Ruta N es una entidad que no muchas personas conocen pero que incide en los proyectos de vida de muchas personas. ¿Su principal función? Jugársela toda por la innovación.
El equipo de Al Poniente estuvo en la sede de Ruta N Medellín para dar un cubrimiento especial sobre la entidad. Esto se hizo con el objetivo primordial de que la ciudadanía del común sepa qué es Ruta N, cómo se compone, para qué está diseñada, qué proyectos ejecuta, cómo se financia, qué tanto ha impactado en la ciudad y qué proyectos a futuro tiene. En desarrollo de esto se habló con Samuel Urquijo, ingeniero de telecomunicaciones de la Universidad Pontificia Bolivariana con una maestría en tecnologías de información en las comunicaciones y un énfasis en inteligencia de negocios que dio respuesta a estas interrogantes; como parte del equipo de trabajo de la entidad.
Al Poniente: ¿Qué es Ruta N?
Samuel Urquijo: Ruta N es una entidad pública de la Alcaldía de Medellín que fue creada en asociación con EPM y UNE, en donde trabajan alrededor de cien personas y en donde hay presencia de empresas que decidieron traer sus proyectos de innovación al lugar. La entidad tiene la finalidad de hacerse cargo de un programa integral sobre la innovación en la ciudad. Para entender su finalidad hay que comprender qué es innovación: Medellín es una ciudad que está constituida como una búsqueda a una economía tradicional. Debido a sus condiciones geográficas y contextuales, la ciudad no tiene la capacidad de competir con economías tradicionales como la de Cartagena o Barranquilla donde el mar está cerca. Para una empresa industrial, estar en Medellín implica una sofisticación en los mecanismos mediante los cuales produce y desplaza sus bienes y servicios. Esta sofisticación se trata de darle un valor agregado a la economía: la innovación. Se trata entonces de una idea nueva en el mercado que permita desarrollar las actividades económicas de las empresas, situación que ya se puede evidenciar en la ciudad. Para potencializar esta innovación en la ciudad es necesario crear un sistema económico de innovación, debido a que éste genera directamente calidad de vida a través de ingresos para los ciudadanos (que permite invertir en empleo, salud, educación, arte, entre muchos otros). Un ejemplo de un sistema de innovación es Silicon Valley. Es un proyecto ambicioso, con el que Ruta N espera duplicar el PIB de la ciudad en el 2021 que se ha logrado en otras ciudades.
Al Poniente ¿Cómo se ejecuta directamente esta innovación?
Samuel Urquijo: Se debe generar capital de conocimiento que surge sólo en un ecosistema clave que lo habilita. Este ecosistema de innovación debe cumplir cuatro pilares. El primer pilar es capital circundante, que es un capital dirigido por todos los sectores a la innovación (es decir que las empresas inviertan y que el sector público invierta por ejemplo). El segundo se trata del talento humano, ya que capital sin talento no sirve para nada. Debe haber profesionales y emprendedores que generen conocimiento, nuevas ideas, empresas y rentabilidad; porque por ejemplo si se destina capital para realizar un proyecto de realidad aumentada, la ausencia de alguien que sepa administrarlo y ejecutarlo hará que el proyecto no prospere. El tercer pilar se trata de garantizar una cultura innovadora en la ciudad, debido a que el emprendimiento y la innovación generan mucho riesgo, por lo que se debe buscar que haya aceptación al fracaso y a la frustración en quien quiera emprender un proyecto de innovación. Se trata de la creación de una cultura que premie a aquéllos que quieran desarrollar ideas diferentes y que permitan promoverle a la ciudadanía la necesidad de que las personas se hagan profesionales en otras áreas. El último pilar es el de la creación de una red que conecte los anteriores pilares: proyectar estas ideas desde Medellín, desde el país y desde el ámbito internacional para compartir ideas e innovación.
Al Poniente ¿Qué papel tiene entonces Ruta N respecto de este sistema de innovación?
