“aunque existan barreras para la participación política de los jóvenes, hay una generación que se viene formando en cultura ciudadana y actuando cada vez de manera más responsable ante los sucesos de nuestro país”
Los jóvenes solemos ser bastantes destructivos frente a los temas de política, ufanados en la simplicidad de reprochar toda acción u oralidad de nuestros dirigentes nacionales y locales. Además, somos la población de más alto índice de abstención en las elecciones de nuestro país. Pero sin duda, estamos pasando de la estricta crítica a la construcción de nuevas ideas, siendo una generación mayormente activa, con más interés en la opinión y participación en temas de política con responsabilidad cívica.
Actualmente la participación de los jóvenes en política y temas sociales ha venido aumentando, ya nuestras conversaciones trascienden de nuestro círculo social, pasando a generar debate frente a los diversos temas como la política en las redes sociales y en la academia, algo que era realmente extraño años atrás. Lo anterior viene de la mano con la tecnología, pues se presenta la facilidad de conocer una noticia en tiempo real, de comentarla y difundirla al instante, esto sin duda ha sido la base del interés que genera en nosotros los jóvenes sobre la actualidad de nuestro país, principalmente en la política.
Lo anterior lo evidencio de un artículo de El Espectador llamado – Los jóvenes de Colombia: críticos y desconfiados, pero abiertos al perdón y la reconciliación – del 5 de junio del 2017 por Redacción Política. En donde indica textualmente “Un estudio del Ministerio del Interior, la Universidad de los Andes y el Barómetro de las Américas muestra que a la juventud en el país sí les interesa la política y mucho, y que participan, pero no a través de partidos o votaciones” y da muestra de los porcentajes del respectivo estudio, en el que hay participación de los jóvenes, pero desde la opinión, y no tanto desde las votaciones como candidatos o electores.
Hemos evidenciado campaña tras campaña electoral, rupturas de la política tradicional, pues se les brinda a muchos jóvenes la oportunidad de que se empoderasen de ellas, dándoles una importancia que muy poco se veía en elecciones pasadas, y generando así una confianza fresca. Además de manera creativa se vienen utilizando las redes sociales como plataformas de interés, generando una transformación de hacer proselitismo electoral y llevando a la política tradicional a una adaptación, que rápidamente han entendido para no ser derrotados en las urnas.
Existen dos grandes barreras en la participación política de los jóvenes, barreras que hoy evidencio después de haber pasado por dos campañas políticas y ser actualmente concejal del municipio de Donmatías por segunda ocasión consecutiva.
Una primera barrera consta en la mínima confianza que nos tienen a los jóvenes para ser parte de organizaciones con participación o en instituciones políticas como un Concejo Municipal; sea por una falta de experiencia o por la costumbre de ver personas con una “edad avanzada” en esos espacios de participación. En mi campaña hacia el concejo municipal en el año 2015, alguien me preguntaba – ¿usted tan joven y metido en eso de la política? – esa pregunta y la expresión con que me la hicieron, me confirmó, que aún para algunos la política es solo “un cuento” de personas con “edad avanzada” y por “edad avanzada” me refiero a personas mayores de 35 años, es así, que ser joven y participar en política, conlleva un reto bastante grande.
La otra barrera es en contravía, hay jóvenes que no confían en la política, quienes ven eso como una olla de corrupción y un tema del que solo se le critica de manera destructiva. Esta barrera la abordo desde mi experiencia, pues fui parte de ella, simplemente criticando con mediocridad, pero poco a poco instruyéndome en el tema, llego a una sana conclusión de que, si estoy abierto a criticar, es porque debo de tener una mejor solución, y de pasar a ver la política inmersa en una olla de corrupción, a tener la convicción de ser parte del cambio para una mejor sociedad.
Así que, aunque existan barreras para la participación política de los jóvenes, hay una generación que se viene formando en cultura ciudadana y actuando cada vez de manera más responsable ante los sucesos de nuestro país y siendo parte de la transformación de una sociedad más incluyente, sin miedo a opinar y a estar más informada de la política.
De manera personal hago una extensa invitación a los jóvenes, para que sean partícipes y actores del cambio de un país que los necesita, críticos, activos y propositivos, así; continuar abriendo puertas a la dinamización de una política que debemos liderar los jóvenes y ser ejemplos de una sociedad creciente, teniendo en cuentas las diversas ideologías y pensamientos, lo cual nos hace realmente valiosos para ser el ejemplo de construir desde la diferencia.
Cabe resaltar que la base de la presente columna de opinión la realicé en el año 2016, y que ya en el año 2020 realizo una actualización con puntos de gran importancia sobre los jóvenes y la política. Finalizo con una frase de la que no recuerdo su autor, pero que en algún momento leí por allá en el 2015 en El Colombiano y con la convicción de su contenido, he adaptado para mi día a día en este campo político, y continuar con la lucha ante una de las anteriores barreras: es momento de que las nuevas generaciones asumamos con responsabilidad las políticas y banderas de nuestro país.
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