“El negocio de la marihuana legal no es el futuro, es el presente”
Las sociedades, en su proceso de desarrollo histórico, han solido establecer juicios de manera colectiva para posteriormente incorporarlos al marco institucional que determina su propio comportamiento. Yuval Noah Harari, en su Best Seller, From Animals to Gods: A Brief History of Humankind, expone a profundidad la manera en la que colectivizar planteamientos, como forma de imposición inconsciente de los mismos, ha sido para nuestra raza el común denominador en los últimos 10.000 años. Es como si lleváramos “el seguir la corriente” impregnado en nosotros; quizá a tal motivo se deba nuestra propensión a ser reacios ante nuevos esquemas, ante nuevas condiciones, ante nuevos contextos y desafíos. Y no, aunque los colombianos llevemos el pensamiento de que somos, por alguna razón abducida a la divina providencia, diferentes al resto de los habitantes del planeta, no lo somos en este aspecto.
Un famoso pensamiento colombiano es que el mes de mayo dura más, pasa más lento y es el más denso del año. Y cómo no pensarlo si precisamente este mayo hubo bloqueos; intentonas guerreristas; renuncias inesperadas y anuncios sorpresivos; jurisdicciones quebradas; corrupciones destapadas; cálculos estadísticos erróneos; capturados-liberados-capturados; periodistas foráneos señalados, y la lista podría seguir; pero el hecho es que mayo aún no termina.
Un evento que pasó desapercibido en medio del ambiente caótico que el día a día trae consigo en Colombia fue la realización del ExpoCannaBiz en Cartagena entre el 8 y el 9 de mayo. ExpoCannaBiz es el evento insignia del gremio marihuanero, organizado por Cannabis Investing Forum. La idea básica del evento es crear un sitio de encuentro para que inversionistas tanto del sector público y privado logren intercambiar experiencias, y claro, para que nuevos inversionistas se vinculen al negocio de la marihuana legal. Si le pareció incómoda la frase “gremio marihuanero”, no se preocupe, sus raíces colombianas han determinado que sea así.
Pero volviendo al tema, la presencia de 170 empresas en ExpoCannaBiz 2019, (40% de ellas extranjeras), así como de expositores procedentes de todos los rincones del mundo, podría hacerle a uno pensar erróneamente que la marihuana legal es un mercado que se proyecta a futuro. Pues no, el negocio de la marihuana legal no es el futuro, es el presente.
El consumo de marihuana y sus derivados goza de legalidad para cualquiera de sus usos en 4 países: Uruguay, Georgia, Sudáfrica y Canadá. En Uruguay la legalización de la marihuana para cualquiera de sus usos se dio en 2013, en Georgia, Sudáfrica y Canadá el año pasado.
De momento, a pesar de que hay fuertes movimientos al interior de los mercados locales alrededor del mundo en pro de que las legislaciones en cuanto al ámbito recreacional del consumo de la marihuana cambien, el panorama del mercado se enfrasca en las propiedades y capacidades medicinales del cannabis.
El consumo restringido al uso medicinal de la marihuana, (uno de los ejes de ExpoCannaBiz), hoy es legal en 36 países y en 33 de los 52 estados de Estados Unidos: Un mercado de alrededor de 1500 millones de posibles consumidores potenciales. De hecho, el reporte anual de las Naciones Unidas contra el Crimen, la droga y el delito (ONUDC 2017) estimó que en el año 2015 alrededor de 183 millones de personas eran consumidoras activas de Cannabis en todo el mundo. De acuerdo con Medical Marihuana Inc, hay evidencia en más de 23.000 estudios que demuestran los efectos positivos de la marihuana sobre la reducción del dolor, las náuseas y el control de los espasmos. Todas sintomatologías del común en muchas enfermedades y que son recurrentes en el día a día de las personas que cuentan con anomalías básicas en su salud. Adicionalmente, los derivados medicinales de la marihuana han demostrado efectos positivos para tratar enfermedades como la esclerosis múltiple, la artritis, la diabetes y el cáncer. Es claro entonces que hablamos de un mercado de agresiva expansión, cuya fuerza interna está reformando sistemas judiciales en todo el globo donde la línea de base es la libertad para consumir.
La exigencia de libertad para consumir por parte de los agentes del mercado y la represión de la misma por parte del estado, ha generado un fenómeno común a lo largo de la historia, una historia que se repite: El mercado negro aparece. Cuando el consumo de alcohol se promulgó ilegal, bares escondidos y pseudofábricas artesanales aparecieron, así como contrabandistas y cárteles de ron y brandy por todo el mundo con un solo objetivo: saciar la demanda del mercado. Cuando el consumo del tabaco se prohibió, cultivos ilegales de hoja de tabaco, granjas clandestinas, dealers dedicados al microtráfico urbano y mafias asociadas a manejar de facto la industria tomaron lugar. El deseo de libertad para consumir es inherente al derecho mismo de libertad del ser humano. Las consecuencias asociadas al libre consumo de cualquier substancia, en caso de que arremetan contra la integridad de los demás miembros de la sociedad, se manejan con mecanismos alternos y en ocasiones transversales a dicha garantía de libertad.
Con todo y lo que la limitación al consumo supone, proyecciones de Cannabis Investing Forum establecen que, de continuar el crecimiento actual, el mercado global de la marihuana legal logrará alcanzar un tamaño de US$ 150 Billones de dólares para el 2025, y de US$ 77 Billones solo en Estados Unidos, generando alrededor de 320.000 empleos para el 2022, 50.000 puestos de trabajo más que los que hoy ocupa la industria del acero Estadounidense, cuya protección ha sido la base de la discusión en la política comercial internacional de Trump los últimos meses.
Por razones lógicas e históricas, el BOOM de la marihuana representa una oportunidad para el crecimiento de la industria en el sector rural colombiano, para afianzar los tan perdidos lazos entre el campo y las ciudades, y para promover el establecimiento de encadenamientos productivos tanto en el mercado interno como en los mercados internacionales.
¿Aprovecharemos la oportunidad o preferiremos seguir tapando el sol con un juicio?