Volver a clases genera sentimientos encontrados. La felicidad de sentirse productivo después de estar tantos días del sillón a la nevera o la tristeza de dejar de ir a fiestas, de recorrer esos nuevos destinos o la hamaca a la orilla del mar.
Sea aflicción o alegría, la realidad es que por estos días miles de estudiantes estarán regresando a clases y, para aprovechar los últimos momentos que restan de descanso, muchos escurren sus monedas para irse a pueblear con los amigos o de visita a un compañero de otra ciudad.
Los que no lograron ir de viaje probablemente están echando un ojito al closet para seleccionar los atuendos del semestre y no faltarán los que se están mentalizando para el inicio pues ya han llamado a sus amigos de semestres más adelante para pedir notas y libros prestados.
También hay otro grupo de estudiantes que como saben que una vez inicie el semestre verán poco a familiares y amigos, se dedican por estos días a hacer visita, conversar y planear las siguientes vacaciones.
Los oriundos de otras ciudades deben de estar por estos días disfrutando de la compañía de padres y hermanos, pero sobre todo, de la buena comida que preparan en casa y que no saborearán en unos cuantos meses.
Ir a comprar los útiles escolares será el plan de quienes gustan del olor de lo nuevo. Es buena idea madrugar a comprar antes que esperar el inicio de clases cuando los almacenes están atestados con interminables filas.
Además de tener todos los libros y cuadernos desde el primer día, los organizados revisarán una y otra vez el horario para asegurarse de que no tendrán huecos muy grandes entre clases y de que registraron todos los créditos requeridos.
Los que vienen de sectores no tan privilegiados podrán estar pensando lo afortunados que son de poder volver a la universidad. Por el contrario, quienes no tienen que hacer mucho o ningún esfuerzo, este pensamiento probablemente jamás cruce su cabeza.
Terminar de leer las últimas páginas de un libro, dormir hasta tarde, comer bien, hacer ejercicio, caminar con paso lento, ir a cine, cambiar de look, cocinar, hacer una fogata con amigos, jugar un juego de mesa, sacar a caminar al perro y respirar profundo son algunas de las cosas simples de las que algunos disfrutarán en los días que restan de vacaciones.
Sea cual sea la actividad, los estudiantes deberían regresar a clases para dar lo mejor de sí mismos, con mucha calidad, dedicación y transparencia.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-a-iad.xx.fbcdn.net/hphotos-prn2/t1/1796567_10151937446853683_326852548_n.jpg[/author_image] [author_info]Sandra Gaviria Monsalve Licenciada en Lenguas Modernas de la Universidad Pontificia Bolivariana con Maestría en TESOL de West Virginia University y Maestria en Educación de Maharishi University of Management. Comunicadora Social de la Universidad EAFIT. Ha sido colaboradora de la Revista El Eafitense y publicado algunos artículos en el Periódico el Mundo de Medellín y ADN. Leer sus columnas.[/author_info] [/author]
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