Tengo una imagen de hace 4 años. Ese 30 de Mayo las barras del Concejo estaban repletas de personas que esperaban ansiosas el debate final para la aprobación del Plan de Desarrollo del entonces Alcalde Aníbal Gaviria. Cientos de rostros que habían participado durante meses en la construcción del plan, habían construido ideas, asistido a encuentros, redactado documentos y en general habían invertido tiempo valioso de sus vidas porque estaban convencidos del poder de la Democracia Participativa.
Lo que siguió no fue una escena verdaderamente democrática. A la carrera, la Alcaldía presentaba pliegos de modificaciones que la Comunidad no conocía, y los ánimos comenzaron a caldearse en las barras. Las personas comenzaron a protestar, porque sentían excluidas sus ideas de ese Plan de Desarrollo, y se habían sentido usadas en el ejercicio de la “Participación”. Hubo un momento donde la situación fue insostenible, y recuerdo que el ánimo de las personas fue tal, que el Concejo se llenó de escoltas en ese instante. La democracia había sido cambiada por gritos y oídos sordos. Éste fue tal vez el preludio de lo que sería la Participación Ciudadana en el pasado cuatrenio.
El Alcalde nos ha dicho que “Cuenta con Nosotros”, que nuestras opiniones, ideas y propuestas son importantes como ciudadanos. Ha repetido una y cien veces que “Medellín es más que Alcalde y Concejo. Que somos 2 millones y medio de habitantes”, y que resolver los problemas de la ciudad debe ser asunto de todos. La verdad yo le creo. Y le creo no porque ese sea un discurso que suene bonito y un tanto romántico, sino porque recuerdo a un Federico Gutiérrez de Concejal que todo el tiempo interlocutaba con los ciudadanos, que escuchaba atentamente, tomaba nota y aplicaba correctivos. Y en estos días de Gobierno ese Federico no ha cambiado mucho, por fortuna.
Sin embargo, no es suficiente con que el Alcalde lo diga -es importante si, porque sus visiones y su liderazgo tienen un efecto sobre el resto del Gabinete- , hay que aprender de los errores y sobre todo mantener la firme convicción de que un Plan de Desarrollo si bien es una Política de Gobierno, también debe tener una construcción ciudadana, porque los gobernantes no tienen todas las ideas, ni las soluciones.
Por ello quisiera plantear cinco retos, que creo son claves en este proceso que se nos viene hasta Mayo de este año:
1. Hay que recuperar confianzas perdidas. Las ideas y propuestas que se han presentado, así sean cientos o miles, deben verse claramente en qué Dimensiones, Retos, Programas o Proyectos quedaron insertas. Las personas necesitan saber que sus aportes son valiosos.
2. La Alcaldía debe ser sincera. Explicar claramente cuáles son sus prioridades -algunas ya son claras- y a partir de ello tener el valor de decirle a los ciudadanos: “eso no lo haremos por ahora”.
3. Hay temas de ciudad que trascienden gobiernos. Buen Comienzo, Inversión alta en Educación y Cultura, el Sistema Integrado de Transporte, el Bienestar Animal, entre otros. Sé que el Alcalde y su equipo los tienen en la mira, pero nunca sobra recordar que detrás de cada uno de éstos hay comunidades enteras que los respaldan.
4. Los Ciudadanos debemos organizarnos mejor. Construyamos Agendas Políticas en los territorios, los sectores y los procesos. Que sean propuestas concretas que generen impactos, no generalidades banales, ni listas de mercado y necesidades.
5. El Alcalde debe mantener el liderazgo. Así como ha estado en diferentes territorios de la ciudad, como participó de la discusión del Proyecto de Acuerdo 300 siendo apenas un candidato, y así como ha estado en la calle. Federico debería estar presente en las discusiones que organice el Consejo Territorial de Planeación y en los debates en el Concejo de Medellín. Que se siente al frente, y sea él el que exponga esta carta de navegación para los próximos cuatro años, por la cual fue elegido Alcalde. Seguiría enviando un mensaje muy potente a la ciudad.
Hace cuatro años cuando el Plan de Desarrollo fue aprobado, diferentes organizaciones, procesos y líderes juveniles dijimos que “Los Jóvenes No Fuimos Escuchados en el Plan de Desarrollo”, y así nos sentimos: usados, engañados y con una rabia interna muy grande. Al final de este proceso el más grande reto será que los ciudadanos nos sintamos poderosos, fuertes y con una Alcaldía que efectivamente está al servicio de la ciudad.
El Alcalde y muchos de sus Secretarios han enviado mensajes potentes de escucha atenta y construcción conjunta, su prueba de fuego es este Plan de Desarrollo, que por supuesto no contendrá todo lo que soñamos porque los recursos son limitados, pero que nos debe seguir marcando una ruta para llegar a esa visión de ciudad soñada por la que nos levantamos todos los días.
Ahora, a seguir participando, construyendo e incidiendo!
Y ustedes queridos lectores ¿Qué otros retos creen que tiene la construcción de este Plan de Desarrollo?
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