Resumen Económico de la Semana del 27 al 31 de Octubre de 2025

Resumen Ejecutivo

La última semana de octubre cerró con un mercado global en pausa vigilante. En Estados Unidos, la Reserva Federal redujo su tasa en 25 pb hasta 3,75 %–4,00 %, pero moderó las expectativas de nuevos recortes, mientras la inflación se mantiene en 3 % y la economía conserva tracción. Europa transita una estabilidad frágil: el BCE detuvo su ciclo de alzas con un crecimiento apenas positivo y una inflación que aún supera el 2 %. En Asia, China continúa mostrando señales de parálisis productiva, con su PMI manufacturero en 49,0 y un estímulo fiscal que no logra revertir la debilidad estructural.

En América Latina, México volvió a terreno negativo (-0,3 % t/t) y Brasil consolida desaceleración moderada, mientras Colombia mantuvo su tasa en 9,25 %, con inflación persistente (5,2 %) y un desempleo que bajó a 8,2 %, mínimo histórico para septiembre. El dólar cerró estable en $3.852, el petróleo cayó levemente y el café se sostuvo en $2.868.000 por carga, mostrando resiliencia del sector.

Los mercados accionarios globales cerraron con ganancias lideradas por el sector tecnológico, y la Bolsa de Colombia alcanzó un nuevo máximo histórico de 1.993 puntos, reflejo de una mayor confianza local pese al entorno fiscal incierto.

En perspectiva, los datos confirman que los ciclos económicos tienden a moderarse, pero las tensiones políticas siguen siendo el verdadero riesgo de fondo: los gobiernos expanden su poder mientras los mercados buscan equilibrio. Esa tensión —entre libertad y control— marca también la lectura final de esta edición, desarrollada en la columna “La trampa de los ejes políticos: libertad o poder.”

 

Estados Unidos

La economía estadounidense mantiene un ritmo sólido de expansión, impulsado por un consumo privado resiliente y una notable fortaleza corporativa, en especial en el sector tecnológico, que sigue capitalizando la ola de inversión en inteligencia artificial. Este dinamismo se da en un entorno de relajación gradual de las condiciones financieras, luego de que la Reserva Federal concretara un nuevo recorte de 25 puntos básicos, dejando su rango de referencia en 3,75 %–4,00 %, y anunciara además el fin de su programa de ajuste cuantitativo (QT).

La decisión era ampliamente anticipada por los mercados, pero lo determinante fue el tono posterior del presidente Jerome Powell, quien advirtió que una nueva reducción en diciembre “no es algo seguro”. Con ello, la Fed deja entrever una pausa técnica para evaluar los efectos acumulados de su flexibilización, más aún ante la parálisis estadística derivada del cierre de Gobierno que impide conocer los datos de empleo y PIB de octubre. Las probabilidades implícitas de un nuevo recorte en diciembre descendieron del 90 % al 67 %, reflejando un giro hacia la prudencia monetaria.

En materia de actividad, los indicadores adelantados mantienen una lectura positiva. El PMI compuesto repuntó en octubre a 54,8 puntos, su mejor nivel en tres meses, impulsado por servicios (55,2) y manufactura (52,2). Sin embargo, las encuestas revelan un menor ritmo de creación de empleo y un deterioro de la confianza empresarial, principalmente por la incertidumbre política y el aumento de aranceles. La inflación de septiembre se ubicó en 3,1 % anual, una décima por encima del mes anterior, con estabilidad en la subyacente (3,1 %), mientras los precios de energía repuntaron y los de bienes mostraron un comportamiento más moderado.

En el plano internacional, la cumbre del Foro APEC en Corea del Sur marcó una tregua comercial entre Washington y Pekín, con la reducción parcial de aranceles y la reanudación de compras agrícolas por parte de China. Las medidas podrían reducir el arancel efectivo promedio sobre las importaciones chinas del 40 % al 30 %, mientras se reabre la posibilidad de exportar chips de Nvidia para desarrollo de IA. En paralelo, el presidente Donald Trump sorprendió al anunciar la intención de reanudar pruebas nucleares tras más de tres décadas, una decisión que introduce nuevas tensiones geopolíticas.

