Cuando ingresaba al campus de la Universidad de Antioquia se expresaba que la Universidad era una réplica exacta de la sociedad que se movía detrás de sus rejas. Pero la percepción de seguridad que brindaba un torniquete y la llave de acceso que se tenía con una tarjeta personalizada ha sido violentada y las barreras físicas han sucumbido ante la ideología intolerante que se hace paradigma: el concepto de lo público se ha convertido en un circo, no de carpas y payasos sino de leones y otras fieras que van destruyendo a la universidad desde adentro.
Las múltiples manifestaciones del administrativo acerca de la finalidad de los dispositivos y estrategias de seguridad, viene a ser deslegitimado no por los actos populares que generan un micro estado de conmoción interior, sino por el ejercicio vil de una nueva inquisición. A manos de cualquiera que permea la Alma Mater está la injustificada violencia que tanto se critica, la persecución denunciada en asambleas generales y el monopolio ilegal de la fuerza que trasciende lo físico y alcanza las fibras melancolizadas de los mayores que entregaron la Universidad Pública, inconforme, perfectible y en pie de lucha.
Ahora la Invicta Fecunda es cueva del delito, de la ilegalidad, de la expropiación de lo público, del derroche de recursos… de la que acaba con la mano que da de comer. Los cuervos han sacado los ojos de quien no los ha criado y se inicia una campaña de terrorismo académico que van desde las amenazas contra la integridad del que programa un parcial hasta la agresión física de quien reclama por lo público. Cualquiera que piensa diferente es callado. Sí, si se piensa, desde la derecha o la izquierda, se es silenciado por su antólogo.
La construcción de una Universidad plural y excluyente es un compromiso de yo-no-se-quién, toda vez que la palabra de ninguno es considerada: unos aducen inmadurez; los otros, imperialismo; aquellos, vandalismo y estos violación a los derechos. Nadie es un interlocutor válido. Y la palabra que antes creaba saber, hoy crea realidades violentas. La mano que se debería alzar para encallecerse con la presión del lapicero, se llena de la fuerza del daño ante cualquier representación de autoridad.
Más jodidos no podíamos estar. Jugamos con reglas distintas a juegos distintos. Hablamos un idioma diferente y construimos repúblicas independientes.
¿Pero qué más se le pide al hombre, que cada día demuestra que su naturaleza no es el consenso ni la disertación sino el conflicto y la doble moral?
Vamos a ver si se suspenden las actividades académicas con una asamblea a partir de lo ocurrido en días pasados con el administrativo de Ciencias Sociales y Humanas, o se demostrará una vez más la complicidad que el silencio amañado crea desde la omisión.
#FuerzaUdeA
[author] [author_image timthumb=’on’]https://alponiente.com/wp-content/uploads/2013/08/Jose-collazos.jpg[/author_image] [author_info]Jose A. Collazos Molina Huilense, Estudiante de Ciencia Política de la Universidad de Antioquia. Asesor Administrativo en el Comité de Asuntos Estudiantiles del Consejo Académico de la Universidad de Antioquia. Subdirector del Grupo Juvenil Ruah en Prado Centro. Editor y Diagramador en la Escuela de Teología “San Miguel Arcángel” en 2010. Director y conductor del programa radial “El esplendor de la verdad” en 2011. Leer sus columnas. [/author_info] [/author]
Muy bueno el articulo; con una salvedad no considero prudente afirmar que la acción de los estudiantes al no manifestarse en relación a la situación del decano sea muestra de un silencio cómplice, si no mas bien una muestra de la dificultad en el esclarecimiento de los hechos donde ambas partes reclaman que el otro inicio la agresión y una manifestación solo incrementaría la polarización.
Entonces abrir la boca es cesar actividades.¿Con que objetivo?,¿ Para pedirle qué al ente administrativo?, pues si se le pide mas autoridad (La universidad es una zona de despeje total) se dice que es represión , pero si no se toman cartas en el asunto entonces acontece la actitud que usted esta generando.Como quien dice, con gana pierde y con sello también.