A lo largo de la historia de Colombia, hemos sido testigos de múltiples sucesos que han manchado la historia de nuestro país, y así marcando nuestro territorio por la violencia.
El objetivo principal de este escrito es determinar cómo marca la violencia el panorama político colombiano, cómo llegamos a ella, y cuál es el factor inicial detonante de la violencia en nuestro país.
Para empezar, debemos retroceder hasta el 6 de diciembre del año 1928, día en el que ocurría un suceso que daba fin al mandato de los conservadores, la masacre de las bananeras. Por medio de una huelga pacífica, más de 300 trabajadores de la multinacional gringa United Fruit Conpany exigían al gobierno nacional mejores condiciones de trabajo, ya que sufrían de explotación laboral, pero el gobierno no vió otra forma de solución que la violencia, infortunadamente la fuerza pública abrió fuego contra los manifestantes, dejando un número de muertos que aún no se determina una cifra exacta.
Jorge Eliécer Gaitán, quién fue el defensor de los derechos de los trabajos más destacado del siglo XX, se tomó el trabajo de realizar una investigación a fondo sobre este desgarrador suceso. Luego de toda la respectiva investigación, Gaitán concluye que los obreros, quienes luchaban por sus derechos pacíficamente, no dieron ningún motivo para que la fuerza pública accionara contra ellos, catalogando esto como un crimen del gobierno nacional, y el Estado como principal iniciador de la violencia.
¿Cómo empieza la violencia política?
Los sectores populares bregan por llegar al máximo ente de control político, el Estado, debido a esto llegan a numerosos conflictos, y el que más se logra notar son aquellos causados por las diferencias ideológicas. Cuando empiezan a culparse los unos a los otro de lo malo que pase, se vuelve un círculo vicioso de mutuas recriminaciones que ocultan el factor determinante causante de los problemas sociales. La violencia es un fenómeno complejo de entender, y se vuelve más tedioso comprenderlo cuando logra penetrar la capa más honda de la sociedad, desarmando la unión social y, poco a poco se rompe el tejido social.
El la mayoría de los casos, el Estado es el encargado de iniciar con la violencia, este es quien nos violenta muchos de nuestros derechos que nos corresponden como ciudadanos. Ante esto, el pueblo tiene los medios para manifestar sus inconformidades ante el gobierno, pero al momento de hacerlo el Estado nos responde de forma violenta y no de la forma que el pueblo busca. Las protestas, las manifestaciones sociales y en el mayor de los casos los paros nacionales, en su mayoría, son los medios que tenemos los ciudadanos para tratar de ser escuchados por el Estado.
Cuando el pueblo decide salir a las calles a alzar su voz, mostrando su inconformismo a al gobierno, reciben como respuesta la violencia. Nos podemos centramos en Colombia, el ESMAD como principal protagonista en las marchas estudiantiles. Estos entran atentando contra quienes se encuentran marchando (en su mayoría jóvenes) pacíficamente. Esta fuerza pública, al accionar violentamente contra los protestantes son los causantes de los enfrentamientos entre manifestante y fuerza pública, dejando muchos heridos y en peor de los casos, acabando con vida de personas inocentes.
Cuándo el pueblo alza su voz, el Estado alza las armas.