Más peligroso que un yerno con ideas

Y claro, cada quien ve diferentes elementos de cultura a partir de aquellas cosas que le interesan y lo entusiasman, para algunos será la forma en que se cocina, para otros la forma en que se canta, para mí el tema uno de esos aspectos que resalta con fuerza son las diferencias en la forma como se "cultiva" o se "deforesta" el patrimonio.

Cuándo uno es rolo y lo crían con ajiaco en el tetero a veces da por hecho que todo el país es como Bogotá. Por supuesto cuando se crece uno va teniendo amigos de otras regiones con acentos y costumbres diferentes,  pero diferencias que uno puede asumir más como un reflejo del «Folclore» local que como una cultura distinta.  Sin embargo al cambiar de región o por lo menos al interactuar más con ella, lejos de las versiones matizadas por el afecto que se tiene a través de las amistades, las curiosidades del «Folclore» local empiezan a hacerse a un lado y las preguntas más profundas por la cultura emergen.

Y claro, cada quien ve diferentes elementos de cultura a partir de aquellas cosas que le interesan y lo entusiasman, para algunos será la forma en que se cocina, para otros la forma en que se canta, para mí el tema uno de esos aspectos que resalta con fuerza son las diferencias en la forma como se «cultiva» o se «deforesta» el patrimonio. Por eso me impactó tanto cuando en una sala de ventas de un proyecto inmobiliario en La Ceja, en uno de esos «cafecitos» con los que se distensiona la relación comercial para intentar cerrar la venta, el otro «cliente» que estaba en la sala,  y como parte de su muy animada conversación de sobremesa sacó la frase que me quedaría grabada como parte de la cultura patrimonial paisa: «Más peligroso que un  yerno con ideas».

¡Jamás había escuchado esa máxima de sabiduría, nunca, ni por error! Y eso que he sido «yerno» de varios suegros paisas.

Había pensado al principio que era una frase ocurrente de un hombre simpatiquísimo, sin embargo al usarla en varios contextos como quien cuenta un chiste prestado me di cuenta que esa no era una frase de ocasión, había sido acuñada por, quizás, siglos de experiencia en las montañas antioqueñas. Lo asumí al ver la diferente reacción entre paisas y no paisas, los no paisas abrían los ojos o sonreían como el niño que ve por primera vez el hielo, mientras que para los paisas la frase tenía la cómoda familiaridad de una buena arepa, agradable y sin sorpresas.

Un par de semanas después de haberla escuchado pude utilizar esa máxima en una charla que di sobre la «Gerencia de la Sociedad Conyugal», obviamente esa frase le quedaba como anillo al dedo al tema, y comprobé entre los asistentes su arraigo y familiaridad, por lo menos en el Oriente Antioqueño. Así que después de las reflexiones iniciales sobre su nivel de incorporación en el acervo de sabiduría popular regional le pude dar paso a los análisis adicionales que más me interesaban sobre las implicaciones que tiene que dicha frase: «más peligroso que un yerno con ideas» tiene en el «cultivo» o la «deforestación» del patrimonio.

La primera idea fuerza que emergió es que una región que incorpora esa frase en su refranero requiere un mínimo de conciencia sobre el patrimonio y su proceso de consolidación, y por supuesto algo de riqueza, en una región pobre la frase no se habría extendido. Para el que no está familiarizado con la frase, es decir para los no paisas, toca hacer, por si acaso, la explicación de rigor de que el peligro al que se refiere el tener un yerno con ideas está asociado al derroche del patrimonio de la familia de la esposa o peor aún a comprometer los activos de la sociedad conyugal en endeudamientos de dudoso pago… para no hablar del uso de la riqueza familiar en la «apertura» de «sucursales» afectivas.

La segunda idea fuerza que rondó en mi mente es que obviamente la preocupación encarnada en el «yerno» no tiene equivalente en la «nuera», sobre todo porque si bien pueden derrochar el patrimonio de la familia o hacer «apertura» de «sucursales”, el riesgo de que se entusiasmen con emprendimientos alimentados por endeudamientos de dudoso pago son mucho menores. En culturas donde se valora el rol de la mujer en el hogar la probabilidad de que ellas sean las que lideren proyectos empresariales es mucho menor, y también menor el nivel de riesgo en el emprendimiento asumido o en las especulaciones identificadas.

La última idea fuerza que me quedó de este «descubrimiento»  cultural fue la reflexión sobre el problema contrario: ¿Qué tan peligroso es un yerno SIN ideas?, ¿Qué clase de peligro representa? ¿Para quién?

La ventaja de la forma en que se «cultiva» el patrimonio en Antioquia es que está muy asociado al desarrollo empresarial, eso se refleja de muchas maneras, desde el nivel de exportaciones per capita hasta el número de empresas listadas en la bolsa de valores con sede en la región. Sin embargo en el siglo XXI, dónde aumentan las posibilidades y las necesidades de desarrollar proyectos profesionales y empresariales en contextos de alta incertidumbre por una competencia globalizada y con una obsolescencia tecnológica cada vez mayor, la pregunta sobre la asociación a través de las ideas en el relevo generacional de los liderazgos económicos en las familias es cada vez más importante…

Por eso quizás valga la pena empezar a revisar el refrán y transformarlo: “Más peligroso que un yerno SIN ideas”, “Más peligrosa es una nuera SIN ideas?… y pensar por supuesto:  peligrosos  cómo y para quien.

Jorge Eduardo Castro Corvalán

Ingeniero Civil – Uniandes.
Consultor Planeación Patrimonial Familiar

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