“Son las empresas las que se involucran en el cambio de paradigma productivo y activan los mecanismos de resiliencia evolutiva de la sociedad”
Hace poco me encontré en una interesante disertación sobre la sostenibilidad en las empresas a través de la visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en línea con el cambio climático y la conservación del medio ambiente, contenidos en el objetivo No 13 de 17 que deben cumplirse en su mayor proporción en 2030, agenda que en algunos casos muestra retrasos.
Bien, al hablar de sostenibilidad, el contexto es gigante, pues no solo concierne a los intereses generales de conservación del medio ambiente, consumo responsable, prácticas empresariales bajas en carbono, producción limpia, desarrollo y uso de fuentes de energía no convencionales entre otros medios para reducir externalidades negativas en el entorno vital de los seres humanos y de cada ser vivo que habita el planeta.
En este orden de ideas, aparecen en primer lugar y como actores de cambio estructural las empresas, pues son las que verdaderamente se involucran en el cambio de paradigma productivo y activan los mecanismos de resiliencia evolutiva de la sociedad y el planeta, y en este escenario juega a su vez un papel primordial la academia y el Estado, aunque también se escucha hablar de los influenciadores que han tomado partido en la discusión medioambiental, aunque aún desde la barrera de percepción subjetiva, han logrado impactar las formas.
Pero volviendo al campo de las empresas, el modelo de triple cuenta que impacta las dimensiones económica, social y ambiental, así como la materialización de la transición gemela que implica juntar dos transformaciones; digital y ecológica, son puntos neurálgicos para lograr la sostenibilidad, sobre todo en un momento donde los jóvenes y en general la población están angustiados por la macro dimensión del cambio climático, incluso los bonos verdes empiezan a ser una herramienta de financiamiento positiva en este caso. Recordemos que Colombia es el primes país latinoamericano en desarrollar la taxonomía verde para permitir un portafolio de inversiones que mitiguen el cambio climático.
Circunstancias como las anteriores, me llevaron a concluir que la sostenibilidad muta desde el pensamiento del individuo como tal, el del empresario, el del gobierno nacional, aquel del gobierno local, el que viene desde la academia y el simplista de las conversaciones diarias de oficio, pero tengamos cuidado, cada una de estas concepciones es tan importante como el conjunto total de las partes involucradas.
Así que, de la charla les puedo contar que son una realidad los esfuerzos por contribuir al cambio climático y por de la producción algo sostenible y sustentable, al tiempo que requerimos de la figura empresarial que es el motor de la sostenibilidad, dejemos a un lado el gobierno, que indudablemente adecua las condiciones institucionales para lograr cambios positivos, y centrémonos en la relación EMPRESA – ACADEMIA – SOCIEDAD, la primera financia acciones cuantiosas para lograr ser sostenibles, la segunda crea los canales expeditos de conocimiento y la tercera pone en práctica los resultados de las dos primeras, de manera que, cuan importantes son estas relaciones, cuan valiosas son las empresas y cuan necesario es el conocimiento.
Para darle forma a este debate, somos conscientes del ámbito institucional que a veces puede volverse turbio debido a cargas ideológicas pero necesario para direccionar acciones conjuntas, la empresa ya no es la cárcel explotadora que cava la tumba de los trabajadores como se dijo alguna vez en el revoloteo de clases, y la academia ha direccionado el conocimiento a todos los que estén dispuestos, ahora aparece la IA que aporta un nivel de información infinito y tenemos relativamente seres humanos más educados, racionales y sensibles, por lo tanto, ser sostenible es costoso, muy costoso, pero ya están los mecanismos, hay que dejarlos actuar, hay que seguir creando conciencia y hay que buscar que las personas cambien las emociones por resultados.
¿Nosotros y ustedes somos responsablemente sostenibles?.
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