Es realmente preocupante la información que se da a conocer el diario El Espectador sobre la manifiesta preocupación del Presidente Gustavo Petro porque en una manifestación del Partido de Oposición se quema un muñeco con su cara y unos carteles en su contra en las manifestaciones del martes 14 contra la Reforma al Sistema Colombiano de Salud. Pero aún más preocupante resulta ser la falta de creatividad y dedicación al trabajo del Centro Democrático -los otros partidos les fue tan mal en las regionales que ni vale la pena nombrarlos-, y esa misteriosa empatía de su Jefe Natural, el ex presidente Uribe Vélez con quien junto a sus fuerzas políticas, agentes de opinión y seguidores no han tenido un segundo de clemencia contra su persona, su legado ni toleran que aún haga parte de la vida política nacional.
“Revolución es el período durante el cual se estila llamar “idealistas” los actos que castiga todo código penal”
“Las revoluciones no resuelven más problema que el problema económico de sus jefes”
“La estupidez es el combustible de la revolución”
“El revolucionario es, a la postre, un individuo que no se atreve a robar sólo.”
“Las ideas de izquierda engendran las revoluciones, las revoluciones engendran las ideas de derecha”
“Se acostumbra pregonar derechos para poder violar deberes”
“Los asesinatos políticos son lícitos hoy, siempre que el asesino sea de izquierda”
Nicolàs Gómez Dávila, filósofo y político colombiano (1913-1994). Cofundador de la Universidad de los Andes.
SALVAGUARDA LEGAL
El presente artículo está amparado por el artículo 20 de la Constitución Política y por el artículo 13 de la Ley 1909 de 2018 o Estatuto de Oposición.
TALANTE DICTATORIAL: ¿DESESPERO O MIEDO?
Empecé a leer sin comprar y de manera tardía el libro que sacó en plena campaña a la Alcaldía Mayor, el general retirado de la Policía Nacional Jorge Luis Vargas, director de la DIPOL y la DIJIN, dependencias dedicadas a la Inteligencia e investigación criminal policial, con grandes resultados en lo operacional, pero nulos en lo político. Pero los militares aprenden rápido las mañas políticas civiles -entre esas sacar libros express en campaña para posar de “escritores”-. Es una obra interesante, unas memorias necesarias para el país, como las del abuelito estratega o político que se retira a disfrutar de sus nietos y pensión. Pero de esas primeras páginas, cuando narra los momentos tenso de la posesión del actual Presidente, y lo que precede a la purga de las Fuerzas Militares y de Policía, da una frase magistral: “nadie que quiera paz total y reconciliación sale en su posesión blandiendo una espada”.
Y es verdad, el talante resentido, vindicativo y acusatorio de la izquierda es conocido. ¿Usted quiere reconocer a un izquierdista sin que le hable de política? Es aquella persona que se la pasa criticando a todo el mundo por todo, pero que hace todo lo malo tres o cuatro veces peor. Pasa en la vida, pasa en TNT y en RTVC.
El problema, es que como todo en la nueva Administración del Cambio, es lentamente. Incluso, los efectos de sus malas decisiones, como la inminente crisis de empleo en el sector de hidrocarburos y minero-energético del país. Y ahora, tal vez por los nervios, tal vez por la presión interna de la coalición oficialista del Pacto Histórico de cara a los resultados desfavorables del Gobierno en las principales ciudades y su derrota en Bogotá, tal vez porque los más radicales comandados por la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano empiezan a desplazar a la Colombia Humana (¿o infiltrarla?) para tomar las riendas de las medidas del Ejecutivo. Un izquierdista es alguien que, al igual que Rodolfo Hernández, tiene la capacidad de mentir mirando a los ojos sin pestañear.
