
“Este 18 de Marzo, se dió un gran grito en las calles a favor de las reformas que busca implementar este gobierno”
“En Colombia, sufrimos una polarización partidaria muy marcada. Esto desata unos retos para un desarrollo armónico en la participación política dentro de los espacios del sistema político”.
En Colombia tenemos 32 organizaciones políticas oficiales con personería jurídica vigente según el (Consejo Nacional Electoral, 2024). Esto nos abre camino para hacer énfasis en una problemática nacional sobre la representación y participación, donde muchos partidos hoy en día están convertidos en facciones. No poseen una agenda programática o unas propuestas estructurales sobre las necesidades de las diferentes regiones del país. Sino que son llamados partidos “cartel”, como nos ilustra el gran pensador de los estudios políticos-electorales (Duverger, 1957).
Los partidos cartel, tienen como principales características hacer campañas electorales para quedarse enquistados en el poder, o sea en las diferentes instituciones del Estado. No ejerciendo una campaña seria y rigurosa, en pro de favorecer y velar por las problemáticas de los votantes. Sino, que operan bajo lógicas clientelistas, promoviendo una política de intereses particulares en detrimento del bien común.
Esto nos abre espacio para mencionar que, según La Encuesta Mundial de Valores, solo el 17% de la población colombiana confía en los partidos políticos. Este porcentaje en Antioquia, según Valores en representaciones y capital social en Antioquia, (2013), fue del 14%. Estos datos sobre los partidos políticos no son una gran novedad, pero sí reafirman una crisis de representación de las democracias actuales, en la que tanto insisten autores como Joan Subirats, (1989): “Los ciudadanos se están viendo representados, efectivamente, por corporaciones desprestigiadas”.
Nos enfrentamos a unos fenómenos sociales y culturales, que degradan en general el sistema político, que son los radicalismos sociales y el desinterés a participar en los espacios de gran importancia para el futuro en muchos aspectos de la vida consuetudinaria de todos los colombianos. Solo hacemos uso de los espacios políticos cuando hay intereses o incentivos de por medio, que conllevan a medidas clientelistas, que son nocivas y deterioran cualquier proceso democrático.
Dando cabida a que se formen cada vez más caciquismos y poderes incrustados en las diferentes regiones (Jenny Pearce, 2022). O atravesamos otros acontecimientos, que son las personas que sí participan de estos procesos electorales, normalmente lo hacen de una forma radical.
La participación ciudadana debería ser el principal reflejo del sistema electoral, juntándose con el buen gobierno; que se refiere a la calidad de las instituciones y la sinergia que pueden tener. Montesquieu, sostuvo que, “la distribución jurídica de las funciones ejecutiva, legislativa y judicial sólo podrá limitar el uso arbitrario del poder y salvaguardar la libertad y los derechos de los ciudadanos, si se combina con otro principio basado en su distribución social”.
Este es el modelo de la organización del poder público en Colombia, pero hay un cuarto orden, que en la formativa construcción del Estado son los organismos de control. Pero, realmente quien tiene este puesto en la práctica política en el país, son los medios de comunicación. Estos han venido con un poder descomunal, que son capaces de imponer y moldear opinión de manera masiva. Estos están siendo patrocinados por grandes empresarios, para defender los principales intereses de estos mismos. Incluso, crean una hiperinformación, dejando sin descanso y llenando de noticias falsas o modificadas a la población.
Por ende, el llamado del presidente Gustavo Petro a las calles, a pesar de tener posibles estrategias electorales en cara al 2026, aporta a que se consoliden unas bases de participación dentro del sistema político. La movilización fue a nivel nacional, con resultados medianamente satisfactorios, que pueden ir en corriente para lograr la participación necesaria, para la pronta consulta popular.
Debemos intentar acudir masivamente a espacios que intenten potenciar los elementos democráticos para un Estado, que no solo la participación ciudadana, se quede acotada en unas pobres elecciones
cada cuatro años. Claramente, estos espacios se construyen a través de las movilizaciones sanas, con una solidificación argumentativa, acompañada de una reacción necesaria y justificada. Estos sitios, no pueden ser una edificación de ideas simples, superficiales y acompañadas de una gran dramaturgia por caprichos e intereses de algunos líderes.
En el caso de Medellín, que es considerada “la cuna del uribismo”; hubo una reacción considerable a favor de la consulta popular, para que se lleven a cabo las dos reformas que se encuentran rezagadas en el congreso de la república. Pero estos espacios, deben ser ideales para la creación de diferencias en la ciudadanía, y no para que se ejerzan más radicalismos dentro de la población.
También tener presente que vivimos en una realidad política compleja, con unos líderes regionales que no son para nada ejemplares. Que solo se basan en múltiples mensajes con contenidos extremistas, radicalizando cualquier tipo de discusión política dentro del sistema.
Por eso, mi invitación es a seguir trabajando desde las distintas movilizaciones sociales, a ser objetivos, empáticos y responsables con la otredad. Poder agarrar toda esa experiencia en violencia que tenemos como país, para implementar diálogos, acuerdos y pactos, en pro de mejorar las condiciones de paz entre la población. Porque solo a través de una participación ciudadana activa y responsable podremos transformar nuestra sociedad y avanzar hacia un sistema político más legítimo e inclusivo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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- Histórico, P. y. R. (s.f.). Élites, poder y principios de dominación en Colombia. Lapluma.net. Recuperado el 18 de marzo de 2025, de https://www.lapluma.net/wp-content/uploads/2022/08/PEARCE-VELASCO-ELITES-Y-PODER-EN-COLOMBIA-1991-2022.pdf
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- Ley 58 de 1985. (s.f.). Gov.co.Recuperado el 18 de marzo de 2025, de https://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1610622
- Duverger, M. (s.f.). Los partidos políticos. Recuperado el 18 de marzo de 2025, de https://mcrcalicante.files.wordpress.com/2014/06/los-partidos-politicos-maurice-diverger.pdf
- Rodríguez-Peñaranda, J., & Galindo-Melendez, W. (2019). Liderazgo y gobernanza en el desarrollo territorial de Colombia: Reflexiones desde la ciencia política y la administración pública. Revista Latinoamericana de Estudios de Desarrollo, 1(9), 181-200. Redalyc. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/4766/476655654009.pdf
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