanza con los gobiernos de Iván Duque, Díaz-Canel y Raúl Castro son pura coincidencia y espero que no me las achaquen a mí, no es mi culpa que a la historia latinoamericana le guste repetirse tanto. En fin, este es el contexto en que Charly García y Nito Mestre (Sui Generis), acompañados por Rinaldo Rafanelli y Juan Rodríguez publican el álbum “pequeñas anécdotas sobre las instituciones” bordeando la censura y criticando a través del arte la locura de la sociedad en la que vivían y vivimos. Hablemos de algunas de sus canciones:
Arranquemos por Instituciones, la primera canción del álbum que cuestiona el control del Estado en la vida de las personas, suponiendo que pertenecemos a un Estado por el miedo a estar solos, en una desprotección absoluta y a merced de la naturaleza ¿Pueden imaginarse un Polo Polo en estado natural? Sí, a mi también me daría terror, como en la canción. Para terminar, habla del control de los medios en la vida de las personas cuando entona “una radio en mi cuarto me lo dice todo”, al menos ahora es un celular, es más entretenido. Sin embargo, en este punto les doy la razón porque a pesar de la diversificación de los medios “prevención y acción” se las ingeniaba para llegar a cualquier parte donde yo estuviera, su cancelación fue una verdadera bendición. Lastimosamente en Cuba no pueden decir lo mismo de los programas propagandísticos de su anciano régimen.
Siguiendo por la línea de la propaganda y la censura llegamos a “las increíbles aventuras del señor tijeras”; un tipo que rompe las reglas en su imaginación, mientras se dedica a censurar una película inmoral. Ojalá los censores colombianos rompieran las reglas también en su imaginación porque las balas que disparan en complicidad con la policía a quienes pintan murales no se me hacen nada imaginarias, como tampoco es imaginario el espionaje de La Habana a sus propios ciudadanos. A propósito ¿Han notado los murales tan horribles que hace la gente de bien? Yo creo que la derecha colombiana debería reclutar algún artista para que, en lugar de ese gris calavera que pintan en todos lados, veamos sus obras desnudas y aburridas en los noticieros y a todo color.
La tiranía no solo se ejerce desde los medios, también era muy importante la institución militar para el gobierno argentino del 74’, pues este era su medio de control y el orgullo del país, pero los muchachos de Sui Generis sabían que esa máquina tiene un cerebro y por eso la siguiente canción habla del que domina el aparato represivo, Iván Represión, digo Juan Represión, un tipo que sabe que no hay nadie que lo ame, como Iván, que no puede soportar la verdad, especialmente la de la CIDH y por eso grita, llora y se ampara en sus generales y el instrumento de represión armada del Estado.
Finalmente concluimos con Botas Locas, y no, no es ninguna referencia al general Zapateiro, habla de la manía por la violencia de nuestras sociedades, que llega a un punto patológico de locura. En serio, no estoy hablando de Zapateiro. Aquí proliferan los cuarteles más que las escuelas, la música o la literatura, aquí la Armada de Colombia aprovechó que un huracán arrasó la isla de Providencia para instaurar una base en Old Town Bay, en contra del deseo de la comunidad raizal que tiene ese sitio por un lugar sagrado ¡Ajúa! Aquí hacemos un acuerdo de paz para rechazarlo y seguir dando bala porque hablar de paz, tanto en Colombia como en Cuba y a veces en Argentina, es una sentencia de muerte o de locura, es antipatriótico porque la patria es la guerra, el uniforme, el servicio militar obligatorio y la muerte, ellos son la patria. Yo creo que Botas Locas estaría de acuerdo conmigo si termino diciendo que la patria es una quimera inexistente y, aun así, amarla bien nos exigieron, pero si ellos son la patria, yo soy extranjero.
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