Este es mi ejercicio, es propio y es bajo mi opinión:
- No apruebo un candidato que piense desde la desinstitucionalidad, a partir de su propia incoherencia, teniendo en cuenta que como candidato está donde está, gracias a la misma institucionalidad. Ésta debe fortalecerse y sus formas de vinculación con la sociedad.
- La gratuidad es un modelo que al oído del ciudadano genera conexión, es un proceso muy articulado al ideal de lo que se quiere, y que quisiéramos para muchos aspectos. Pero esta gratuidad es un factor que se ha llevado al populismo y el manejo que a partir de éste se da con las masas, porque el vacío argumental de lo gratuito debe ser llenado con el cómo y con las realidades del país. Y un candidato que piense desde este factor sin un modelo que se vislumbre en cuanto al contexto y el metacontexto, para mí, no deja de ser una mera acción populista y vacía.
- La sociedad colombiana es diversa y amplia. Desafortunadamente un gran porcentaje poco lee, se culturiza y poco se interesa en procesos socio-políticos, por ende, el mayor reto y realidad para muchos sectores sociales es acceder a una teja, un sancocho o cualquier dinero, y por eso, el voto se vende. No hay un proceso interiorizado o por lo menos consciente. Y aclaro, que en este argumento hay mucho de fondo para analizar.
- Creo en la democracia. Desde mi opinión, un candidato no puede mostrarse como si fuera el único y él solo, quien puede direccionar el Estado, mostrarse por sí mismo como un gran Leviatán. La labor debe ser hasta desde un principio básico de humildad, entender que es necesario un equipo y la función de distintos estamentos o roles, uno de ellos la fuerza pública.
- Sí el mayor argumento para ganar adeptos o posicionarse es el disenso y la confrontación no creo que pueda ser una idea seria. Un candidato que parta de esto, poco me interesa.
- Creer que quien no lo apoye como candidato es un enemigo del pueblo, es un acto de fatal egocentrismo y es un elemento de mayor división. Es el discurso del neopopulismo en el cual se cree que a partir de lo visceral se promete y así mismo se cumplirá. Es no medir los posibles contrastes de la realidad Vs el ideal.
- El silencio ante actos fronterizos o la omisión de las problemáticas por plena conveniencia ideológica y de otros factores es un mal mayor. Como gobernante, en un contexto de geopolítica cambiante y de retos desde la real politik no pueden dejarse a un lado infracciones a los derechos humanos tan graves como lo que sucede en Venezuela. Ese silencio se convierte en complicidad. Puede leerse sobre el Foro de Sao Paulo.
- Vender modelos de igualdad y un socialismo marcado para la sociedad, pero sin vivir en dicho modelo y de hecho, viviendo desde el puro capital, es algo tan incoherente como irracional. Y eso que esto es algo de poco fondo. El fondo está en el cumplimiento y viabilidad de las propuestas.
- Creo en las Fuerzas Militares y en la Fuerza Pública y sobre todo en todo el trabajo que se debe hacer en estos sectores. Debe vislumbrarse un trabajo serio en esta parte y al menos consciente de la importancia de esta institución, de hecho, no puede darse desde la confrontación a la misma institucionalidad. Afrontar y leer los retos en defensa del territorio y no hablo sólo de aspecto militar. Una amplia propuesta en defensa y seguridad.
- Creo en la pluralidad política, y en que debe existir oposición. Pero el apoyo de la Farc como partido no es un voto de confianza y mucho menos, un actor que sume. Simplemente porque creo en que hay cosas dentro del proceso de lo negociado que deben cumplirse y que la coyuntura y la realidad desbordan a eso que fue negociado. Y no hablo de esa vertiente de hacer trizas. Ejemplo y caso concreto acciones dentro de la misma JEP.
- Hay retos del postacuerdo que deben tenerse en cuenta. Un candidato que omita o subvalore dichos retos, simplemente por simpatía a ciertas corrientes, para mí no es garantía de un conocimiento de país. No es buscar la violencia o la guerra, es hablar desde campos de realidades y objetivos claros
- Porque es mi voto consciente, sin dejar que la sociedad en red, marcada y violenta, influya en mi voto. Por ende, según las anteriores ideas, mi voto está claro.
- Y no busco un candidato perfecto. Soy consciente que por quien voto, hay elementos que puedo no compartir.