Frederick Copleston en su Historia de la Filosofía, disertando sobre los filósofos presocráticos, aquellos llamados Jonios, por pertenecer a la Jonia, aquella parte de Grecia que quedaba sobre las costas del Asia Menor, hoy Turquía, y específicamente sobre el primero de ellos, el famoso Tales de Mileto, quien afirmaba que el principio de todo era el Agua, que:
“…él concebía “las cosas” como cambiantes formas de un primario y último elemento. Que designase el agua como este elemento es la característica histórica que le distingue, por así decirlo; pero lo que le granjea su rango de primer filósofo griego es el hecho de haber sido él el primero en concebir la noción de la Unidad en la Diversidad…” (Federico Copleston; Historia de la Filosofía; Tomo I; Grecia y Roma; Ariel; 6 ed; 1981; Pag. 38)
Unidad en la diversidad es el principio fundamental que debe unir a Medellín para ganar las elecciones de Alcalde y Concejo de la ciudad el próximo 29 de octubre. No se trata de unas elecciones cualesquiera. Se trata de recuperar la gobernabilidad. ¿Para quién? Para la ciudad. Sin importar ningún interés o color político.
Recuperando a Medellín, recuperaremos a Empresas Públicas de Medellín, que le transfiere al Municipio de Medellín la “bicoca” de cinco mil millones de pesos diarios ($ 5.000.000.000,00) para que Medellín haga lo que quiera para atender sus retos sociales.
Recuperando a Medellín, recuperaremos a Hidroituango para Medellín y para Antioquia. Hidroituango es una represa hidroeléctrica que genera al día de hoy, con sólo dos turbinas prendidas, “la bicoca” de un millón de dólares diarios ($ 1.000.000,00) que a una tasa de $ 4.700,00 representa cuatro mil setecientos millones de pesos diarios ($ 4.700.000.000,00), que es prácticamente lo mismo que transfiere EPM a Medellín cada día.
Hidroituango está diseñada para poner en funcionamiento ocho (turbinas), lo que generará para esa empresa la suma de cuatro millones de dólares diarios ($ 4.000.000,00) o sea veinte mil millones de pesos cada día ($ 20.000.000.000,00) y todo para Medellín y para Antioquia, pues Hidroituango es de EPM y del Departamento de Antioquia por partes iguales. De esas ocho (8) turbinas, cuatro (4) estarán en funcionamiento este año. Ya dos (2) lo están. Es decir, Hidroituango es nuestro proyecto.
Medellín es el corazón de Antioquia porque es su Capital. Recuperando a Medellín, Antioquia es Antioquia, y, juntos, nos volcaremos a nuestro mar: Urabá, con nuestro Túnel del Toyo y Autopistas Mar 1 y Mar2, renaciendo nuestra vocación industrial y convirtiendo a Antioquia en la mejor esquina de América, recibiendo al mismo tiempo insumos de centro del país a través de las autopistas del Nus, y del sur, a través de las autopistas Pacífico 1 y 2.
Medellín está siendo asaltada por un desquiciado Alcalde y su séquito de depredadores. Daniel Quintero Calle llegó creyéndose el Vasco Nuñez de Balboa, que descubrió el océano Pacífico, y denostando de nuestras empresas, de nuestros dirigentes, de nuestros ciudadanos, de nuestros profesionales y trabajadores, y resolvió importar todo su equipo gerencial “porque aquí no había sino montañeros”.
No es hora entonces de colores políticos, ni de ambiciones personales, aunque legítimas. Es hora de poner por encima de cualquier interés, el bien general sobre el particular y ponernos de acuerdo, obligatoriamente, en un candidato a la Alcaldía de Medellín de carácter cívico y en elegir sólo concejales preparados, serios, estudiosos, honestos, que pongan por encima la ciudad. Nunca a quienes acompañan a Quintero Calle y que le hacen mayoría hoy en el Concejo.
Aun estamos a tiempo para que nuestro País, Colombia, diverso, sea dirigido por la Unidad que vamos a demostrar en Medellín. Medellín es y será la tea que alumbre el camino en esta oscura noche por la que atraviesa Colombia en manos de un gobierno que nos tiene en las esquinas de un pavoroso abismo.
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