Samuel Urquijo: A través del Acuerdo Municipal 024 se organiza un plan de ciencia, tecnología e innovación durante 10 años (independientemente del cambio del gobernante de turno). Ruta N buscará entonces crear este sistema en la ciudad a través de los recursos que se le disponen y que adquiere. Hay unos ecosistemas de innovación que surgen independientemente pero hay otros que deben ser provocados, para lo cual se creó Ruta N: crear las condiciones necesarias para generar un sistema de innovación que cumpla todos los fines de calidad de vida que ya se mencionó. Se trata de forzar el sistema por diseño, creando esos pilares de capital. Se crean fondos, programas de financiamiento, de asistencia al talento humano, entre otras cosas.
La apuesta de la ciudad en materia de innovación es ésta y si Medellín hace las cosas de manera correcta, en los próximos años no tendría por qué existir entonces Ruta N o al menos debería cambiar su papel puesto que ya la ciudad sería un ecosistema de innovación dentro de lo cual la entidad no deba forzar la creación de nada. En ese caso podría entrar a funcionar como financiador de proyectos por ejemplo. Pero mientras tanto tiene esta función.
Otra cuestión importante es que Ruta N utiliza unos indicadores de impacto en la ciudad: las entidades públicas comunes tienen indicadores de gestión que sólo se centran en invertir directamente en sus objetivos los recursos que ostentan, mientras que Ruta N mediante los indicadores de impacto estudia primero cuánta es la plata necesaria para crear un ecosistema de innovación y al ser ésta muy alta, utiliza sus recursos en impulsar a los otros sectores (sector privado, Gobierno, inversión extranjera, etc.) para que inviertan tanto en capital económico como talento humano (es decir promover que los jóvenes estudien otras carreras no convencionales) para crear el ecosistema.
La transformación de la ciudad ha sido tan fructífera que ya estamos montando un Ruta N 2, financiado por el sector privado.
Al Poniente ¿Cómo es la estructura interna de Ruta N?
Samuel Urquijo: La estructura se organiza de tal forma que pueda cumplir eficazmente el plan de ciencia, tecnología e innovación de la ciudad. Como entidad, se crean unas gerencias para atender a estas necesidades: tenemos una gerencia de cultura, de innovación organizacional, de proyectos especiales, de dirección, de planeación, de distrito de innovación y las áreas de apoyo (área jurídica, mercadeo y comunicaciones, área administrativa y financiera).
Al Poniente ¿Cómo se financia Ruta N?
Samuel Urquijo: Ruta N se financia de muchas formas. Hay costos que son auto-sostenibles: por ejemplo los salarios son pagados por el arrendamiento de las compañías que tienen presencia en el edificio. La principal es con aportes de la Alcaldía debido a un plan de financiación por diez años que garantiza el 7% de las utilidades provenientes del municipio y de EPM. También la gran labor que ha realizado Ruta N en la idea de la innovación y la creación de los sistemas económicos necesarios nos ha permitido que otras ciudades financien la entidad para montar proyectos en ellas. De igual forma recibe dineros provenientes de los proyectos que eventualmente puede financiar con intereses Ruta N en el marco del programa de “Ruta N Capital”, que se encarga de establecer una financiación en diferentes niveles (capital de aceleración, capital semilla, capital de venture, entre otros). Esta última financiación se condiciona a los riesgos característicos de los programas de innovación: si el programa es exitoso no hay que pagar por los intereses y sólo se paga el capital prestado, mientras que si el programa no es exitoso no es condonable el interés. Hay igualmente fondos de regalías que entran de fuentes internacionales.
Al Poniente ¿Qué retos tiene Medellín en innovación, independientemente de las cosas en las que Ruta N pueda actuar?