Conclusión, Estados Unidos transita una fase de estabilización tardía del ciclo, caracterizada por crecimiento moderado, inflación persistente y un mercado laboral que pierde tracción sin caer en recesión. La política monetaria entra en modo de “pausa estratégica”, con la Fed dispuesta a esperar hasta marzo de 2026 antes de un nuevo ajuste. El riesgo inmediato radica en la prolongación del shutdown y sus efectos sobre el consumo vía SNAP, aunque el “efecto riqueza” derivado del repunte inmobiliario actúa como amortiguador. Para los mercados, el sesgo continúa siendo de mayor duración en renta fija y selectividad en renta variable, privilegiando activos tecnológicos y defensivos frente a la volatilidad de corto plazo.

 

Europa

La eurozona registró un crecimiento intertrimestral del 0,2 % en el 3T, confirmando el escenario de expansión anémica y disparidad entre sus principales economías. Alemania e Italia permanecieron estancadas, mientras Francia sorprendió con un avance del 0,5 %, impulsado por exportaciones aeronáuticas y un efecto temporal de acumulación externa. El crecimiento interanual se ubicó en 1,3 %, reflejando una región que aún no logra consolidar una recuperación homogénea.

El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo sin cambios su tasa de depósito en 2,00 %, decisión unánime que confirma el cierre del ciclo de bajas iniciado en junio. La presidenta Christine Lagarde destacó que la inflación “permanece cerca del objetivo del 2 %”, pero admitió que los precios de servicios continúan presionando al alza. La inflación general se situó en 2,1 % interanual en octubre, mientras la núcleo se mantuvo estable en 2,4 %, reflejando un avance controlado pero aún resistente. Por países, Alemania presentó un 2,3 %, Francia 0,9 %, Italia 1,3 % y España 3,2 %, confirmando una convergencia heterogénea.

Los indicadores adelantados ofrecen señales mixtas. El PMI compuesto repuntó hasta 50,3 puntos, su mejor nivel en 17 meses, impulsado por los servicios en Alemania, mientras Francia muestra debilitamiento en su demanda interna. Aun así, los indicadores de confianza mejoraron levemente (índice económico 96,8), apoyados en un mercado laboral sólido y en la moderación energética. La desaceleración manufacturera persiste, afectada por la fortaleza del euro y las tensiones comerciales con Estados Unidos, aunque la reactivación parcial del turismo y la inversión en defensa en Alemania comienzan a ofrecer un nuevo vector de soporte.

En el ámbito fiscal, la región mantiene una estrategia de consolidación gradual. El Reino Unido, con una deuda del 95,3 % del PIB, anunció subidas impositivas para reforzar la credibilidad fiscal y complementar la política monetaria frente a una inflación aún elevada (3,8 %). Francia enfrenta un bloqueo presupuestal por la fragmentación parlamentaria, mientras Italia avanza con disciplina fiscal, proyectando un déficit del 2,7 % del PIB en 2026, y aprovechando los fondos del plan Next Generation EU para sostener inversión en digitalización y transición energética.

En materia de defensa, el gasto militar europeo refleja divergencias estructurales: Alemania destina 90.600 millones de euros, Francia 59.600 millones y España 20.300 millones, lo que explica la brecha en capacidad industrial y tecnológica. Las cadenas de suministro nacionales de defensa aportan el 1,6 % del PIB alemán y el 1,8 % del francés, frente al 0,8 % español, subrayando el impacto de la reindustrialización militar en la competitividad europea.

Conclusión, Europa continúa atrapada entre una recuperación frágil y la persistencia de riesgos fiscales, políticos y comerciales. El BCE ha entrado en una fase de espera técnica, respaldado por una inflación bajo control, pero limitado por la falta de tracción industrial y el estancamiento alemán. Francia, pese al impulso exportador temporal, enfrenta tensiones presupuestarias que amenazan su estabilidad crediticia. En este contexto, el crecimiento del bloque se sostiene por la demanda interna y el turismo, mientras la inversión en defensa y transición energética emerge como motor alternativo. La eurozona cierra 2025 con estabilidad nominal, pero con crecimiento potencial limitado, sin señales de un ciclo expansivo sostenido hasta 2026.

 

Asia

China entra al cuarto trimestre mostrando señales claras de agotamiento cíclico. El PMI manufacturero oficial cayó en octubre a 49,0 puntos (desde 49,8 en septiembre), su nivel más bajo desde mayo, marcando el séptimo mes consecutivo en contracción. El PMI de servicios apenas avanzó a 50,1, y el compuesto descendió a 50,0, reflejando el estancamiento de la segunda mayor economía mundial. La caída se explica por el retroceso de los nuevos pedidos de exportación —afectados por el recrudecimiento de las tensiones comerciales con Estados Unidos— y por la persistencia de un entorno deflacionario en la industria.

