Si bien votaré por el SÍ en el plebiscito. Quiero dejar en claro una postura, las FARC-EP no representan al pueblo y mucho menos son baluarte de los valores y principios democráticos. Las FARC-EP y su eventual incursión en la democracia, a través de curules, dinero y plataformas regaladas son un irrespeto para la democracia misma y para los partidos de izquierda que han permanecido en la legalidad, mientras el grupo guerrillero traficaba droga y minaba nuestros campos. ¿Significará la participación política de las farc una revitaliación de nuestra democracia?
Así lo creo, pero no precisamente por las dignidades de quienes fuese, o serán, antiguos guerrilleros. Sino por la lucha y el combate por asegurar y mantener un orden democrático, ante quienes, dentro de ella, intentarán cambiarlo.
La Alianza Verde tiene 5 Senadores al igual que el Polo Democrático Alternativo; en cuanto a la cámara, tienen 6 y 3 representantes, respectivamente. ¿Es justo igualar a los partidos de izquierda legales y respetuosos de la institucionalidad a un grupo guerrillero que durante 50 años ha atentado contra la democracia? No creo, pero, ¿acaso no es justo terminar finalmente un conflicto que limita cada día precisamente nuestra democracia y el ejercicio de nuestros derechos políticos?
Se argumenta que las 10 curules que las Farc, como partido político, tendrán sólo por 2 períodos deberían de tranquilizarnos. ¡Son pocas y sólo por dos periodos! ¡no se están diluyendo nuestros principios democráticos! Se dice. Sin embargo, 10 curules con financiación y posicionamiento mediático es permitir que para las elecciones subsiguientes las Farc cuenten con una plataforma creada por el Estado y pagada por los colombianos, para aumentar aún más su capital político y electoral. Las 10 curules son sólo el comienzo; y, todo auspiciado por quienes hemos vivido en la legalidad para quienes lo han hecho en la ilegalidad.
Acá no acaba la historia. Las Farc recibirán 7 mil millones de pesos anuales para financiarse como partido, el 20% de lo que el Estado se gasta en funcionamiento de los partidos políticos. ¿Cuántos votos tuvo que obtener las FARC-EP para financiarse sobre muchos partidos legales y democráticos? Ninguno. Asimismo tendrán el beneficio de recibir un anticipo del 10% del tope de financiación electoral y si demuestran que se la gastaron en campaña ,así no consigan ni un voto, no tienen que devolverla. El objetivo, pareciese ser posicionar a las FARC-EP, como partido a toda costa. Pero si no fuera suficiente con tener financiación asegurada y mayoritaria como partido, tendrán mermelada para posicionarse en las regiones. ¡Cambiemos las armas por mermelada!
¿Que si me da miedo? ¡Claro que sí! Pavor de que el nuevo partido de las Farc empiece a ganar curules y ampliar su poder político, a dominar nuestro débil Estado y ser quien se posicione en las zonas donde éste no ha podido llegar. ¿Pero el punto desde el principio no era cambiar lo armado de las Farc por participación política? Eliminar la A, de armada, a las Farc y luchar contra ellas en la democracia. Entonces, siendo así, ¡Bienvenidas las Farc a la democracia, aquí lo que encontrarán será adversarios, porque no la tendrán fácil! Ahora todos podremos combatir a las Farc y demostrarles que dentro de las democracia, sin armas, sin coerción y simplemente a través del ejercicio del debate de ideas y argumentos, no ganarán por w. ¡Señores de las Farc, en democracia, ustedes perdieron hace años!