Rompiendo mitos

Para empezar, creo que lo mejor sería aclarar quiénes somos los paisas pues hay confusiones con el término, porque ni todos los antioqueños son paisas, ni todos los paisas son antioqueños. Entonces ¿Quiénes somos? Somos los nacidos en las montañas andinas de la Cordillera Occidental de Colombia que habitamos los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío.

¿Y de dónde salimos? Antioquia era una región pobre y aislada del Virreinato de la Nueva Granada, encerrada entre enormes montañas donde nada entraba y nada salía, a excepción de unos cuantos gramos de oro enviados a España.

Cuando cayó la producción aurífera a finales de 1700 y los habitantes buscaron sustento en la agricultura, estos se dieron cuenta de que en esta pequeña región no había tierra suficiente para cultivar; así pues, el Visitador Mon y Velarde planteó una solución: incentivar a los habitantes a que desmontaran la selva que los rodeaba para dedicar la tierra al cultivo.Ese desmonte de selva en busca de tierra fértil llevó a uno de los procesos determinantes de la historia colombiana, la Colonización Antioqueña, pues aportó miles de hectáreas cultivables, integró el occidente al resto del país y dejó a su paso tantas poblaciones como las fundadas por españoles en el primer siglo de la conquista.

En ese proceso surgimos los paisas, un pueblo mezcla de campesinos vascos y extremeños, indígenas y africanos que se forjó una cultura muy diferenciada respecto al resto del país debido a su aislamiento geográfico, al particular mestizaje y a las adaptaciones al agreste medio montañoso.

Muchas familias pudieron acceder a la tierra durante la colonización, y uno de los cultivos con los que probaron suerte fue el café, estos matorrales, que provenían de Venezuela, se convirtieron en un símbolo de la región y en el origen de una economía relativamente fuerte. Aunque en todo el país se produce café se asocia la cultura cafetera con la cultura paisa (Juan Valdez, símbolo de la Federación Nacional de Cafeteros, es un campesino de Andes, Antioquia).

Luego de una breve aclaración sobre lo que implica el término paisa, ahora viene explicar por qué digo rompiendo mitos. Pues bien, les cuento que crecí viendo dos extremos. Uno digamos de intelectuales, o de una clase profesional mejor, que miró más allá de nuestras montañas y –por así decirlo– se hizo partícipe del mundo. A este grupo de personas le da pena decir que son paisas, si mucho reconocen que son antioqueños y prefieren la muerte antes que viajar a uno de nuestros pueblos.

El otro extremo es de personas que miran con recelo a los demás colombianos, que se niegan a probar comidas que no tenga por origen estas tierras, que si por ellos fuera esto debería ser un país aparte en medio del océano y sin puertos, que creen que somos cumbre de la civilización humana y que no tenemos por qué aprender ni alimentarnos de otras

culturas.

Yo, definitivamente, no me puedo identificar con ninguno de los dos caminos. Amo esta tierra, su gente, su cultura, su historia, y no me da vergüenza ser paisa, pero también le veo muchos problemas a nuestra cultura que considero están lejos de solucionarse si mantenemos una actitud tan ególatra frente a los demás, de quienes podemos y debemos aprender. Ese es mi sueño, romper ese mito de paisas aislados del país y del mundo, con absurdos aires de superioridad, pero sin perder nuestra identidad, ser un paisa de carriel y de sombrero aguadeño pero abierto al mundo.

[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-a-mia.xx.fbcdn.net/hphotos-prn1/t1.0-9/10277343_1434376503486877_2042500542327969865_n.jpg[/author_image] [author_info]José Fernando Valencia Fernández Porque me ven la barba y el pelo y la mochila dicen que soy politólogo ¡y de la Nacional! Llevo el pereque en mi sangre y me gusta ora ponerlo ora incitarlo. Lusófono, paisa, latinoamericano. Me gustan algunas causas perdidas, para la muestra soy del DIM. @JFValenciaF #Chepepregunta. Leer sus columnas. [/author_info] [/author]