Así que desde aquí, pensamos humildemente que esos mensajes en la red social X-Twitter del Jefe de Estado y Gobierno pidiendo investigaciones judiciales contra un opositor que quemó un muñeco con su cara frente al Ministerio de Salud en las marchas convocadas por el Partido Centro Democrático en contra de la reforma propuesta en el Congreso al Sistema General de Salud, es teledirigida.
“¡YO NO OLVIDO EL AÑO VIEJO!”
Antes de 1970, la imagen social de un Presidente era casi sacrosanta. Pese a tener una historia de guerras civiles y violencia política de casi 150 años, a nivel doméstico y social, ha habido un miedo combinado con miedo a las figuras de poder. El humor político pasó de las caricaturas y la prensa de opinión desde donde se ejercía temeraria y riesgosamente, a la radio y la naciente televisión nacional, y paulatinamente habría más irreverencia contra la clase política, para finalmente después de 1991 llegar a un nivel total de normalización dentro del plano del humor, al mismo tiempo que el doble sentido, la participación juvenil y temas que antes no se tocaban como la sexualidad, la religión y la crítica a los valores familiares se vuelve el paisaje de la comedia criolla.
Pero de manera popular, esa costumbre del 31 de diciembre que se celebra en Colombia y Ecuador de los “Años Viejos”, que son muñecos rellenos con pólvora y vestidos con trapos y ropa usada de las casas que por lo general simbolizan las cosas negativas del año que termina o a personajes famosos que no son populares, y allì polìticos, pero sobre todo presidentes han tenido su lugar “a la brasa”.
Todos los presidentes han recibido caricaturas, obras artísticas, canciones, poemas y hasta Años Viejos y ninguno se ha quejado. Ninguno, al menos que se compruebe legalmente ha utilizado el poder del Estado de manera soterrada para mandar a callar a una expresión popular como los Años Viejos -algo que sí ha sucedido con humoristas programas de televisión, radio y con el asesinato de Jaime Garzón en 1999 o las amenazas que hicieron que el humorista Alejandro Riaño no pueda ir al departamento del Huila por comentarios bajo su personaje de Juanpis Gonzalez -. Pero nadie se metía con los Años Viejos…y menos alguien que llegó al poder gracias a tres intentos fallidos de Golpe de Estado donde se ponían las banderas al revés, se destruía mobiliario público y se reventaban cuadros del Presidente y Vicepresidenta de ese momento.
Cada vez el Presidente se parece más al ex presidente del Senado Ernesto Macías cuando utilizó el primer año de la Legislatura del duquismo para perseguir a la prensa de verdadera derecha, para hacer torcidos, para intentar crear artificialmente un municipio en el Huila con fines electorales y desde donde se burló del Carnaval de Negros Y Blancos atacando las comparsas y obras de arte de las carrozas, porque tenían figuras en contra de Uribe y Duque.
LLAMADO DE ATENCIÓN A “EL ESPECTADOR”
El Espectador, es el mejor períodico de opinión del país, es cierto. Pero es el mayor violador de la ética profesional y de la neutralidad e independencia cacareadas desde su Redacción. Su agenda progre no tiene escrúpulos y hacen lo mismo que critican de otros. Los mismos que hicieron encarcelar a una persona que insultó a la Vicepresidenta del país con comentarios racistas y ofensivos, son los mismos que perfilan con foto y todo a un ex candidato quemado y extremista santandereano poniendo en peligro su vida. Los que conocemos la idiosincrasia del Gran Santander, sabemos que esas chabacanerías no pasan de ahí, y un santandereano del sur o el norte no se mete en una pelea sino a morir o a ganar, no hace show ni pelea por bobadas como si lo hacen los del interior del país. Se nota que el diario que nació en Medellín en 1887 se maneja muy “cachacamente” por las nuevas generaciones de “guerrilleros” de El Chicó, Los Rosales y La Cabrera.
Señores de El Espectador: pilas, que su independencia está en juego. Y la vida de un ser humano, por más tonto que sea es valiosa. Y sobre ustedes quedará la culpa si pasa algo con cualquier opositor debido a sus reportajes sin cuidado ni ética profesional.
