“En América Latina, según la Organización Internacional del Trabajo[1], más de la mitad de los trabajadores están en la informalidad. Por otra parte, “, la tasa de crecimiento del empleo se ha reducido significativamente desde la década de los ochenta, y en el período 2013 – 2022, el número de ocupados ha crecido anualmente en promedio un 1,1%.” (OIT, 2024).
Sin trabajo formal no hay ingresos fijos, y sin éstos no hay acceso a la salud y posiblemente a la educación de los hijos (quienes tendrán que insertarse en el mercado laboral informal a temprana edad).”
Enero, 7.40 de la mañana… El Servicio Meteorológico advierte 26ºC, pero en el cuerpo aún se siente el aliento hirviendo de una noche asfixiante. Antes de prender la computadora para comenzar a trabajar miro por la ventana. A unos metros de mi casa están construyendo. Una casa, un muro o quién sabe qué.
Pienso en el calor, en que si abro la heladera tengo agua fresca a mi disposición, en que aún sigue nublado pero el sol está empezando a asomar. A simple vista, imagino que son un matrimonio. Él tendrá unos cincuenta, aunque suele ser difícil adivinar la edad cuando el trabajo duro deja marcas en el cuerpo. Ella, que tal vez sea más joven, le ceba mates sentada en una improvisada silla de ladrillos.
De repente ambos se levantan y vuelven a su faena. Agua, cemento, agua. Cemento, ladrillos, cemento. Y, como el tejido de Penélope, el ciclo se repite una y otra vez.
No puedo dejar de mirarlos. Pienso en el sol que en no más de una hora abrazará sus pieles curtidas de trabajo. Imagino en que, muy posiblemente, si alguno de los dos se lastima tendrán que ir al hospital público, esperar horas eternas y quién sabe si habrá dinero para los medicamentos. Imagino unos hijos durmiendo en la casa, tal vez solos, improvisando un desayuno “con lo que hay”.
En América Latina, según la Organización Internacional del Trabajo1, más de la mitad de los trabajadores están en la informalidad. Por otra parte, “, la tasa de crecimiento del empleo se ha reducido significativamente desde la década de los ochenta, y en el período 2013 – 2022, el número de ocupados ha crecido anualmente en promedio un 1,1%.” (OIT, 2024).
Sin trabajo formal no hay ingresos fijos, y sin éstos no hay acceso a la salud y posiblemente a la educación de los hijos (quienes tendrán que insertarse en el mercado laboral informal a temprana edad).
Pero el empleo informal no es sólo un problema del presente. El acceso al régimen de pensiones presenta la misma desigualdad. ¿Qué pasa en nuestra región con los adultos mayores que trabajaron en la informalidad toda su vida?
En el caso de Argentina, existen planes de moratoria para que este sector pueda acceder a una pensión o jubilación. Sin embargo los avatares económicos y el cambio de gobierno hacen tambalear este programa.
La sociedad ha cambiado, eso es innegable. La expectativa de vida es cada vez mayor, por ende tendremos cada año mayor porcentaje de adultos mayores sin ingresos fijos que les permitan tener una calidad de vida óptima.
Es imperioso que los gobiernos de la región diseñen políticas que permitan un crecimiento sostenido del empleo formal. Para ello, no alcanza una reducción impositiva a quienes contraten de de manera legal a sus empleados. Es igual de necesario pensar en la educación.
El acceso al mercado laboral implica estar formado acorde a los tiempos que vivimos. La escuela secundaria debe asegurar que los estudiantes egresen con conocimientos en distintas áreas (tecnología, educación financiera, entre otros).
Esto, sin embargo, no implica que se deban dejar de lado otras áreas. La escuela debe formar ciudadanos críticos, que sean capaces de tener un pensamiento propio, que puedan leer la realidad desde una mirada crítica. Es allí donde las ciencias humanas y el área STEAM deben estrechar lazos.
Vuelvo a mirar por la ventana, el sol ya no da tregua. El muro de ladrillos sigue creciendo, tal vez menos que lo que hoy mismo crecerá el trabajo informal.
[1]https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/87470164-6ff9-4cff-a836-b9ae88ccc7e3/content
Comentar