“… no podemos pretender que somos una herencia total española, porque nuestras expresiones culturales deben estar impregnadas y enaltecidas por nuestras comunidades étnicas que han sido ocultadas y relegadas por un paradigma prehispánico que se ha infiltrado en nuestra sociedad colombiana, a tal punto de creer que en nuestra sangre no corren genes negros e indígenas por más blanqueados que seamos algo así como si viviéramos entre “pieles negras y máscaras blancas”, así como lo describió Franz Fanon”.
A través de la historia y con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que producto de la herencia colonial española el colombiano no tiene consciencia de cuál es su identidad cultural al punto de desconocer y rechazar su propio origen que viene de una descendencia indígena y negra, lo que ha pasado en este país es el abandono histórico que como pueblo colombiano se le ha hecho a las comunidades indígenas, negras, afrocolombianas, raizales, y palenqueras.
La tradición cultural colombiana compuesta o integrada por expresiones culturales de los pueblos indígenas y de las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras ha sido infravalorada por el mismo afán del colombiano blanco-mestizo de querer legitimación del extranjero. Son cuestiones de ver mejor todo lo que viene del exterior e ignorar o categorizar de mala calidad lo propio debido a que se sale de los estándares eurocéntricos. ¿Quién impone que tipo de cultura es más rica que otra o que expresión cultural es mucho mejor otra?
Hemos escuchado a las personas del común, y hasta en algunas clases cuando estábamos en el colegio, decir “que los europeos cuando llegaron a América trajeron la civilización”, eso suena como si ellos hubieran traído el intelecto, entregado la cultura, la razón, los imperios y la verdad. Lo cual es totalmente falso, en América ya existía culturas definidas, diversidades entre los pueblos, como se nos deja ver en la variedad de asentamientos que existían a lo largo del territorio americano.
Sumado a lo anterior era tan fuerte el arraigo de estos pueblos con su identidad cultural que con la llegada de los colonos se vieron obligados a acudir a prácticas sincréticas para mantener viva su tradición cultural, tal como es el de caso de los mexicanos con la virgen de Guadalupe con sus significados y influencias haciendo referencia a la tradición indígena, es decir, un símbolo cristiano (europeo de por sí) con colores de los pueblos colonizados, es la muestra de que a pesar de la imposición española de alguna manera siguen vivas aquellas culturas de los pueblos indígenas. Para pronfundizar sobre este punto recomendamos ver: https://www.unionguanajuato.mx/articulo/2019/12/11/cultura/significado-de-la-virgen-de-guadalupe
Lo que sucede es que los Españoles se establecen a lo largo de América, la cultura y la cosmovisión en el territorio cambia, entonces algunos países, entre ellos Colombia, se transforman y la adecuan al contenido cultural español, lo cual trae como consecuencia en la actualidad que Colombia se crea dueña de una cultura que no le pertenece, una cultura prehispánica por excelencia, entonces nos preguntamos ¿quién es el colombiano culturalmente hablando?; no lo sabemos, ¿a qué se debe eso?; se debe a que nos encargamos de invisibilizar y relegar a los pueblos indígenas y afrodescendientes que al fin cabo también somos producto de ellos y que históricamente han aportado a la construcción del estado, pero el pueblo colombiano no les ha reconocido tal aporte, dado a que por falta de voluntad política no se han implementado en la actualidad la etnoeducación y cátedra de estudios afrocolombianos, estrategias pedagógicas que nos acercan a definir lo que en realidad somos los colombianos. En síntesis, es la falta de historia que tiene el estado colombiano (refiriéndose al estado como las personas que componen el territorio nacional), por el desconocimiento que tienen de su origen y de su trasegar como nación que le ha imposibilitado crear identidad.
A menudo se escucha como las personas realizan mención de manera despectiva a nuestros pueblos ancestrales, como si no tuvieran cultura o fueran individuos que hay que tenerles lástima, porque no viven en la ciudad o en el sistema, el racismo también es una muestra de ello dado a que existen todavía estereotipos coloniales de cara a las comunidades étnicas, por ejemplo, en las grandes ciudades algunos de sus habitantes tienen el temor de tener un vecino negro ya que se tiene el prejuicio o estereotipo que este “es bullicioso” por otro lado en esas mismas urbes cuando un negro viene transitando por la vía pública las personas cambian de cera y aseguran sus bienes por que se tiene la falsa creencia de que este los va asaltar, pero no solo está en ese contexto, dado a que también trasciende a las redes sociales donde crean supuestos memes y chistes con estigma hacia esta población, que no tiene nada de gracioso, ya que con esto se consolidan prejuicios y estereotipos hacia la población afro, así como este hay muchos más escenarios a los que se ven expuestos las personas con adscripción étnica afrodescendiente o indígena.
