La semana pasada asistí al gran “Foro ACP, petróleo y gas”, encuentro de diálogo y discusión con respecto a los retos que tiene el sector en materia de cambio climático, sostenibilidad, inversiones, transición energética y seguridad energética. La agenda se desarrolló con la asistencia de presidentes, directivos y técnicos que trabajan en las compañías que hacen parte de la ACP, también participó el Gobierno nacional con la presencia del Ministro de Minas y Energía Diego Mesa y el Viceministro de Ambiente Nicolás Galarza, quienes expusieron los avances en materia de Transición Energética, la ruta del Hidrógeno azul y las inversiones que en materia de energía renovable pueden llegar al país, además de la agenda en materia normativa ( Ley de delitos ambientales- Ley de acción climática – Ley de transición energética y decreto de reúso de aguas), y de los compromisos que debemos lograr con la reducción del 51% de emisiones del GEI para el 2030, y ser carbono neutrales en el 2050.
El debate sobre el futuro de los hidrocarburos en nuestro país está en la agenda de todos los colombianos quizás como nunca antes, debate que se debe dar con responsabilidad técnica, económica y respondiendo a las realidades que enfrentamos como país, por causa de la guerra de Rusia contra Ucrania. No de manera ligera, como ha ocurrido con las declaraciones de Petro, quien pretende si llega a la Casa de Nariño, eliminar por completo la exploración y explotación de hidrocarburos en el país, decisión que sería fatal económicamente para el presente y el futuro de las finanzas estatales; así como ha manifestado desembalsar a HIDROITUANGO que va a generar el 17% de la seguridad energética del país, aportando 2,400 megavatios de energía.
El debate debe ser claro, técnico y sin titubeos, los Hidrocarburos juegan un papel fundamental en Colombia, es un sector que genera 120 mil empleos directos, y alrededor de 2 empleos indirectos por cada uno de los anteriores, y en el PIB representa 3.3%; en los últimos años hemos exportado más de 200 mil millones de dólares, y Ecopetrol con el Ministerio de Minas, han logrado firmar nuevos contratos de exploración y producción, que no se suscribían hasta 5 años antes del Gobierno Duque; el 2021 se convirtió en el año con unas de las rondas más exitosas para la adjudicación de áreas petroleras y gasíferas, que permitió consolidar una inversión de US$148,5 millones en el sector de hidrocarburos, a través de 30 contratos, logrando superar la meta del cuatrienio (con 69 acuerdos) planteadas en el Plan de Desarrollo que planteó 50 contratos.
Vivimos una realidad importante sobre la necesidad de lograr la Transición Energética para el país, luchando contra el cambio climático, y lograr los compromisos que están plasmados en varios acuerdos con la industria para alcanzar la carbono neutralidad a 2050, aportando a la meta nacional de reducción de gases de efecto invernadero; pero no podemos sacrificar la seguridad energética del país, no lo podemos permitir. Nuestro país se ubica a nivel mundial en el puesto número 4 de la inflación energética más baja con un solo dígito, gracias a todos los proyectos de generación de energía con que hoy contamos, además de entender que para lograr una matriz energética limpia en su totalidad, necesitamos de los convencionales y no convencionales.
Colombia no puede permitir que la demagogia con respecto al sector de los hidrocarburos siga ganando fuerza por una narrativa errónea; si esto ocurre estamos llamados al fracaso, no podemos depender de otros países productores; no perdamos la oportunidad de producir y exportar, con tecnología y responsabilidad ambiental. Si nuestro país se niega, en 8 años pasamos a importar hidrocarburos incluso para el consumo interno, lo que puede significar por ejemplo que un galón de gasolina pase a costar $25 mil pesos, lo que afectaría a la población más vulnerable si se tiene en cuenta que el 70% de las 12 millones de motos que hay en el país es de estratos 1-2 y 3; la factura del gas de los 11 millones de colombianos, pasaría de $40 mil a $150 mil pesos, y los insumos agropecuarios derivados de los hidrocarburos como la urea, valdrían entre #450 a 500 mil pesos. Ojo Colombia!
Comentar