El socialismo no es libre, es totalitario: bajo la lógica que no existe propiedad privada, no existe libertad de expresión, asociación, producción o algún tipo de libertad.
Friedrich Hayek en Camino de Servidumbre (1944) o Ludwig von Mises en Liberalismo (1927), exponen todos los tipos de socialismo, desde el creado por Johann Karl Rodbertus o Karl Marx, hasta la socialdemocracia, intervencionismo o cualquier tipo de sistema que implique coacción institucional sobre los hombres. En el socialismo, donde el Estado controla todos los medios de producción, la libertad depende del capricho del gobernante en el poder, ya que la expresión de las libertades políticas y económicas necesitan una base material que no existe sin propiedad privada. Un ejemplo de esto fue Salvador Allende, quien no censuró ideas, pero privó a las personas de expresarlas al nacionalizar el papel de la prensa. Si no hay propiedad privada, no hay libertad.
El socialismo es injusto: no recompensa a cada uno según su esfuerzo o habilidad, ya que se basa en la igualdad salarial.
En el socialismo, el salario se otorga por criterios políticos en lugar de criterios económicos, lo que significa que el amigo del dictador gana más que el que no está en su círculo. Este sistema no otorga a cada uno lo que merece, sino que da a todos por igual sin importar su esfuerzo o habilidad.
El socialismo es imposible: sin propiedad privada, los precios los asignan los políticos, impidiendo la libre actividad empresarial y la formación de precios naturales y justos, lo que hace que el sistema colapse.
En la Polonia socialista existió un momento en que, por cuestiones políticas, se fijó el precio del pan más barato que el precio del trigo. En principio parece algo socialmente correcto, pero el resultado fue que a los cerdos los alimentaban con pan porque era más barato que el trigo y las personas no encontraban pan para sus hijos. La existencia de precios libres permite a los individuos elegir qué bienes comprar y cómo usar los recursos; la inexistencia de precios libres es la razón por la cual el sistema económico socialista es un error y un fracaso.
Si hasta este momento crees que este tipo de cosas solo pueden pasar en un análisis teórico del socialismo, ¡estás equivocado!
Entre 1918 y 1921 se aplicó el llamado Comunismo de guerra por los Bolcheviques, donde hubo una abolición total del mercado al eliminar la libre formación de precios por completo; nunca en la historia de la humanidad se había experimentado una caída tan grande y rápida de la productividad económica en una nación. Al cuantificar la producción de grano entre 1917 y 1918, se encontró que de una producción de 3.000 quintales de grano en 1917 se pasó a una de 30 quintales en 1918. El resultado de aplicar el Comunismo de guerra –que fue el socialismo real en la práctica– fue una hambruna con cientos de muertos y un conflicto interno masivo; solo hasta 1921 que se crea la NEP (Nueva Política Económica) por parte del X Congreso del Partido Comunista Ruso, que introducía en ella rasgos distintivos del sistema económico capitalista, como los precios y algunas empresas privadas, se pudo superar la hambruna en buena parte. Sin embargo, esto tampoco funcionó plenamente.
Como bien dijo Churchill, “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria”.
La versión original de este artículo apareció por primera vez en el Diario La República (Colombia) y la que le siguió en nuestro medio aliado El Bastión.
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