Todo lo anterior es una clara muestra de desprecio dada por los valores europeos y burgueses que se nos han metido en la cabeza con el pasar de los años, somos una sociedad con valores coloniales que hemos heredado históricamente, de allí es donde nacen esos paradigmas que se manifiestan en nuestra sociedad de manera tanto consciente e inconsciente. Un claro ejemplo de esto es la palabra “indio”, o “cholo” que puede traducirse por colonizado, este término aún perdura en nuestros días, que no es ni más ni menos que una categoría de dominación y de inferioridad frente a las culturas indígenas, originada en los tiempos de la conquista.
Colombia no se ha interesado por la búsqueda de una identidad cultural, en este país no se ha diferenciado el estado del componente nación, la cual se refiere a todos aquellos componentes culturales que nos hacen unirnos como un solo territorio. No tenemos una cultura definida, y mucho menos una identidad cultural, no somos conscientes de que somos producto del choque entre varias culturas, entre ellos los indígenas, y los afros y de allí de ese mestizaje es que se tiene que empezar a buscar nuestra identidad como pueblo colombiano, reviviendo y manteniendo vivos aquellos pueblos ancestrales y descubriendo que ecos juegan en nuestra manera de comportarnos hoy día, y así empezar la búsqueda de una identidad del Pueblo colombiano.
Lo que se busca con este escrito es entender que esos pueblos hacen parte de nuestra historia y nuestra cultura, no podemos pretender que somos una herencia total española, porque nuestras expresiones culturales deben estar impregnadas y enaltecidas por nuestras comunidades étnicas que han sido ocultadas y relegadas por un paradigma prehispánico que se ha infiltrado en nuestra sociedad colombiana, a tal punto de creer que en nuestra sangre no corren genes negros e indígenas por más blanqueados que seamos algo así como si viviéramos entre “pieles negras y máscaras blancas”, así como lo describió Franz Fanon.
Finalmente después de realizar todo este abordaje, podemos concluir que es posible que por esa falta de identidad que maneja el colombiano, el no se siente orgulloso por su patria, no siente amor por este territorio y es tan apático con los suyos, esa indiferencia social y política que nos caracteriza. Pero, seria ilógico preocuparse por algo que ni siquiera lo tenemos definido en nuestras mentes y nuestros espíritus, no sabemos quiénes somos por eso no nos preocupamos por nosotros como país y proyecto colectivo, las pocas cosas que nos unen se dan cada 4 años que son las gestas deportivas de nuestra selección Colombia donde en ese momento todos quieren a los negros que conforma el equipo porque con su talento y goles hacen que se sientan felices por un instante lo cual momentáneamente hace que se desprendan de la herencia colonial que nos ha hecho relegar a la comunidad afro durante muchos años, pero les aseguramos que si estos no estuvieran haciendo goles y haciéndolos felices lo más probable es que estos estarían siendo discriminados y excluidos.
Lo que se expresa acá no es una justificación de la indiferencia colombiana hacia los suyos, sino más bien, una reflexión hacia la búsqueda de identidad cultural de un pueblo y que todos como colectivo nos demos cuenta de eso, para encontrar identidad como nación, y derrotar esos valores de apatía e indiferencia. Por todo lo anterior desde nuestro lugar de enunciación como columnistas lo que proponemos es que el país empiece a incluir y reconocer a los pueblos indígenas y las comunidades negras como grupos poblacionales que han ayudado a construir este país, que ellos también han cimentado lo poco que llevamos como estado y es su derecho ser tenidas en cuenta en las dinámicas de construcción de nación para poder crear a partir de los aportes de ellos la identidad del pueblo colombiano.
“Al fin al cabo somos un mismo pueblo, una misma nación en construcción y debemos ser conscientes de que por nuestra sangre corren los indígenas y afrodescendientes”
Coautor:
Fredinson Salas R. Estudiante de derecho en la universidad católica Luis Amigó y de sociología en la UdeA, investigador en temas de discriminación, activista jurídico contra la discriminación y el racismo en la ciudad de Medellín, líder afro y ganador en el año 2019 del premio changó en la categoría de investigación.
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