Si Suecia puede, aquí también

José María Dávila Román

“En siglos de historia minera sueca, nunca hemos escuchado que este país sufra los “flagelos” que trae esta actividad a las regiones según los activistas antimineros de Colombia”.


El ministro de Minas y Energía de Colombia, Andrés Camacho, publicó esta semana en su cuenta de X que “He iniciado mi visita por Suecia con el objetivo de fortalecer alianzas estratégicas que nos permitan avanzar en nuestro propósito de la #TransiciónEnergéticaJusta. Hoy mi gira inicia con un recorrido guiado por una mina subterránea sostenible” (ver) y agregó que “Suecia ha avanzado significativamente en la minería sostenible, enfocándose en tecnología verde, automatización y eficiencia energética. Hoy acepté la invitación de Jenny Grebetg – vicepresidenta de Tecnología de LKAB, para una visita guiada por una mina”.

La mina a la que hace referencia el ministro Camacho es de hierro y es operada por la empresa sueca LKAB, fundada en 1890. 134 años después sigue operando en las regiones de Kiruna y Gällivare, norte de Suecia, relativamente cerca del mar de Barents en el Océano Ártico.

A raíz de la minería, otras empresas suecas han surgido a partir de este sector, destacándose por su innovación y tecnología, como la empresa Epiroc que es proveedora de equipos y maquinaria, como vehículos autónomos y semiautónomos que, de manera remota, los operadores los manejan desde sus casas y oficinas, incluso estando a kilómetros de distancia, como si estuvieran jugando un videojuego, haciendo de la minería una labor más segura para las personas y evitando la ocurrencia de accidentes.

En siglos de historia minera sueca, nunca hemos escuchado que este país sufra los “flagelos” que trae esta actividad a las regiones según los activistas antimineros de Colombia. Suecia no sufre de escasez ni contaminación del agua, tampoco de desórdenes sociales como prostitución y drogadicción, que contradictores a esta actividad alegan que son fenómenos generados por la minería, cuando esas problemáticas son claramente factores culturales y educativos.

Otro argumento de los activistas antimineros es que los minerales en Colombia se exportarían, como si eso fuera malo, cuando las exportaciones generan altos ingresos y divisas, y como si no exportáramos otros productos como el petróleo, café, aguacate, flores y bananos. De hecho, Suecia basa buena parte de su economía en la exportación de su principal recurso mineral como el hierro, así como energía hidroeléctrica y madera, y eso no es excluyente.

A diferencia de la falsa dicotomía de los activistas antimineros de pretender obligarnos a escoger entre minería o agricultura, en Suecia, a pesar de las condiciones climáticas adversas, producen trigo, avena, papa, cebada, remolacha, entre otros; y en el sector pecuario producen leche de vaca, carne de cerdo, pollo y res. De todo un poco, con el propósito de aprovechar sus ventajas competitivas para garantizar calidad de vida a su población.

Si Suecia lleva haciendo minería de manera sostenible hace cientos años, respetando la naturaleza y apalancándose en esta actividad para que sus habitantes tengan buenas condiciones de vida, ¿por qué no podemos hacerlo en Colombia? La mayoría de los imaginarios negativos que las personas tienen de esta actividad vienen de la ilegalidad que ni el mismo Estado ha sido capaz de erradicar.

En lugar de seguir enfrascados en debates largos y tensos sobre si hacer minería o no, deberíamos es centrarnos en cómo desarrollar esta actividad para aprovechar esos recursos naturales que nos guste o no, ya tenemos en nuestro territorio y que contribuirían a superar la pobreza para que así la mayoría de los colombianos vivan dignamente.

*Empleado de Minera de Cobre Quebradona, mis opiniones no representan a mi empleador.

José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.