No es un secreto que la inflación afecta el costo de vida de todos; según las cifras del DANE, entre 2018 y 2022 ha habido un fuerte incremento de la pobreza monetaria en Colombia.
A diciembre de 2021 se registró que el 39,3 % de la población vivía con menos de $11.801 pesos al día y el 12,2 % con menos de $5.730 pesos.
Las desigualdades económicas se convierte en un dolor de cabeza, ante la presión que genera la sociedad de consumo, que proyecta erróneamente la felicidad en las compras, abundancia en alimentos, viajes y lujos.
Las madres y padres que sobreviven con un salario mínimo o menos, batallan para cumplir los anhelos de sus hijos para el tan esperado 24 de diciembre; en ocasiones teniendo que elegir entre ropa, cena o un regalo.
Los adolescentes que se encuentran en situación de precariedad económica, sufren impactos negativos en esta época, auspiciados por las redes sociales, que muestran realidades alternas y supuestos lujos.
El comparar sus vidas con las de otros pueden llegar a generar frustración y depresión.
La pobreza no debe ser aceptada:
Es importante socialmente no romantizar la pobreza y mantenerse alerta con la realidad económica a nivel mundial; sin embargo, debemos encontrar la manera en que la salud mental prime y disfrutar de la época decembrina.
En Al Poniente te traemos alternativas para disfrutar sin mucho dinero que permiten la integración y promuevan una manera diferente de ver el mundo:
1.Fiesta de juegos de mesa:
El día de Navidad o fin de año, puede convertirse en una fiesta donde los juegos de mesa como cartas, parqués, domino o aquellos juegos como stop o triqui, sean los protagonistas de unión y felicidad.
2.Fiesta de intercambio de libros:
Los libros de segunda mano pueden ser un excelente regalo; inventar juegos que permitan un intercambio divertido, puede traer una gran adquisición y una nueva lectura para disfrutar el próximo año.
3.Donar:
Lo que para nosotros no es de gran utilidad, para otros puede ser un tesoro; busca en casa todo aquello en buen estado, que puede ser donado a quien más lo necesite.
Una búsqueda en familia puede ser una bonita forma de disfrutar un día de dar, sin esperar de recibir.
4.Limpia tu casa a profundidad:
¡Manos a la obra!
Renovar energías por medio de la limpieza, el 24 o el 31, ayudará a aumentar la hormona de la felicidad (Serotonina); pequeños retos de limpieza que se cumplan en un día, traen alegría de forma física y espiritual.
5.Mensajes personalizados en redes sociales:
Personaliza los mensajes en redes sociales, busca una buena fotografía o una imagen que represente el cariño por esa persona y publícala para recordarle lo especial que es.
6.Visita lugares turísticos gratuitos:
La mayoría, de ciudades y municipios de nuestro bello país, cuentan con atractivos sitios, que dejamos de visitar; esta Navidad es el momento perfecto, para visitar los tradicionales charcos, quebradas, parques o ver los alumbrados locales.
7. Maratón de series
Necesitarán identificar un amigo o familiar que tenga un TV inteligente, computador o celular, conexión a una plataforma de series o películas; acompañar la noche palomitas de maíz que son fáciles de preparar y una gran opción para comer algo rico, que rinde en abundancia.
8. Cartas de buenos deseos:
Los detalles pueden ser cartas escritas a mano con todo él empeñó y el amor para nuestros seres queridos; reunirnos con la familia para escribir estos mensajes dirigidos a amigos y cercanos, implicará un acto de regocijo y amor.
9. Ritual de liberación:
Según tus creencias y las de tu familia, consoliden un momento y acciones que permitan liberar las cargas físicas y emocionales, una caminata a el bosque, abrazar árboles, sembrar una planta o algún ritual religioso que permita tener espiritualidad, paz, conectándose con el universo desde la gratitud.
No al licor
Si existen dificultades económicas, lo mejor para este fin de año, es olvidarse del licor, ya que es un potente depresor del sistema nervioso, y los efectos que produce tienen que ver con la desinhibición y la relajación, lo que provoca la falsa sensación de mejoría de los síntomas de tristeza, ansiedad, pensamientos negativos, aislamiento social, entre otros.
El consumo de bebidas alcohólicas en momentos de crisis puede provocar reacciones agresivas durante las celebraciones; además representa un desequilibrio aún mayor económico y se padece la depresión post alcohol, depresión post borrachera o también conocido popularmente como guayabo.
Después de la fiesta llega el malestar físico y mental inducido por las propiedades depresoras del licor, o las agrava, si ya existían; provocando el incremento de los sentimientos de culpa y desequilibrio.
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