Hace 19 años, yo era un bebé, de un mes; pero el mundo estaba por cambiar. 11 de septiembre del 2001, dos aviones comerciales impactaron contra el centro de comercio mundial, otro contra el pentágono y uno más que fue derribado en un acto de heroísmo por sus tripulantes. El mundo entero vio y vivió en directo, como Los Estados Unidos eran atacados por segunda vez en su historia. La magnitud de los ataques era inimaginable apenas unas horas antes, pero Estados Unidos, como siempre lo ha sido, se supo reponer y no se dejó derrotar.
Sin duda el 11/S partió la historia en dos, le demostró al mundo dos cosas: la primera, que EE.UU. no era intocable y la segunda, porque son la potencia mundial más importante, Estados Unidos no solo perdió su centro financiero, no solo vio penetrada su seguridad, también perdió casi 3000 vidas de humanas, algo jamás antes visto para ellos; y aún así, Estados Unidos consiguió reponerse, y continuar en la cima. Su economía ha repuntado, su calidad de vida igual, y su seguridad se ha reforzado, cosa que muy probablemente no veremos en países subdesarrollados como Colombia (quién pelea guerras de más de 60 años), Venezuela (que se enfrenta a su peor crisis) entre otros países.
Estados Unidos es superpotencia porque se lo ha ganado, porque su sistema ha funcionado, porque le hace frente a las adversidades, porque aún después de este fatídico día, consiguieron volver a levantar un edificio, que hoy sigue siendo el verdadero centro de comercio mundial y dónde los indicadores de la ciudad de New York 19 años después son los más altos a nivel regional de los Estados Unidos, y los segundos del mundo con 1,133 billones de PIB, solo por detrás de Tokio (PIB 1,191 billones ) , indicadores que no se ven en ninguna otra ciudad atacada por terroristas, ni si quiera Londres (452) o Paris (460) se le acercan. Esta es la clara muestra de que una sociedad unida y con un mismo fin, aunque le lluevan críticas, vuelven a levantar un país entero.
“En honor a las 2996 victimas mortales y más de 6000 heridos.”
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