Impactante resulta, crear una ‘Super-Corte’ para conformar un único tribunal de justicia nacional, pues en principio parece algo estructurado. No obstante, es necesario aceptar que, por la coyuntura judicial de Colombia, dicha propuesta está traída de los cabellos, puesto que un solo tribunal que unifique la Corte Constitucional, el Consejo de Estado, la Corte Suprema, el Consejo Superior de la Judicatura, y el Consejo Nacional Electoral, constituye una utopía dentro una democracia como la nuestra. Además de que, por la diversidad de labores que asume cada tribunal en Colombia, es imposible imaginar un solo cuerpo colegiado desempeñando las mismas funciones con idoneidad y probidad.
Si los tribunales obrando de manera autónoma, padecen actualmente un abrupto déficit judicial, por consecuencia de la congestión y de la lentitud en los procesos que se surten en cada uno de los despachos, imagínense, ¿cómo empeoraría la situación estando todas esas Cortes unificadas en un mismo tribunal? ¿Si de manera autónoma, no han pasado la prueba para darle celeridad al sistema jurisdiccional, cómo pretenden hacerlo estando unificados entre sí?
En efecto, consideramos que el caos incrementaría de manera sustancial dado que esa ‘Super- Corte jamás lograría satisfacer las necesidades que requiere nuestro sistema procesal. Por el contrario, aumentaría, más de lo normal, la congestión en los despachos, y la corrupción judicial se elevaría de manera exorbitante a través de la venta de fallos, tutelas, trámites y demás. Una única Corte terminaría por acabar con el sistema de pesos y contrapesos en la justicia colombiana y, ello no puede suceder porque, aquel es necesario para conservar la integridad y seguridad jurídica de nuestro ordenamiento legal.
Un mismo cuerpo colegiado les permitiría a los magistrados actuar con mayor discrecionalidad (mucho más que la actual), toda vez que no habría un límite establecido para fijar un órgano de cierre. Es decir que, si hoy día la Corte Constitucional puede poner ciertos límites a la Corte Suprema, Al Consejo de Estado, al CSJ y al CNE en su calidad de guardiana de la Constitución Política, teniendo un único organismo de cierre esos límites impuestos tácitamente desaparecerían en su totalidad. ¿se imaginan el caos? Si actualmente nos quejamos por el poder ilimitado de la Corte Constitucional, pensemos tan solo unos segundos… ¿cómo crecería ese mismo poder desmesurado en las otras Cortes, al encontrarse unificadas en un mismo tribunal de cierre?
De solo imaginarlo, nos invade un escozor descomunal, porque allí sí padeceríamos, efectivamente, el denominado ‘Gobierno de los Jueces’; aquel que se ha encargado de perseguir a determinados sectores políticos, afines, tristemente, al candidato presidencial que propone crear esa ‘Super-Corte’.
No sin antes advertir que, Iván Duque es un magnifico candidato, pues de ello no nos cabe la menor duda, puesto que su plan de Gobierno es serio, riguroso, estudiado y estructurado, sin embargo, diferimos particularmente de su ‘Super-Corte’, ya que la percibimos nociva para la democracia colombiana.
Es inquietante la propuesta porque si algunas de nuestras Cortes se han comportado en innumerables eventos, como perseguidoras políticas de determinados sectores, imagínenselas ahora dándoles el ‘papayazo’ de que hagan lo mismo, pero de manera conjunta.
Más grave aún: ¿Quién controlaría las facultades omnímodas de ese único cuerpo colegiado?
¡Es un horror imaginarlo!