En este 2020 muchos recibimos sorpresas, muchas teniendo que ver con el coronavirus, con la pandemia.
Empleos perdidos, empresas en quiebra, en un principio escasez de comida por la compra excesiva por el miedo que nos causó el coronavirus, violencia contra las familias al encerrarse, parejas que al estar en encierro absoluto juntos se conocieron y se divorciaron, promesas de nuestro alcalde Daniel Quintero no sólo en campaña sino en pandemia también como la de congelar los servicios públicos que por sorpresa no lo hicieron, matrícula cero que no en todas las universidades se dio, ayudas del gobierno que no llegaron o que llegaron a medias por cuenta de la corrupción que es el peor virus que puede haber en nuestro país y muchísimas cosas más…
Que cada quién puede anexarlas.
Así como sorpresas malas hay sorpresas buenas o casi buenas como lo es: darle libertad a Álvaro Uribe Vélez lo cual nos hizo destapar los ojos y con ellos nuestra realidad, los escándalos de corrupción nos hizo ver que una lata de atún vale más que un kilo de atún, que una libra de carne vale más que el mismo animal entero, que estamos con salud, que hicieron la vacuna pero esa no es la buena noticia sino que una doctora no se la pondría ni a ella ni a su familia ¿con qué garantía tenemos que estar felices de ello, sin saber los efectos secundarios? En mi opinión no me la pondría yo, se la pondría a alguien que odie o que no le importe…
Y bueno este es un breve resumen de nuestro 2020 en Colombia, feliz año y esperemos qué nos viene para el 2021…
Ah… y ojo con el 2022 tomemos una buena decisión y salgamos de lo mismo, que no sea una bomba atómica peor que Uribe y sus Duques de polombia.
que pedazo de poronga