“El estado tiene la obligación de cumplir con sus fines, los cuales están reglamentados en el artículo segundo de la Constitución Política; pero también como ciudadanos debemos poner de nuestra parte e implementar acciones de autocuidado y protección”
Durante la actual época de cuarentena provocada por el COVID-19, hemos vivido varias situaciones, que serán recordadas por quienes estamos en esta época y que, sin duda, será material de estudio para las futuras generaciones, por ello este escrito combina la opinión con la crónica de estos hechos.
Y es que, por primera vez en la historia de Colombia, no se cobró durante 24 horas el impuesto al valor agregado (IVA), en algunos productos esto fue debidamente regulado por el gobierno nacional, bajo el decreto 682 del 21 de mayo de 2020, y que, en primera medida, parecía ser un paño de agua tibia para mejorar los desastres económicos que ha dejado la actual situación que padecemos; pero lo que nadie pudo predecir era la forma en que se iba a llevar a cabo este evento.
El jueves 18 de junio de 2020, el Ministerio de Salud, reporta que ese mismo día ha habido el mayor número de contagiados de COVID-19, en un mismo día (3.171) nuevos casos y 86 muertes en el territorio nacional, este es el record en contagios desde que llegó el virus al país, así que de esta manera se anunciaban las vísperas del “COVID-FRIDAY” como lo anunciaron varios medios internacionales.
Amanece entonces, el viernes 19 de junio de 2020, desde las 00:00 horas varios almacenes y supermercados iniciaron sus labores, con el fin de vender sus productos y dar un alivio a sus necesidades económicas; desde luego que se aplicaron protocolos de bioseguridad pero la afluencia de público fue tan alta que a las afueras de estos establecimientos comerciales, se presenciaban las aglomeraciones de centenares de personas, lo cual generó una reacción que no se hizo esperar y en minutos se volvió viral por redes sociales, compartir lo que sería una crónica de una muerte anunciada apelando al título de la obra del nobel de literatura colombiano.
Se ve como los colombianos carecemos de una cultura de la prevención que nos hace realizar actos sin sentido, es un hecho notorio las medidas de protección como el distanciamiento uso del tapabocas y demás, pero durante este día lo que importaba era adquirir los productos que en su mayoría eran electrodomésticos por ahorrarse unos “pesitos” ya que no debían pagar este descuento, lo que me hace criticar aún más esa cultura de arriesgar incluso la vida por una compra, son los escándalos que se habían presentado, referentes a que los almacenes estaban subiendo los precios de los productos para ellos ganarse el valor de la diferencia del no pago del impuesto y que durante las compras no se descontaba el valor del IVA, entre otros, lo que debería generar una desconfianza a la hora de endeudarse al adquirir un bien por un precio artificialmente bajo, pero parece que no fue así.
Con el pasar de las horas, Colombia se vuelve noticia a nivel internacional a modo de burla se critica la acción de descontar el valor del 19% a los productos, para salvar la economía pero condenar a los consumidores; pero cabe destacar que a veces solo se ve lo malo de la situación pero en este caso las aglomeraciones fueron en pocos sitios, en otros si se llevó a cabo esta actividad con total normalidad y se obtuvo la moraleja que hay que mejorar las plataformas de ventas por internet; por último respecto a lo sucedido este día el presidente de la república por medio de su programa diario de televisión, sale a dar un balance positivo de la jornada en términos económicos, ya que en términos de contagios lo sabremos hasta en los próximos días.
Ese fue el hecho más representativo de ese 19 de julio, pero no el único, ya que en horas de la noche se compartió también por redes sociales en señal de rechazo, que un grupo de hombres encapuchados, vestidos de negro y usando implementos de protección como chalecos y cascos, salieron por las calles de Floridablanca – Santander, armados con machetes, atacando a los habitantes de calle, que pertenecen a esa ciudad, es increíble que en pleno Siglo XXI ocurran este tipo de persecuciones y tratos tan crueles, lo curioso del caso es que la presente columna, está siendo elaborada dos días después y no se ha sabido que han hecho las autoridades de esa región para reducir esos comportamientos.
Casualmente ese 19 de junio el Congreso de la república se encontraba realizando un debate de control político a los decretos que ha expedido el gobierno nacional durante la actual emergencia para superarla, y allí se encuentran diferentes posturas de los legisladores alabando o criticando las acciones tomadas por el gobierno nacional, es de rescatar también, que se enviaron varios proyectos de ley a sanción presidencial como el que regula el uso de plomo en Colombia, el que hace más inclusiva a las personas con discapacidad auditiva, el que permite validar las prácticas como experiencia laboral y uno que permite la legalización de predios invadidos, los cuales representan un avance sobre todo en materia de inclusión laboral al sector juvenil.
Es muy probable que los hechos que ocurrieron este día, no serán de tanta relevancia como un 7 de agosto de 1819, lo que sí es cierto es que quedará como signo de nuestra historia patria, el hecho de que somos una Nación que pone en riesgo su vida y salud por pertenecer a la sociedad de consumo y con ello aparentar un estatus social, con el atenuante que era una medida para reactivar la economía, pero lo cierto es que ningún descuento monetario vale una vida humana.
Aunado a la anterior idea debo decir que el estado tiene la obligación de cumplir con sus fines, los cuales están reglamentados en el artículo segundo de la Constitución Política; pero también como ciudadanos debemos poner de nuestra parte e implementar acciones de autocuidado y protección por que como dice el refrán “después del ojo afuera no hay santa Lucía que valga”, sin embargo si dejo claro que es deber del estado proteger a su población y evitar que se repitan hechos como los sucedidos esa noche de 19 de junio de 2020 en la ciudad de Floridablanca.
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