URIBE, EL TINTO Y EL CONGRESO
He compartido con varias personas pertenecientes al partido, y sin duda, la Convención Nacional del Centro Democrático de 2024 será algo histórico: no por su grandeza, sino porque definirá quienes se quedan en el barco, quienes se van y cuál será el camino de los colores naranja y azul rey. Tanto duquistas como la derecha de verdad han esgrimido la amenaza como la ranchera de José Alfredo Jimenez, que se van y se van y se van si no les dan lo que querían. Y tal vez funden un partido nuevo o se vuelvan facción de centro de los verdes o el galanismo -lo segundo más rentable, ya que hay más de cuarenta personerías sin son ni ton que fueron golpeadas por los resultados electorales-.
Uribe juega sus cartas, sigue siendo la cara visible opositora y con más seguidores, venciendo a Pastrana y Gómez que fracasan en sus resultados electorales en Colombia. ¿Se acabará de proteger él mismo y su familia de un cambio de manos oficialista en el Ministerio Público y el Ente Acusador de la Rama Judicial donde inminentemente tendrá investigaciones que podrían llevarlo a la cárcel? ¿Quién será su consentido para las elecciones presidenciales de 2026 y cuál será su actitud frente a las aspiraciones de la senadora María Fernanda Cabal?
Lo cierto, es que Uribe, como cita El Espectador, no gusta de los métodos que han sido también tradición en el uribismo desde su nacimiento como oposición a Santos. La violencia si bien no era una forma frecuente, si en varias ocasiones, sobre todo los que éramos jóvenes y con adrenalina nos encantaba, creíamos defender de forma real nuestros valores. Al igual que los plantones, marchas y tomas de las universidades públicas, no es más que una forma de manipulación de unos enajenados que usan a otros enajenados para resolver instrumentalizando a los demás sus vidas, ya que honestamente por la academia, la investigación, una carrera política fuera de la universidad o en el sector privado les quedaría grande.
Entre los uribistas leales al ex presidente y los izquierdistas que trataron de politizar las Asambleas del mes pasado en Bogotá no hay ninguna diferencia.
LA INDEPENDENCIA: EL CAMINO
Ser militante de un Gobierno que todo el tiempo está estigmatizando al periodismo pero que no ha realizado ninguna acción concreta para mejorar la calidad de vida, crecimiento personal y contenidos de los medios comunitarios, independientes y alternativos -salvo los que tienen contratos, prebendas o apoyos del poder-, no es ético ni leal con los valores nacionales. Pero continuar con la militancia en un ejercicio partidista que no va para ninguna parte es peor de irresponsable, y eso aplica para otras aventuras de ex presidentes clasistas y viudos de poder, de partidos confesionales o plataformas de la corrupción y la criminalidad regionales. Ni Oficialismo ni Oposición tienen nada que ofrecer al país.
La Independencia, el construir desde lo que realmente necesita el país es el único camino sensato, hasta que surja una nueva fuerza política o un renacimiento dentro del uribismo que le devuelva la memoria de quienes fueron los que permitieron no solamente su gobernabilidad, sino la base social para su renacimiento como fuerza de oposición con vocación de poder.
¡Amanecerá y veremos..dijo el ciego!…
Posdata: La política del interior del país ha perdido tanta clase, que tienen que obstaculizar el ejercicio de un mandatario electo con tutelas sin sentido. Lo del alcalde electo de nacionalidad rusa de Tunja Mikhail Krasnov es simplemente risible sino fuera mezquina la intención detrás de echar por tierra un gobierno académico, transparente y sin sectarismo. Desde esta columna, estamos al servicio tanto de su administración como la de la ciudad de Duitama en cabeza del abogado progresista José Luis Bohorquez, y lo que pueda hacer desde Antioquia y Chapinero por regresar el progreso glorioso a esas ciudades, aquí estaremos.
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