Ante la debilidad de la demanda interna y la prolongada crisis inmobiliaria, Pekín anunció un nuevo estímulo fiscal de 500 mil millones de yuanes (CNY), orientado a sostener la inversión en infraestructura y evitar un deterioro mayor del empleo. Sin embargo, la magnitud del programa es limitada frente al tamaño de los desequilibrios estructurales. Las presiones de sobrecapacidad, el endeudamiento local y la desconfianza del consumidor siguen restringiendo la transmisión efectiva del estímulo.

En el frente comercial, China suspendió por doce meses el refuerzo de sus controles a la exportación de tierras raras hacia la Unión Europea, en un gesto interpretado como una concesión diplomática tras la videoconferencia entre el comisario europeo Maros Sefcovic y el ministro de Comercio Wang Wentao. Bruselas celebró la decisión como “apropiada y responsable”, mientras ambas partes acordaron mantener el diálogo para garantizar la estabilidad de las cadenas de suministro. Este movimiento busca moderar el impacto de la guerra arancelaria y reducir tensiones con los socios estratégicos.

Al mismo tiempo, Pekín otorgó exenciones a las exportaciones de Nexperia, compañía neerlandesa de semiconductores intervenida por Países Bajos, tras las presiones de la Comisión Europea y la industria automotriz. La decisión busca contener la disrupción global en el suministro de chips y muestra una mayor disposición de China a flexibilizar su política industrial bajo un enfoque pragmático.

Sin embargo, el consenso internacional comienza a redefinir el papel de China entre los mercados emergentes. Según Capital Economics, la etapa de “rendimiento superior” ha llegado a su fin. El prolongado lastre del sector construcción, la reducción de la productividad y el envejecimiento poblacional limitarán su potencial de crecimiento. La firma proyecta un crecimiento del PIB cercano al 2 % hacia 2030, muy por debajo del promedio histórico, desplazando el liderazgo regional hacia India, Vietnam, Malasia y Filipinas, economías que ahora capturan parte de la cuota manufacturera perdida por China.

En Japón, la dinámica es distinta. El Banco de Japón mantuvo su tasa de referencia en 0,5 % (decisión 7–2), pese a que la inflación se mantiene por encima del 2 % durante 41 meses consecutivos. La nueva primera ministra Sanae Takaichi combina una política fiscal expansiva con un tono monetario prudente, buscando estimular la demanda interna sin desanclar expectativas. En septiembre, la producción industrial creció 3,4 % anual, las ventas minoristas aumentaron 0,5 %, y la tasa de desempleo se ubicó en 2,6 %, señales de reactivación moderada.

Además, Japón y Estados Unidos anunciaron proyectos de inversión conjunta por USD 400.000 millones, incluyendo infraestructura energética y centrales nucleares de nueva generación, mientras el gobierno japonés acordó eliminar el impuesto temporal a la gasolina desde el 31 de diciembre. Aunque la medida reducirá la presión inflacionaria, implicará una pérdida fiscal estimada en 1,5 billones de yenes anuales, lo que obligará al Ejecutivo a buscar nuevas fuentes de financiación.

Conclusión, Asia mantiene un panorama desigual. China sigue atrapada entre la deflación industrial, el exceso de oferta y una confianza doméstica debilitada, lo que obliga a un activismo fiscal creciente pero de eficacia decreciente. El viraje diplomático hacia la UE revela pragmatismo, aunque no cambia el trasfondo de desaceleración estructural. Japón, en contraste, avanza hacia una normalización paulatina, con señales de recuperación en manufactura y consumo, sustentada en una política fiscal más expansiva y alianzas estratégicas con Estados Unidos. El liderazgo asiático en crecimiento se traslada progresivamente hacia India y el Sudeste Asiático, donde convergen los nuevos polos de manufactura global.

