
“Así que seamos líderes nerds, de esos que estudian, leen y siempre están en búsqueda, con una sed constante de conocimiento. Y, por supuesto, este no es el único camino para aprender, pero sí uno que refuerza la profundidad, la paciencia y la empatía, cualidades fundamentales para ejercer el liderazgo de la mejor manera.”
Hace poco, en la universidad EAFIT, se expuso el informe de sostenibilidad, y me llamó la atención que una de las palabras elegidas para representar este nuevo año fue «aprendizaje». Textualmente decían: «El aprendizaje es un camino, una forma de ver el mundo. De habitarlo. Son las manos que descubren, que se unen.» Esto me llevó a reflexionar que todos los líderes debemos ser abiertos al aprendizaje y ser conscientes de él. No solo debemos entrenar el liderazgo a través de la praxis, sino también leer lo que está ocurriendo, no solo en nuestro círculo, sino a nivel global. Es importante cultivarnos en conversaciones sobre libros y temas académicos, fortalecer ese lado intelectual y organizar mejor nuestro día a día.
Sin duda, una de las frases que me gusta decir es que todos somos aprendices constantes y que, al aprender, soltamos el temor a fallar. Aprender es desear encontrar un error para intentarlo una vez más, recorriendo un camino que parecía llevarnos a una respuesta, pero que, en realidad, nos conduce a nuevas preguntas. Al aprender, no nos encontramos con un camino recto ni con un destino final, porque el aprendizaje es constante, es un viaje continuo. No solo acumulamos conocimiento; aprender es un ejercicio de transformación que nos empuja a pensar de nuevas maneras, a experimentar con lo incierto y a tejer conexiones entre lo que somos y lo que podríamos ser. Así que seamos libres en el aprendizaje, porque es un mapa vivo que no deja de mutar, que siempre se muestra infinito e inacabado. Sin duda, es una oportunidad para mantenernos activos, crecer y expandirnos sin límites.
Alguna vez, un gran mentor me dijo: «Definitivamente, vos sos muy nerd.» A lo que respondí: «¿Sí? No creo encajar en ese perfil.» Entonces, él me preguntó: «¿Te da pena decir que eres nerd?» Y agregó: «Por el contrario, deberías sentirte orgullosa de serlo. Los líderes más exitosos tienden a ser muy nerds: leen mucho, les gusta aprender y absorber cualquier conocimiento o libro que pase por sus manos.» Desde ese día, me di cuenta de que las prácticas de cultivo, como la lectura y las conversaciones con cualquier persona, son esenciales para mi proceso de aprendizaje. Tomé conciencia de que, como diría algún artista, somos una obra de arte en constante creación, y siempre debemos estar en disposición de pintar y crear nuevas cosas. A través de esa conversación, descubrí que el aprendizaje consciente es importante porque el saber conlleva responsabilidad, excelencia, inclusión y bienestar. Estos no solo son principios, sino compromisos que tenemos con nuestra comunidad. Al fin y al cabo, el aprendizaje es una forma de cuidar el mundo y a quienes lo habitan.
Así que seamos líderes nerds, de esos que estudian, leen y siempre están en búsqueda, con una sed constante de conocimiento. Y, por supuesto, este no es el único camino para aprender, pero sí uno que refuerza la profundidad, la paciencia y la empatía, cualidades fundamentales para ejercer el liderazgo de la mejor manera.
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