De nada sirve realizar un despliegue gigantesco de políticas públicas para aumentar el crecimiento y el empleo, si primero no se habla de salarios. Los trabajadores quieren tener sueldos más altos, los empresarios mayores rendimientos, los inversionistas mayores rentabilidades y los políticos más popularidad. Sin embargo, cuando todos obtienen menos, nadie está feliz. Los salarios bajos desincentivan a los trabajadores y afectan su productividad, seguido a esto, disminuyen los rendimientos empresariales, y por ende, la rentabilidad de los accionistas, lo que sumado a una sociedad insatisfecha, logra que ningún político sea popular.
Surge entonces la pregunta ¿Cómo elevamos permanentemente los salarios? Se han probado múltiples formas. Entre las más populares, se encuentra el decretar aumentos salariales, como es el caso de los salarios mínimos; empero, la evidencia ha mostrado cómo los incrementos reales de este destruyen el empleo en Colombia. Como ya lo había dicho en otro artículo, la más reciente investigación del Banco de la República: Moderate wage increases and flexible labour contracts to protect employment in Colombian manufacturing (Arango y Rivera, 2022), concluye que los incrementos reales en el salario mínimo –incrementos por encima del IPC– producen tal lamentable fenómeno. Un aumento de 1% real del salario mínimo genera una pérdida de entre 46 mil y 70 mil empleos al año.
Otra forma puede ser el realizar transferencias desde el Estado a los trabajadores, para así compensar los bajos salarios. No obstante, Colombia presenta una alta ineficiencia en su gasto público, principalmente por la mala focalización, los altos niveles de corrupción y las filtraciones del mismo, que le cuestan anualmente a los ciudadanos cerca de 50 billones de pesos, según el último informe para Colombia de la OCDE. Esto, llevaría a que las transferencias que deberían ser para los trabajadores, nunca lleguen a ellos.
Pero existe otra alternativa, de la cual poco se habla y ha demostrado ser la más efectiva a nivel global, pues ha permitido el aumento real de los salarios: la única manera de elevar permanentemente los salarios para todos. En esencia, se trata de permitir la evolución libre de intervención de los mercados, incluidos, entre ellos, el mercado laboral. La base empírica muestra que aquellas economías con altos niveles de libertad económica logran desarrollar mercados más complejos y competitivos, evidenciando una marcada tendencia hacia el crecimiento de los rendimientos, rentabilidades y salarios reales. Para lograrlo, es necesario eliminar y reducir al máximo posible las distorsiones generadas por agentes externos que no participan de manera directa en las transacciones que se dan de manera libre y voluntaria en el mercado.
Todos los ingresos, tanto de empleados, como de empresarios, inversionistas y el Estado en general, provienen de una misma fuente: el capital. De este modo, la única forma de poder garantizar la elevación constante de los salarios reales, es favoreciendo que el nivel de capital de una nación crezca a mayor velocidad que su población. En palabras de Ludwig von Mises: “Lo único que el Gobierno puede hacer para mejorar el bienestar material de las masas es establecer y preservar un orden institucional en el cual no existan obstáculos para la acumulación progresiva de nuevos capitales, ni para su utilización en el mejoramiento de las técnicas de producción”.
Claramente, los salarios son una función de la productividad de los trabajadores, y la productividad de estos incrementa más rápidamente aumentando las cuotas de capital per cápita y mejorando los métodos de producción, pues el capital le sirve de apoyo logístico a empresarios y trabajadores para poder ser más productivos e incrementar sus ingresos conjuntos.
Sin embargo, existe una gran ignorancia, incluso entre los economistas, sobre el rol del capital, y una gran hostilidad hacia aquellos que lo poseen. Si la sociedad quiere un 2023 con salarios más altos, Colombia necesita una ciudadanía con más capital, nunca menos.
Otras columnas del autor: Jair Viana
Referencias
Arango, L. E., & Rivera, S. A. (2022). Moderate wage increases and flexible labour contracts to protect employment in Colombian manufacturing. Journal of Policy Modeling, 44(3), 511-738. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0161893822000369?dgcid=author.
La versión original de este artículo apareció por primera vez en el Diario La República (Colombia) y la que le siguió en nuestro medio aliado El Bastión.
Hello.
https://googler.com
Good luck 🙂