 

México y Brasil

México entró en contracción durante el tercer trimestre de 2025, confirmando el freno progresivo que se anticipaba tras el auge temporal de la primera mitad del año. El PIB preliminar cayó 0,3 % t/t y 0,2 % interanual, su primer retroceso desde 2021. La producción industrial se desplomó 1,5 %, afectada por la finalización de grandes obras de infraestructura y por la caída en el sector automotor, directamente expuesto a los aranceles intermitentes de Estados Unidos. En contraste, los servicios apenas crecieron 0,1 %, mientras el sector agropecuario aportó un modesto alivio con un avance del 3 % gracias a mejores condiciones climáticas.

La Secretaría de Hacienda sostiene un tono optimista y mantiene su proyección de crecimiento del 1,0 % para 2025, aunque los analistas privados —como Deutsche Bank y Valmex— advierten de un escenario de estancamiento prolongado. El consumo y la inversión privada se encuentran debilitados, el empleo formal muestra estancamiento y las expectativas de los hogares siguen contenidas por la incertidumbre comercial. En este contexto, el Banco de México inició un ciclo de relajación monetaria con una reducción de 25 pbs, llevando la tasa de referencia al 7,5 %, sustentado en una inflación general de 3,63 %, dentro del rango objetivo. El deterioro industrial y la volatilidad arancelaria seguirán condicionando la recuperación, pese a la esperanza oficial de un repunte en el cuarto trimestre.

En el frente político, el país enfrenta un entorno de mayor incertidumbre institucional. Las tensiones por la reforma judicial y los ajustes fiscales en curso reducen la confianza empresarial, mientras la relación comercial con Washington continúa en revisión. La prórroga de 90 días en los aranceles del 30 % ofrece un respiro limitado, pero los flujos de inversión extranjera permanecen cautelosos.

Brasil, por su parte, mantiene un ritmo de crecimiento más estable pero moderado, con una proyección de expansión del 2,3 % para 2025, sostenida por el consumo interno y el repunte del crédito, pero frenada por una política monetaria aún restrictiva, con la tasa Selic en 15 %. La inflación se estabiliza cerca del 5 %, y el desempleo se mantiene bajo, aunque la vulnerabilidad fiscal persiste: la deuda bruta superará el 91 % del PIB este año.

En el ámbito externo, la diplomacia brasileña dio un giro pragmático. Durante la cumbre de la ASEAN en Malasia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se reunió con Donald Trump, acordando iniciar negociaciones bilaterales sobre aranceles y sanciones que habían tensado la relación con Estados Unidos. El encuentro, calificado de “constructivo” por ambas partes, abre la posibilidad de una reducción de tarifas del 50 % impuestas por Washington y de un restablecimiento del comercio en sectores estratégicos como acero, alimentos y fertilizantes.

A pesar del tono conciliador, Brasil enfrenta presiones fiscales y reputacionales derivadas del déficit estructural y de la necesidad de mantener subsidios sociales. El plan de anclar las cuentas públicas mediante un nuevo marco fiscal y la recuperación parcial del superávit primario en 2026 busca contener el aumento de la deuda, aunque las divisiones políticas en el Congreso dificultan su ejecución.

Conclusión, Latinoamérica entra en la recta final de 2025 con trayectorias divergentes. México enfrenta un enfriamiento industrial profundo, donde el impacto de los aranceles estadounidenses y la incertidumbre política interna amenazan con derivar en estancamiento. En contraste, Brasil conserva un crecimiento modesto pero continuo, apoyado en el consumo y en la estabilidad política de Lula, aunque con riesgos fiscales crecientes. La región sigue atrapada entre la vulnerabilidad externa y las presiones internas de gasto, mientras el nuevo ciclo de distensión comercial entre Washington y Brasil abre una ventana de oportunidad para reposicionar al Cono Sur en la estrategia de integración global.

 

Colombia

El Banco de la República decidió mantener la tasa de política monetaria en 9,25 %, reafirmando su postura de prudencia en un contexto donde la inflación repuntó por tercer mes consecutivo y las expectativas permanecen por encima de la meta del 3 %. La decisión fue adoptada por mayoría: cuatro votos por mantenerdos por reducir en 50 pbs y uno por recortar 25 pbs, en línea con lo esperado por el consenso del mercado.

El gerente general, Leonardo Villar, explicó que la autoridad monetaria prefiere sostener un tono restrictivo hasta que se confirme una trayectoria descendente más sólida de los precios. Según el equipo técnico, la convergencia a la meta podría lograrse hacia los primeros trimestres de 2027, un horizonte más largo del previsto originalmente. Villar reconoció que “la cifra de septiembre no fue buena”, pero insistió en que la política sigue siendo contractiva, con tasas reales por encima de los niveles neutrales.

