“El Día Internacional del Trabajo nos sirve para reivindicar la importancia de tener condiciones justas en materia laboral, pero a la vez debe servir para celebrar a las empresas que tienen una convicción genuina por darles a sus empleados las mejores herramientas para desarrollarse como personas y profesionales”.
Lo que dio origen a lo que hoy conocemos como el Día Internacional del Trabajo a finales del siglo XIX fueron las precarias condiciones de trabajo y extensas jornadas laborales -16 horas-, que tenían trabajadores y obreros de diversas fábricas. Las personas empezaron a exigir condiciones más justas y dignas que les permitiera tener un balance entre lo laboral y personal y que hoy vemos reflejado en la reducción de la jornada laboral. En Colombia para el 2026, la jornada laboral estará en 42 horas semanales; asimismo empresas dan la facilidad a sus empleados para que puedan trabajar remotamente y mejorar su calidad de vida reduciendo los tiempos de desplazamiento.
También es importante que como empleados y sociedad reconozcamos, defendamos y valoremos a las empresas que van más allá de lo legal, que les brindan a sus empleados las mejores condiciones posibles y que además contribuyen a una mejor sociedad con la implementación de diversos programas sociales. Como empleados, hay veces caemos en la posición cómoda de exigir y demandar cada vez más a las empresas, al punto de querer desangrarlas como se dice coloquialmente sin caer en cuenta de que sin empresas no hay trabajo.
Tampoco tiene sentido que, en un país desigual como Colombia, líderes de opinión se vayan en contra de las empresas y sectores económicos, generando un ambiente de hostilidad e inseguridad jurídica, poniendo en riesgo empleos que ya existen, creando enemigos que no deberían ser y sí haciéndose los de la vista gorda con los que sí actúan por fuera de la ley. Eso se nota particularmente con empresas minero – energéticas: influenciadores se van lanza en ristre contra proyectos de fracking, cobre, oro, etc., que son desarrollados por empresas legales y con todos los controles institucionales, porque sienten que así tienen más popularidad y seguidores haciendo ver una lucha entre David vs. Goliat; cuando lo más sensato sería en cómo ponernos de acuerdo para desarrollar todo este tipo de proyectos de la mejor manera y generando relaciones de gana a gana -como la generación de empleo de calidad-, para el país, las comunidades y el ambiente.
La obligación de una empresa es crear empleo formal y digno y por eso lo mínimo que debe hacer cuando contrata a un trabajador es pagarle su salario con todas las prestaciones de ley, por eso debe hacer un análisis de sus ingresos que le permitan saber cuántos empleos formales puede generar; si la empresa no tiene la capacidad de generar empleo formal, debería replantear la viabilidad de su negocio: revisar los precios, buscar nuevos clientes, crear nuevos productos con los que pueda aumentar sus ingresos y pagarle lo justo a sus trabajadores.
El trabajo dignifica y permite a millones de personas alcanzar sus sueños, propósitos y de cierta manera, contribuir a que el mundo sea un mejor lugar para vivir. El Día Internacional del Trabajo nos sirve para reivindicar la importancia de tener condiciones justas en materia laboral, pero a la vez debe servir para celebrar a las empresas que tienen una convicción genuina por darles a sus empleados las mejores herramientas para desarrollarse como personas y profesionales.
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