Una guerra de ricos, pero los que mueren son los pobres

“La hipocresía de este país no tiene límite, nos jura igualdad, pero diariamente nos demuestra que nacer con ciertas precariedades económicas te hace propenso a morir en guerras las cuales no quieres participar”


La votación por el plebiscito por la paz en el 2016 nos dejó una escena que jamás en la vida se nos puede olvidar y es la hipocresía de los que le hacen apología a la violencia en este país, como era de esperarse las votaciones tanto por el sí como por él no iban a estar divididas ideológicamente , pero hubo algo más allá de solo ideología, y es la división de quienes les toca ir a la guerra, contra los que la apoyan pero desde lejos, o sea a los que les encanta “hacer la guerra pero con sangre ajena”.

El 90% de las personas que recluta el ejército colombiano son estrato 1,2,3, y la mayoría de las personas que votaron por el Si a la paz son personas que han sido víctimas del conflicto armado y personas estrato 1,2,3, contrario a los que votaron por el No, quienes en su mayoría eran estrato 4,5,6 y personas que viven en las capitales donde muchas veces las violencia no se siente tal latente, se puede ver que hay una relación entre las personas las cuales por desigualdades estructurales que vive este país les toca ir a la guerra, mientras los que tienen el privilegio de poder no participar en esta, siguen apoyándola, eso sí, desde afuera, la desigualdad en el reclutamiento en este país ha sido impresionante, se han creado mecanismos por los cuales solo ciertas personas pueden evitar prestar este, hace poco se volvió un derecho objetar conciencia en este país, pero por mucho que se haya vuelto un derecho sigue siendo ineficiente y casi que invisible, en los últimos 5 años se reclutaron a más de 460.000 jóvenes de los cuales a menos del 1% se les reconoció dicha objeción y una vez más el promedio del estrato de las personas que fueron reclutadas es estrato 2.

La hipocresía de este país no tiene límite, nos jura igualdad, pero diariamente nos demuestra que nacer con ciertas precariedades económicas te hace propenso a morir en guerras las cuales no quieres participar, como se ha visto en los últimos estudios, los jóvenes de este país ya no quieren participar de esta guerra que no es de ellos, los jóvenes de este país queremos construir país de otra forma, no muriendo por guerras de intereses económicas que son decididas por dos señores sentados en sus casas, mientras miles de sueños se apagan por su avaricia y hambre de poder.

Ojalá en algún momento este país pueda vivir en paz, ojalá un día nos levantemos y no tengamos el temor de que esta despedida con nuestra familia va a ser la última, ojalá un día en este país los jóvenes puedan reclamar sus derechos sin ser catalogados como guerrilleros, ojalá un día en este país se garanticen los derechos no por su poder económico sino porque es una persona y ojalá en algún momento los amantes de la guerra tengan un poco de coherencia con su discurso y así como son valientes y apoyan que miles de jóvenes humildes sean enviados a morir en la guerra, estos envíen a sus hijos y entiendan porque las personas nos oponemos a la guerra en este país.


Todas las columnas del autor en este enlace: Juan Esteban Martinez Taborda

Juan Esteban Martinez

Soy Juan Esteban Martínez, un joven de 18 años que ama este país más que nadie, que cree que desde el activismo se puede generar conciencia y pensamiento crítico en este país, soy excandidato al concejo de Medellín, estudió Ciencia Política en la Universidad de Medellín y creo que este país puede llegar a vivir en paz e igualdad.

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