En materia de actividad económica, el banco destacó un desempeño aún dinámico, impulsado por el consumo privado y la inversión en obras civiles, aunque con un déficit comercial en ampliación debido al mayor ritmo de las importaciones frente a las exportaciones mineroenergéticas. El Banco subrayó que la postura seguirá siendo dependiente de los datos y que no se prevén recortes en lo que resta del año.

En el frente político y fiscal, el presidente Gustavo Petro volvió a referirse a la autonomía del emisor, afirmando que “las tasas solo bajarán cuando se elija el próximo miembro de la Junta”, comentario que reavivó el debate sobre la independencia del Banco de la República y el manejo técnico de la política monetaria.

El mercado laboral mantuvo su recuperación. Según el DANE, la tasa de desempleo fue de 8,2 % en septiembre, la más baja para ese mes desde 2001. El empleo femenino alcanzó su mejor registro histórico con una tasa de desocupación de 9,6 %, y la brecha de género se redujo a 2,6 puntos porcentuales. En total, 23,9 millones de personas se encontraban ocupadas, con avances notables en manufacturas, salud y educación. La informalidad descendió al 54,5 %, su nivel más bajo en varios años, aunque persiste una marcada heterogeneidad regional y sectorial.

En el ámbito financiero, la Superintendencia Financiera certificó una tasa de usura del 24,99 % EA para noviembre, reflejando el ajuste en las condiciones de crédito y la transmisión gradual de la política monetaria hacia el sistema financiero. A nivel externo, las remesas alcanzaron USD 1.100 millones en septiembre, completando 16 meses consecutivos por encima del umbral de los mil millones mensuales. Este flujo constante ha compensado parte del deterioro de la balanza comercial y continúa siendo un ancla para el consumo de los hogares.

En el sector energético, persisten señales de alerta. Durante el 30.º Congreso MEM, expertos y operadores —entre ellos Emma Salazar de XM y Fredy Zuleta de Enlaza— advirtieron que la sabana de Bogotá enfrenta un riesgo elevado de apagón por los retrasos acumulados en los proyectos de transmisión. Se coincidió en la urgencia de acelerar licenciamientos y ejecución, antes de que el crecimiento de la demanda supere la capacidad instalada hacia 2027.

En el frente empresarial, la petrolera Ecopetrol continúa bajo el escrutinio del mercado. La USO rechazó públicamente la posible venta de la participación en el Permian, argumentando que representa el activo más rentable del portafolio. Paralelamente, Fitch Ratings ratificó la calificación AAA(col) con perspectiva estable, destacando la solidez operativa y la estrecha relación con el Estado, aunque advirtió riesgos en materia de gobernanza tras recientes cambios en la Junta Directiva.

En el sistema financiero, Coltefinanciera anunció la primera emisión de su programa de titularización por $250.000 millones, colocando $21.600 millones en títulos respaldados por libranzas para pensionados. La operación, estructurada por Pronus y administrada por Fiducoomeva, fue calificada con AAA para la Serie Senior, reflejando la madurez del mercado de renta fija local y su apertura hacia instrumentos con impacto social.

Según la más reciente Encuesta de Opinión Empresarial de Fedesarrollo, dirigida por Luis Fernando Mejía, el Índice de Confianza Comercial cayó 6,1 puntos en septiembre, reflejando una menor expectativa sobre la situación económica futura, mientras el Índice de Confianza Industrial aumentó 3,7 puntos, impulsado por un mayor volumen de pedidos y menores inventarios. Aunque el sector manufacturero muestra signos de recuperación, el comercio minorista y el consumidor siguen cautelosos, lo que mantiene una dinámica de crecimiento moderado hacia el cierre del año.

Conclusión, Colombia avanza en una fase de estabilidad monetaria con sesgo restrictivo, combinando un mercado laboral en expansión y una inflación que resiste a la baja. Las remesas sostienen el consumo, mientras los riesgos fiscales, energéticos y de gobernanza empresarial delinean un entorno de cautela. El país transita hacia 2026 con fundamentos mixtos: solidez en empleo y crédito corporativo, pero vulnerabilidad en exportaciones, inversión pública y seguridad energética.

