El pasado 10 de octubre se llevó a cabo la marcha nacional estudiantil, con el fin de exigir al actual gobierno la priorización en la financiación de la educación pública.
La marcha tenía como objetivo mostrar el descontento y la grave situación fiscal en la que hoy se encuentra sumergida la financiación de las universidades públicas.
Los jóvenes no solo alzamos la voz por reclamar la disminución tan elevada del presupuesto de educación, sino que también queríamos evidenciar que, el cubrimiento de la educación gratuita no ha sido suficiente para las necesidades actuales de la población que requiere preparación profesional y no cuenta con los recursos y medios suficientes para hacerlo.
Miles de estudiantes, maestros y sociedad civil, salieron a las calles a decir que no están de acuerdo con las acciones del gobierno, porque éstas atentan con la realización de nuestros proyectos de vida. Somos una generación que cree firmemente en la educación como motor para emprender el camino; nuestro reto es renovar y crear nuevos escenarios, en los cuales todos tengamos participación y empecemos a aportar desde nuestros conocimientos.
Los pregones con los cuales nos identificamos a lo largo de la marcha querían dejar un mensaje claro: queremos educarnos para cambiar la sociedad. Sabemos que hemos sido hace mucho un pueblo sin pierna, pero que, aun así, sigue caminando y no se rinde ante un gobierno que cada vez más está en contra de la ciudadanía.
La manifestación tuvo un resultado inmediato, este si bien no es suficiente, empieza a marcar un precepto para seguir luchando en la defensa de nuestros derechos; como jóvenes no aceptamos que la guerra tenga prioridad en la agenda pública, porque las mejoras de nuestros país están principalmente en la inversión cultura, social, deportiva y educativa, es desde allí, donde los pequeños escenarios, comienzan a propiciar la formación de niños y jóvenes que sean capaces de llevar las riendas de este país por el mejor sendero.
La esperanza, será nuestra arma mas poderosa para seguir defendiendo la educación, porque una sociedad educada es capaz de construir un país diferente y con mejor futuro.