Samuel Urquijo: Los retos que Ruta N tiene que afectar es lo que la ciudad tiene que hacer. Pero nosotros no los podemos hacer solos: nosotros solos nunca lograremos transformar la ciudad, puesto que es ella quien se transforma, siendo nosotros unos meros habilitadores. ¿Cuáles son estos retos? Que haya capital necesario porque necesitamos que todas las compañías inviertan en innovación, que el Gobierno invierta más (aunque la inversión para esto es 70% proveniente del Gobierno y 30% privado; donde en un futuro debería ser 80% privado y el resto público como en otros lugares), que el talento humano que tiene la ciudad trabaje por la innovación en cambio de cultura y en generar conocimiento o negocios.
Al Poniente: En ese orden de ideas, ¿qué creen ustedes que sea necesario para que la balanza cambie en miras a que la inversión que dé el sector privado sea mayoritaria a la del público?
Samuel Urquijo: Es muy sencillo: todo se trata de generar conciencia en la comunidad sobre lo importante que es la innovación. Cuando la empresa entiende el valor de esto, no se devuelve en su actividad de inversión a la innovación. Es más, en estos supuestos, cada vez invierten más en innovación por conocer la importancia de ello. Nosotros como Ruta N propiciamos esta idea a través del pacto por la innovación del que hablamos anteriormente. Es decir, es un plan que busca responder a las preguntas de ¿Qué tienen que hacer? ¿Quiénes se juntan? ¿Quiénes innovan? Todo para generar la movilización social hacia la importancia de la innovación. Nosotros hemos hecho actividades en donde le mostramos a la gente casos de éxito, en donde les enseñamos la importancia de la innovación y las herramientas para ello. Se trata de cambiar la cultura de la ciudad al respecto.
Por ejemplo también necesitamos más talento, que las Universidades promuevan estas actividades y que los estudiantes no investiguen por generar papers sino para generar conocimiento aplicable en nuevas empresas; presentando casos de éxito. Nosotros a su vez nos encargamos de generar las condiciones necesarias en la ciudad porque es una combinación de factores: no sólo se trata del cambio de cultura sino de los otros pilares. En este momento por ejemplo estamos al 1.15% de inversión en innovación y estamos seguros de que cuando llegue al 2% ésta crecerá potencialmente y desarrollará a la ciudad hasta convertirla como en una ciudad europea.
Al Poniente ¿Qué ejemplos concretos puede dar de cómo Ruta N ha ayudado a la ciudad?
Samuel Urquijo: Los casos de mayor impacto pueden ser un gran ejemplo. Uno de éstos es que en Medellín tenemos una capacidad grande en desarrollos con pruebas clínicas como en el San Vicente de Paúl. Por medio de Ruta N vino un tema que es de enfermedades olvidadas que se llama DNDI. No son muy atractivas para las farmacéuticas pero afectan a una gran cantidad de personas causando por ejemplo leishmaniasis. A través de la Universidad de Antioquia y en cooperación con nosotros se apoyaron las investigaciones para sacar su primera versión de una crema que es la mejor en el mundo, desde Medellín. Junto a Brasil, somos los únicos países de América Latina en que sucede esto.
Otro ejemplo se trata de la creación de un fondo de capital. A este fondo se le invirtieron en principio unos 5 mil millones para financiar la innovación y ahora cuenta con 30 mil, como capital directo que se puede invertir en innovación. Esto fue gracias a la Red de Capital que trajo inversionistas extranjeros en todo este tema de innovación. En este momento en la ciudad, contando todos los demás sectores, se tienen unos 530 mil millones para financiar en todos los pilares requeridos para la innovación.
Otro ejemplo es que nosotros hemos formado 5000 niños en “Horizontes”. Éste es un programa en el que hemos trabajado en pedagogía a los niños para que sepan en qué quieren emplear sus estudios y en qué quieren trabajar. En jornada extracurricular, en vez de explicar canto por ejemplo; hemos explicado nanotecnología y que hemos ayudado a que trabajen con profesores estadounidenses con los cuales hacían robótica.