 

Renta Variable

Los mercados accionarios globales cerraron octubre con un tono positivo, impulsados por resultados corporativos sólidos en el sector tecnológico y una agenda marcada por reuniones de bancos centrales y distensión geopolítica. En Estados Unidos, el S&P 500 avanzó 0,7 % hasta 6.840,20 puntos, el Dow Jones subió 0,8 % a 47.562,87, y el Nasdaq Composite destacó con una ganancia del 2,2 % hasta 23.724,96, respaldado por la fortaleza de las mega capstecnológicas.

Amazon lideró la semana con un repunte superior al 10 %, tras reportar un crecimiento del 20 % en AWS y proyectar una guía optimista de inversión. También MicrosoftAlphabet y Meta presentaron balances robustos que fortalecieron la narrativa de resiliencia tecnológica, reactivando los flujos hacia el sector de inteligencia artificial. La Reserva Federal recortó su tasa en 25 pbs al rango 3,75 %–4,00 %, aunque moderó las expectativas de nuevos recortes, lo que generó un cierre mixto en sectores sensibles a tasas. Adicionalmente, los gestos diplomáticos entre Estados Unidos y China contribuyeron a mejorar el apetito por riesgo y reforzaron el impulso inicial de la semana.

En Europa, los principales índices exhibieron comportamientos dispares: el Stoxx 600 y el CAC 40 retrocedieron levemente, mientras el FTSE 100 se mantuvo estable. Sin embargo, las acciones farmacéuticas, financieras y mineras sobresalieron gracias a resultados sólidos de emisores como HSBC y GSK. En Asia, el desempeño fue mixto: el Nikkei 225 avanzó tras la tregua comercial entre EE. UU. y China, mientras que el Hang Seng y el Nifty 50 cedieron terreno ante datos manufactureros débiles en la región.

Entre los movimientos individuales, Amazon (+8,9 %) y Apple (+2,3 %) encabezaron los avances tras superar expectativas, mientras Nokia (+9,9 %) repuntó al anunciar una alianza estratégica con Nvidia para desarrollo de inteligencia artificial y 6G. En contraste, Meta (-12,2 %) corrigió por mayores gastos operativos y Adidas (-12,6 %)retrocedió ante la desaceleración de pedidos minoristas en EE. UU.

En el ámbito latinoamericano, el mercado mexicano mantuvo una dinámica contenida, con el IPC estable en torno a los 54.000 puntos, condicionado por la debilidad industrial y la incertidumbre comercial con EE. UU. En Brasil, el Bovespa avanzó ligeramente, apoyado en el sector financiero y en expectativas de diálogo entre Lula da Silva y Donald Trump sobre los aranceles bilaterales.

En el ámbito local, la Bolsa de Valores de Colombia alcanzó un nuevo máximo histórico. El COLCAP cerró en 1.993,83 puntos, a las puertas de romper la barrera de los 2.000 puntos, con un incremento del 0,83 % diario y una ganancia acumulada del 46,99 % en los últimos doce meses. Según Orlando Santiago, analista jefe de Fénix Valor, este repunte responde a la combinación de “factores internacionales y locales”: estabilidad global, dólar débil, expectativas de menores tasas y un contexto político regional que ha fortalecido la confianza de los inversionistas. Añadió que “el mercado colombiano está en modo cambio de gobierno 2026”, lo que ha incentivado un renovado interés en la renta variable nacional tras una década de rezago.

El avance del COLCAP también se apoyó en los sólidos resultados de Ecopetrol, la decisión del Banco de la República de mantener su tasa en 9,25 %, y el anuncio de la URF sobre la flexibilización de límites de inversión en moneda extranjera para las AFP. En la jornada, PF Cibest fue la acción más negociada (COP 22.404 millones), seguida por Ecopetrol y Cibest. Las mayores alzas correspondieron a BMC (+13,6 %)Grupo Aval (+2,5 %) y Grupo Bolívar (+2,4 %), mientras Nutresa (-3,7 %)PF Davivienda (-2,7 %) e ISA (-2,7 %) lideraron las pérdidas.

