El Patrullero Zúñiga es desde 9 de junio mi nuevo Héroe, sí, así con mayúscula y todo, y lo es no por el hecho de desacatar órdenes, pues el principio de autoridad debe ser proclama constante de los que estamos bajo el manto de regímenes democráticos. Lo es por su valentía de romper esquemas tan absurdos como aquel de exigir a miembros de fuerzas armadas y de policía, renegar de sus propias convicciones para cumplir órdenes superiores.
No entro a juzgar la decisión de un juez de ordenar un desalojo, propiedad de cualquiera, menos de quienes lo ocupaban, tampoco juzgo a los mandos superiores de la policía ni a los mismos patrulleros que cumplieron su tarea, pero no nos llamemos a engaños, pues lo que hizo Zúñiga, lo que muestra ese video es como dice la diva de muchas generaciones de Colombia Amparo Grisales: “para que se nos erice la piel” Es que ceder el arma oficial y amenazar con entregar el uniforme, es de alguna manera un acto suicida, entendido esto no como que vaya a derivar necesariamente en la muerte física, sino que es someterse a procesos disciplinarios, o también al escarnio público por cuenta de quienes se sintieron desafiados, comenzando por sus superiores, y pasando por el juez determinador de tal desalojo.
Patrullero Zúñiga: usted fue el único que protestó, y argumentó, y aun así, con maquinaria amarilla, y decenas de compañeros y superiores suyos, con un papel oficial que legitimaba la acción, a la gente la desalojaron. Para nada crea que perdió el bonche. Colombia entera al unísono está con usted, es más, me atrevo a creer que muchos de los suyos, hoy se avergüenzan mirándose al espejo por su cobardía, y están admirándolo así no se lo manifiesten porque de alguna manera van a ser señalados.
Patrullero Zúñiga, dicen por ahí la obligación primaria del ser humano siempre lo será para consigo mismo, así que hizo muy bien en leer lo que le dictaba su conciencia y en ser protagonista de un video que permanecerá en la memoria de muchos colombianos y por mucho tiempo.
Patrullero Zúñiga: esas gentes humildes, y desplazadas por la violencia lo tienen hoy a usted en un pedestal… tal vez oyéndolo sintieron de alguna manera que eran parte de este, que llaman estado de derecho, pero que pareciera diseñado para hacerle justicia a unos no más.
Patrullero Zúñiga: este país enseñado a erigir en líderes a aquellos cuyo único mérito es mostrar la nalga ante auditorios de estudiantes, o armar peleas pendejas en el congreso, o estar de corte en corte denunciando por infamia y calumnia, o asesinar en nombre de la justicia social, necesita de personas con su talante y talento. Téngalo por seguro que muchos estaremos haciéndole seguimiento a lo que le suceda en su institución o por fuera de ella, para hacer barra en su favor.
Patrullero Zúñiga: me le quito el sombrero… yo mismo he sido cobarde al no defender posiciones y convicciones propias con el pundonor que usted nos mostró arriesgando todo un futuro laboral y profesional.
Patrullero Zúñiga: a usted no se la perdonarán, a usted lo investigarán y sancionarán, y quiera Dios no lo retiren de la Policía, pero ese fresquecito que acompaña a los que actúan bien, serán su gran premio.
Gracias, gracias Patrullero Zúñiga, desde ahora es mi Héroe, y el de muchísimos colombianos.
Ñapa: no que los gobiernos de izquierda eran los únicos defensores de minorías, de pobres, de desplazados, etc., etc., etc… sobre el caso Zúñiga, noté muy complacido al Alcalde Ospina de Cali con el desalojo. ¡Babosos!
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