Daniel Quintero Calle, exviceministro de las TIC, ha entrado en la puja por la Alcaldía de Medellín y rápidamente se perfila a suceder a Federico Gutiérrez, ante una eventual ausencia de Aníbal Gaviria en la contienda del 27 de octubre.
Se ha hecho común la expresión “la política es dinámica” para referirse al constante movimiento, más que al cambio, en el escenario político, cada vez que se dan nuevas alianzas, consolidación de partidos, o candidaturas inesperadas. Y dinámica es la política en Antioquia, donde Aníbal Gaviria, exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín, y a quien muchos creían aspiraría de nuevo a la Alcaldía y daban como favorito, ha decidido aspirar a la Gobernación, lo cual ha generado un efecto dominó en el espectro electoral antioqueño.
Sin Gaviria en la puja por la Alcaldía de Medellín, se redefine la baraja de quienes esperan suceder a Federico Gutiérrez (Fico) dejando en franca lid a dos aspirantes, al exviceministro de las TIC Daniel Quintero, el cual se perfila como el contrapeso del excongresista Alfredo Ramos, precandidato del Centro Democrático.
Quintero, quien oficializó su candidatura independiente, se ha caracterizado por sus duras críticas sobre el descalabro de Hidroituango, cuya construcción, señala el candidato, ha estado viciada por los malos procedimientos, la corrupción y las malas decisiones tomadas incluso desde su adjudicación, la consecuente venta de activos de EPM para hacer frente a la emergencia y el detrimento patrimonial que esto implica para la ciudad, respecto de lo cual expresa que hay que recuperar la empresa insignia de Medellín y sancionar drásticamente a los directos responsables sobre las malas decisiones tomadas en la megaobra, desde funcionarios de las anteriores Gobernación y Alcaldía hasta la Gerencia de EMP, entre los cuales señala directamente a Esteban Calle, quien luego de ser gerente de esta última, paso a la gerencia de Argos, empresa dueña de una de las constructoras de Hidroituango, y por tanto una de las principales responsables contractuales de la obra.
Si bien hasta el momento, cuando apenas inicia la contienda electoral, ningún candidato aventaja significativamente a los demás en sus aspiraciones por la Alcaldía de Medellín, como lo muestra la más reciente encuesta Invamer en la que el precandidato del Centro Democrático tiene un 20,9% de intención de voto, hay que tener en cuenta que aun cuando Medellín y Antioquia se han caracterizado siempre por su tendencia conservadora y, en las dos últimas décadas, por ser el bastión del uribismo tanto en las elecciones presidenciales, en NO en el plebiscito por la paz y el apoyo a las objeciones a la JEP, las elecciones más recientes para Alcaldía y Gobernación han sido la excepción a la regla, pues la primera ha sido dirigida en los últimos cuatro periodos por candidatos de otros partidos como Sergio Fajardo, Alonso Salazar, Aníbal Gaviria y el saliente Federico Gutiérrez, quien sin ser del Centro Democrático si tiene afinidad con el uribismo; mientras que la Gobernación de Antioquia, de la misma manera, ha sido dirigida por Aníbal Gaviria, Luis Alfredo Ramos, Sergio Fajardo y Luis Pérez Gutiérrez, este último el cual superó en votos a Andrés Guerra, entonces candidato del Centro Democrático y que aspira nuevamente a la Gobernación.
Así las cosas, Medellín será una vez más el escenario en donde el uribismo será puesto a prueba y medirá fuerzas con sectores políticos independientes que no le son afines y que le han venido ganando territorio, simpatía y votos en su propia casa, lo cual podría decirse es indicativo de una dinámica similar en las elecciones en las principales regiones y ciudades del país.
Lo único claro es que de ser Quintero Alcalde de Medellín, más de uno terminará en la cárcel.