El 11 de enero de 1964 el entonces Director General de Salud Publica Luther Terry, presentó ante Estados Unidos y el mundo el documento denominado: “Tabaquismo y salud: el informe del Comité Asesor del Cirujano General de los Estados Unidos”, mediante dicho informe, Terry presentaba con una fuerte evidencia científica basada en más de 7.000 artículos, los efectos nocivos del tabaco en la salud humana. En los próximos 50 años, Estados Unidos iniciaría una monumental cruzada para reducir el consumo de tabaco dentro de su población.
Para el momento, cerca del 42% de la población en ese país, era consumidora de este producto, sin embargo, desde el estudio presentado por Terry al día de hoy, menos del 18% consume tabaco. Las autoridades norteamericanas han desarrollado una serie de estrategias que combinan una normatividad flexible, algunas prohibiciones y principalmente una política de prevención para frenar este flagelo.
En Colombia recientemente se ha suscitado un enorme debate sobre el consumo de drogas, tanto así que el último informe presentado por el Observatorio de Drogas del año 2016, afirma que 3 millones de personas han consumido este tipo de productos. La situación en su gran mayoría afecta de manera ostensible en escuelas y universidades a lo largo y ancho del país.
Esta situación ha llevado que el Gobierno de Iván Duque otorgará funciones especiales a la Policía Nacional para decomisar cualquier tipo de droga. Es de anotar que la iniciativa es fundamental en la lucha contra los traficantes de droga, que buscan afectar con este tipo de sustancias a poblaciones de niños y jóvenes. Sin embargo, es importante tener claro que esta medida no resuelve totalmente el problema del consumo de drogas.
Colombia tiene mucho que aprender de Estados Unidos que en su momento implementó una estrategia de prevención que permitió reducir el consumo de tabaco, que también es perjudicial para la salud, como lo son las drogas ilícitas. La lucha contra este flagelo no será efectiva a menos que el Gobierno empiece a implementar políticas que dejen en evidencia ante la población, las graves afectaciones que puede generar el consumo de drogas.
La mera prohibición puede tener dobleces negativos que pueden llevar a un aumento del precio de las drogas, por lo cual es necesario combinar una serie de factores que lleven al éxito de la lucha contra el consumo en el país.
Es fundamental reconocer el papel de la familia dentro de la prevención del consumo, generalmente las políticas públicas en Colombia no se toman con un enfoque familiar, aun sabiendo los resultados que pueden generarse en la aplicación de las mismas. De igual manera, fortalecer la estrategia de prevención dentro de escuelas y universidades, es importante para que la población sea consciente de los problemas que surgen por el consumo de drogas.
En el momento crítico que vivimos, nos hacen falta más personas como Luther Terry, con el liderazgo para mostrar las afectaciones a la salud que en este caso realiza el consumo de drogas. Tal vez si lo muestran los científicos y no los políticos, la población colombiana estuviera más consciente de los problemas que generan las drogas.