Sería loco pensar que una beca completa que se condona con la sola graduación y que otorga al estudiante subsidios de sostenimiento de hasta cuatro salarios mínimos por semestre, es mala. El árbol Pilo es alto y frondoso, nos deslumbra e impide que los colombianos alcancen a ver el bosque de la educación. Un bosque caído y devastado por la falta de recursos.
Las Universidades públicas en Colombia acumulan un déficit presupuestal de alrededor de 12.5 billones de pesos adeudados por el gobierno, lo que es notorio en universidades como La Nacional, la institución más importante del país, que recibe alrededor de 850 mil millones de pesos de transferencias del Estado para sostener a sus aproximadamente 55 mil estudiantes, recursos que a todas luces son insuficientes, asunto evidente al ver que algunos de sus bloques se están cayendo a pedazos.
Mientras la Universidad Nacional se derrumba lentamente, Universidades como la Javeriana, UniNorte y Los Andes se ven acrecentadas y potenciadas, construyendo bloques nuevos con el dinero de los colombianos. Y es que imagínese usted que Los Andes tiene alrededor de 2.500 estudiantes del programa Ser Pilo Paga, el cual le representa a la institución la “modesta” suma de 15 millones de pesos por cada estudiante, equivalentes a un valor total de 75 mil millones anuales (aproximadamente).
Esa cifra puede no ser alarmante a simple vista, pero recuerde que la Universidad de Los Andes es PRIVADA, y esta escandalosa suma la recibe de parte del Estado, mientras la Universidad Popular del Cesar, que es PÚBLICA, recibe solo 27 mil millones de pesos anuales para sostener a sus más de 20 mil estudiantes. Cifra que una institución como Los Andes se puede gastar en tan solo una semana. Así que, mientras la educación pública sufre el abandono estatal y la falta de recursos, el gobierno le transfiere los dineros públicos al capital privado, con la excusa de que los estudiantes son quienes eligen.
En Colombia solo 20 de cada 100 estudiantes que egresan de los colegios tienen la fortuna de ingresar a la Universidad, ya sea porque pasan a la pública, porque tienen para pagar una privada, o porque como muchos, le entregamos nuestra alma al ICETEX para alcanzar el sueño de ser universitarios. Aun así, el gobierno Santos vendió una «beca» a 40 mil estudiantes como la última maravilla del siglo, en un sistema que no es capaz de ofrecer educación a más de 2 millones de colombianos.
En esa medida el programa Ser Pilo Paga puede no ser malo en principio, pues otorga educación a 40 mil estudiantes, pero cuando levantamos la mirada para ver el bosque, nos damos cuenta que con lo que costó el programa se hubiera dado educación pública a más de 200 mil estudiantes en Colombia. Lo malo es el desbalance, de una Universidad pública quebrada y desfinanciada, que debe competir con privadas como los Andes, que explota sin necesitar las arcas del Estado, mientras le continúa subiendo la matrícula sin control a sus estudiantes, arrojando a los leones del ICETEX a las familias colombianas, pues no le basta con recibir más recurso público que el 50% de las Universidades públicas del país.
Para Universidades como los Andes Ser Pilo Paga, y paga por montones.