Ser elegido a la Asamblea de Antioquia es el resultado del trabajo que por años he realizado como líder social, comunitario y político en varias subregiones de mi amado departamento, especialmente en Urabá. Siempre he estado al lado de los intereses populares, levantando mi voz desde distintas posiciones para denunciar injusticias, reivindicar derechos y construir mejores posibilidades de desarrollo para las comunidades.
Por eso, mi elección como diputado no es un fin, sino un medio para seguir construyendo justicia social para los territorios y poblaciones vulnerables y olvidadas de Antioquia. Aunque hoy no formamos parte del partido gobernante en el departamento, y nos hemos declarado en oposición, desde una gestión de control político seria y juiciosa, contribuiremos a la defensa de los derechos de todos los antioqueños, sin distinción.
Es crucial resaltar que seremos oposición debido a que el programa de Gobierno y los recientes anuncios del gobernador electo Andrés Julián Rendón sugieren un retroceso en las conquistas históricas de la sociedad antioqueña. La eliminación o modificación estructural de secretarías clave como Juventud, Mujeres y Medio Ambiente evidencia un desprecio por temas cruciales para fomentar la dignidad social. De igual manera, el planteamiento de crear miles de frentes de seguridad urbana y rurales despierta preocupaciones por los antecedentes de estas iniciativas en el país.
Consideramos que los continuos ataques del gobernador electo al Gobierno Nacional y sus posturas públicas, contrarias a las directrices del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, ponen en alto riesgo las inversiones esenciales que Antioquia necesita en infraestructura y cohesión social, las cuales requieren del apoyo de la nación.
Por estas razones, como diputado electo en oposición, alineado con los principios de mi partido y el sentir de mis electores, insto al gobernador electo a priorizar, en el marco de la democracia, los intereses de los antioqueños por encima de los de su partido, permitiendo así que los recursos y proyectos del Gobierno Nacional beneficien el desarrollo de Antioquia.
Finalmente, desde mi posición en la Asamblea de Antioquia, ejerceré un control político riguroso al gobierno departamental, en el marco de la Constitución y la ley. No ahorraré esfuerzos en defender los intereses de los antioqueños, en especial aquellos de la Antioquia profunda que claman por paz y justicia social.
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