Hace un poco más de dos años, la exsenadora Liliana Rendón, quien hoy aspira a llegar a la Gobernación de Antioquia, soltó la siguiente perla en una entrevista: “Nosotros fregamos mucho y somos muy necias…a veces provocamos reacciones no sólo en los hombres sino en las mismas mujeres […] Cuando nos queremos hacer las víctimas, lo hacemos perfectamente porque somos manipuladoras […] Si mi marido me casca, yo me la gané”.
Con frases de este tipo justificó en aquel momento la entonces senadora Rendón una agresión física del ‘Bolillo’ a una mujer en la salida de un bar. El argumento de la congresista para defender al exdirector técnico de la selección Colombia fue que no se sabía qué provocó la reacción de él y, por ello, entonces no había que crucificarlo.
Está bien que no se le crucifique: en vez de satanizar lo que pasó, este grave episodio, y otros de ese tipo, pueden servir para impulsar un debate en la sociedad respecto de la violencia contra la mujer. Sin embargo, lo que me parece preocupante es la posición de la exsenadora frente a este incidente (uno de tantos) de violencia física contra las mujeres.
La sociedad colombiana es machista, eso no hace falta decirlo. Muchos colombianos (y colombianas, hay que decirlo) asumen posiciones machistas sin darse cuenta de ello: cuando justificamos unos cachos de un hombre pero condenamos los de una mujer: “es que los hombres son así”, cuando vamos manejando y creemos que el carro torpe que va al frente es manejado por una mujer: “debe ser una vieja”, y no, resulta que era un hombre, cuando vemos un hombre amo de casa y nos sorprendemos y hasta nos burlamos de él, pero actuamos con total naturalidad si vemos una mujer ama de casa.
Los ejemplos sobran. Una buena frase para describir lo perversa que es la sociedad colombiana respecto de este tema la dijo Jaime Garzón en 1997 (no la reproduzco literalmente): “¡Cómo puede estar bien una sociedad en la que un hombre que tiene tres novias es un putas, y si la niña tiene tres novios es una puta!”.
Volviendo al tema de la exsenadora, lo que más me molesta es que este tipo de reacción provenga de quien es, por lo menos en teoría, una representante del pueblo colombiano, y además, una mujer poderosa. No parece Liliana Rendón una mujer asustadiza, educada para atender dócilmente a su marido (como de hecho son educadas aún muchas mujeres en Colombia), y sin embargo asume una posición en la que si un hombre golpea a una mujer, entonces “por algo será”, como si los hombres pudiésemos andar golpeando a las mujeres porque estas no actúan como nosotros esperamos.
Esta posición, y también los ejemplos dados más arriba, por insignificantes que parezcan, son la base para la justificación de las peores atrocidades que se pueden cometer contra las mujeres. Hay una distancia grande entre insultar a una mujer, y violarla, o incluso matarla. No estoy diciendo que quien en un momento de rabia trate despectivamente a una mujer sea un monstruo sin corazón. Pero la tolerancia frente a actitudes que nos parecen banales, quizás algo molestas, puede conducir involuntariamente a una progresiva indiferencia frente a casos más graves, esos sí, fuertemente violentos.
El propósito de esta columna es señalar lo que me parece un aspecto reprochable de la sociedad colombiana, y fomentar un poco la reflexión sobre este asunto que en realidad nos afecta a todos. Si una mujer poderosa quiere justificar estas conductas, entonces es necesario que los que no estemos de acuerdo con estas nos manifestemos en contra de las mismas. ¡Ah!, y también quiero aprovechar la ocasión para manifestar públicamente que, en mi opinión, tener a Liliana Rendón como nuestra gobernadora sería sumamente perjudicial para Antioquia. Eso es todo por ahora.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://fbcdn-sphotos-e-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/t1/1896768_1404022706522257_982353613_n.jpg[/author_image] [author_info] Alejandro Cortés Arbeláez Estudiante de Ciencias Políticas y Derecho de la Universidad EAFIT. Ha publicado en revistas como Cuadernos de Ciencias Políticas del pregrado en Ciencias Políticas de la Universidad EAFIT, y Revista Debates de la Universidad de Antioquia. Ha sido voluntario de Antioquia Visible, capítulo regional del proyecto Congreso Visible. Actualmente se desempeña como practicante en el Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria. Leer sus columnas. [/author_info] [/author]
¿será que Liliana no se dará cuenta del harakiri político que se hace al justificar el machismo?
Si no fuera por esa mujer que bolillo le pego no estuviéramos en el mundial ya que por ella echaron a bolillo y nombraron a pekerman
Bueno, sí. Pero ese no es el punto. Me sigue pareciendo mala y errada su reacción.
Que comentario tan vació, esa no era la intención del articulo. Y respecto al columnista, sos un groso, seguí así.
Señor Alejandro Cortez, se observa su poca capacidad de análisis, se nota que usted piensa de manera ignorante, la Doctora dijo si mi marido me pega, se esta refiriendo al grandioso Hombre Jairo Moreno, si usted observa el video y la entrevista completa, encontrara que ella tambien dice , este de pura pereza no hace milagros, es que Liliana tiene a su lado un hombre, que no tiene los pies en la tierra y no como la mayoría de los colombianos que solo escucha lo que le conviene, ademas es un hombre que nunca le pegaría a una mujer, por eso Liliana hablo con tal propiedad. este es mi analisis, pero la verdad es que usted debe ser de esas personas que nunca ha contribuido al cambio de la sociedad y por ende, habla igual que los ignorantes de este pais que han tomado todo a la presura y se observara todo el video y no solo apartes, se dara cuenta del contexto de estas palabras, Piense el contexto del video y encontrara, que la mayoria de la gente de este pais no lee, ni analiza, solo escucha lo mas amarillista del caso y la verdad hay que ver las cosas completas con su contexto y no con lo que nos interesa escuchar.