Autor: Dayana Cristina Duzoglou
Twitter: @dduzoglou
“Ante la debilidad de las fuerzas del gobierno y la fuerza de los cárteles, la lealtad de los elementos de seguridad y de los funcionarios se modifica y, bajo la amenaza de enriquecerse o morir, los elementos eligen favorecer a uno de los cárteles, lo que se considera una característica de un Estado fallido”.
Mexico: On the Road to a Failed State, Stratfor
Los constantes y recientes vínculos del “Socialismo del Siglo XXI” que desde el gobierno venezolano actúa por medio de carteles de la droga, nos hacen casi asegurar que el régimen, además de tiránico y totalitario, sin separación de poderes ni respeto a los derechos humanos de sus ciudadanos, es a su vez, un narcoestado sólido, que actúa como productor y como puente de la droga desde Venezuela para el mundo, asociado a grupos terroristas como las FARC, los Carteles Mexicanos de la droga y las mafias europeas.
El término “narcoestado” se puede explicar desde el concepto “política profunda” desarrollado por el investigador Peter Dale Scott como “la simbiosis entre los gobiernos (y en particular sus agencias de inteligencia) y las asociaciones criminales”. Un narcoestado está constituido cuando sus instituciones políticas y sus principales autoridades forman parte de la comisión del delito de narcotráfico suponiendo este. “El comercio de sustancias tóxicas, que engloba la fabricación, distribución, venta, control de mercados, consumo y reciclaje de estupefacientes, adictivos o no, potencialmente dañinos para la salud (conocidos comúnmente como drogas)”.
Los indicios de que Venezuela se ha convertido en un narcoestado son cada vez más abundantes:
– La relación con las FARC y la protección demostrada del régimen venezolano a este grupo terrorista.
– La expulsión de la DEA por Hugo Chávez en el año 2005.
– El Informe de Naciones Unidas que señala a Venezuela como la “fuente de más de la mitad de la cocaína incautada en el mar rumbo a Europa”.
– El testimonio del narcotraficante Walid Makled, quien declaró tener 15 generales venezolanos (del Cartel de los Soles) en su nómina, al igual que al hermano del Ministro del Interior y a cinco legisladores a favor del gobierno en una nómina de un millón de dólares mensuales. Denunció también al general Néstor Reverol, quien ocupó por años la oficina antidroga de Venezuela, y según Makled, era quien manejaba sus empresas, que para el momento habían generado unos 140 millones de dólares.
– La incautación en septiembre del 2013 en París de casi 1.3 toneladas de cocaína procedentes de Caracas, en un vuelo regular de Air France, por un valor de 270 millones de euros. Lo que nos hace preguntarnos: ¿Cómo pasan 31 maletas llenas de cocaína por el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar con un valor de 270 millones de dólares americanos en las calles de Europa? Aunque siete militares fueron detenidos, el caso fue silenciado.
– La inclusión de Estados Unidos a Venezuela -junto con Birmania y Bolivia- en una lista de países que considera que fracasaron en su lucha contra el tráfico de drogas.
– La reciente vinculación de los sobrinos de la Primera Dama, Cilia Flores, en la transportación y venta de 800 kilogramos de cocaína de extrema pureza, caso que fue monitoreado por la DEA por ocho meses y en el que constan múltiples pruebas de que los miembros del Cartel de los Flores, además de viajar con un piloto de las Fuerzas Armadas venezolanas, poseían pasaportes diplomáticos.
El informe sobre las drogas de la ONU del año 2010 expresa que de Venezuela salió más de la mitad de los cargamentos marítimos de cocaína incautados camino a Europa entre el 2006 y el 2008. También determina que Venezuela no es un país libre de cultivos ilícitos, sino que las hectáreas de coca y amapola no son avistadas ni reportadas. En el año 2005 fueron detectadas en territorio venezolano 250 hectáreas de coca y amapola de opio, En ese año, mientras en Colombia avanzaba la lucha y las políticas de seguridad ciudadana del presidente Álvaro Uribe Vélez, se produce el efecto “globo” en donde los grupos que anteriormente estaban en el centro del territorio Colombiano se desplazan y mudan sus operaciones a Ecuador, Venezuela y Panamá.
Ya en el 2005 se empieza a hablar del Cartel de los Soles. El Miami Herald, en el año 2005, publica un artículo en el que se habla de la existencia de “un grupo de contrabandistas de drogas conocido como el Cartel de los Soles, por las insignias de los generales venezolanos”.
Y habla Aponte Aponte:
El Ex Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia Eladio Aponte Aponte, confesó que “el zar de la droga era el General Cliver Alcalá” y que “actuaba junto con el director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), Néstor Reverol”. El ex magistrado también declaró que estas operaciones de narcotráfico eran dirigidas directamente por el Ministro de Defensa Henry Rangel Silva, el general Cliver Alcalá, -Jefe de la Cuarta División Blindada del Ejército- y Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional a quien señalo como el Capo del Cartel de los Soles.
La aniquilación de la República, el deformar el Estado para convertirlo en una mafia del narcotráfico y la asociación del régimen tiránico venezolano con el terrorismo internacional solo pueden avizorar un mal final para sus personeros, quienes es muy difícil escapen de la Justicia Internacional.
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