Hoy el relato de la política en América Latina está más absorbido que nunca por la polarización, al menos en las últimas 3 décadas nunca había visto un panorama de oposición en clave de tanto y tan extremo blanco y negro, de dos bandos tan fuertes en países como México, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, donde trabajo desde hace varios años como consultor en política y gobierno.
En medio de ese tremendo lodazal, terminan mancillados líderes y voceros de un lado y del otro. Ambos consideran que son la salvación para el ejercicio de lo público y que su rival es vulgar, carente de argumentos, violento, vacío, con cuentas pendientes con la justicia e ilegítimo. Nadie se salva y no aparecen verdaderos héroes que sepan leer el mismo lenguaje de una ciudadanía hastiada de los mismos con las mismas. Lo reflejan estudios de opinión nacionales así como el conocido estudio del Latinbarómetro 2017, cuando refleja el profundo descrédito que viven hoy partidos, instituciones, clase política e incluso el sistema democrático.
Pierden los gobiernos, las campañas, el Estado y la agenda ciudadana; pues la tinta de los diarios, los feeds en las redes sociales, el tiempo en la radio, la TV e incluso los espacios en reuniones de familiares, amigos y compañeros de oficina ya no se emplea para hablar de los problemas y las soluciones que demandan nuestros países, sino para discutir el último insulto, trino o mensaje en video que hace parte de la batalla entre villanos.
¿Quién o quiénes se atreverían a escribir una nueva historia en Latam, sin apelar a ser los villanos del lodazal? Ellos, los villanos, se la pasan en medio de su pantanero en guerra de lodo, sin propuestas, sin apuestas de futuro, sembrando siempre odio, con su vulgar escudo de paranoia, pintando paisajes de caos que solo ellos resuelven. Unos hablan de que los insultan y degradan, mientras los otros justifican el porqué.
Conozco de ambos lados, columnistas, twitteros y blogueros que han dedicado hasta 8 columnas en una misma campaña a desacreditar a un candidato X, y aun así afirman que las columnas de los periódicos están llenas de mentiras y que ellos representan la verdad. ¡Pura y vulgar bazofia! Del otro lado también los he leído y escuchado, igual actitud, repleta de odio y mentiras hacia sus rivales, demostrando que el rumbo se ha perdido, cuando fueron ellos quienes recomendaron el rumbo.
Propongo que tomemos distancia de este lodazal, tiene que ser posible pensar y construir otro país paralelo al que si le preocupen los problemas reales que tenemos en materia de equidad, desarrollo humano, educación, salud, seguridad, lucha contra la corrupción, el campo, entre otros gigantes temas públicos y no los dimes y diretes de los villanos.
Estamos repletos de héroes: Miles que madrugan a trabajar el campo o la ciudad, miles que han sufrido en silencio la guerra (aunque hay ciertas víctimas que también se han vuelto villanos) miles que esperan alternativas distintas, miles que no se alimentan de la comida rápida de los buenos y malos, miles dispuestos a dialogar y escuchar, construyendo desde la diferencia, relatando una nueva historia, donde no quepan los odios ni los villanos.
*Director de Marketing Político y Gobierno Consulting Latam