Conclusión, la renta variable global cerró octubre con un tono expansivo y fundamentos más equilibrados, apoyada en utilidades corporativas por encima de las proyecciones y en una política monetaria menos restrictiva. En Colombia, la rally bursátil alcanza una magnitud histórica, con un COLCAP que se consolida cerca de los 2.000 puntos y se perfila como uno de los índices más rentables de la región. Este comportamiento refleja un cambio estructural de confianza hacia los activos locales, respaldado por estabilidad macroeconómica, flujo sostenido de remesas y una lectura más constructiva sobre la transición política. A corto plazo, la estrategia óptima sigue siendo mantener posiciones en emisores con flujo de caja sólido, baja deuda y exposición moderada al riesgo regulatorio, aprovechando el entorno de valorizaciones aún atractivas frente a sus pares regionales.

 

Renta Fija

Durante la última semana de octubre, el mercado de renta fija local mostró un comportamiento mixto y selectivo, condicionado por la decisión del Banco de la República de mantener estable su tasa de intervención en 9,25 %, y por la lectura del mercado sobre un entorno inflacionario todavía frágil y un panorama fiscal incierto. La curva de TES Tasa Fija (TF) presentó un leve empinamiento, con desvalorizaciones en los tramos corto y medio —en particular los vencimientos de noviembre 2027 (+20,1 pbs)agosto 2026 (+14,8 pbs) y abril 2028 (+14,3 pbs)—, reflejo del tono prudente del emisor y de la mayor prima exigida en la subasta primaria reprogramada de TES COP. En contraste, algunos nodos largos como marzo 2031 (-4,6 pbs) y febrero 2033 (-3,9 pbs) mostraron valorizaciones, apoyadas en la expectativa de emisiones externas y el reciente canje masivo de TES, que alivió parcialmente la presión sobre el financiamiento interno.

En los TES UVR, la semana cerró con una valorización generalizada, favorecida por la estabilidad de la política monetaria y las expectativas de una desinflación gradual. Los mayores descensos se registraron en los nodos de abril 2029 (-20,4 pbs) y marzo 2033 (-16,6 pbs), mientras que el extremo largo (UVR 2062) se desvalorizó ligeramente por menor apetito de duración. Esta rotación de portafolios hacia instrumentos indexados a precios refleja un entorno en el que los inversionistas buscan protegerse frente a la persistencia inflacionaria, pero sin renunciar a rendimiento real positivo.

A nivel internacional, los bonos del Tesoro de EE. UU. presentaron un comportamiento mixto con tendencia a un ligero empinamiento alcista: el rendimiento a 2 años subió 9,4 pbs, el de 10 años 7,7 pbs y el de 30 años 5,8 pbs. La dinámica estuvo determinada por un entorno “risk-on” tras la distensión comercial entre EE. UU. y China y por la incertidumbre derivada del shutdown federal, que postergó indicadores clave de crecimiento e inflación. Aunque la Fed redujo su tasa en 25 pbs, las declaraciones de miembros regionales, como Lorie Logan (Dallas), moderaron las expectativas de nuevos recortes al señalar que el banco central podría reanudar compras de activos para sostener la liquidez.

En Europa, los bonos soberanos exhibieron movimientos acotados tras conocerse una moderación marginal de la inflación en la eurozona, que se mantiene todavía por encima del 2 % y justifica la pausa del BCE. La curva alemana registró un leve twist steepening, con caídas en los tramos cortos y aumentos marginales en los largos, mientras que los diferenciales Francia–Italia se estrecharon a su nivel más bajo desde 1998 por el mayor riesgo político percibido en Francia. En Reino Unido, los gilts se valorizaron en la parte corta ante la expectativa de un recorte moderado del BoE en su próxima reunión.

En el frente de flujos extranjeros, los inversionistas no residentes registraron ventas netas por COP 5,46 billones en los primeros 24 días de octubre, concentradas en títulos denominados en pesos. Este movimiento parece responder a toma de utilidades tras las fuertes compras de septiembre asociadas al Total Return Swap en francos suizos, y contrasta con el saldo neto positivo de COP 35,7 billones acumulado hasta el cierre del tercer trimestre.

Conclusión, el mercado de renta fija colombiano se mueve en una fase de reequilibrio técnico, donde los ajustes en corto plazo reflejan la cautela monetaria del Banco de la República, mientras el tramo largo recibe soporte por expectativas de financiamiento externo y control de inflación. La preferencia por TES UVR evidencia un cambio gradual hacia estrategias de cobertura real y gestión de duración más activa. En el contexto global, la moderación de tasas por parte de la Fed y la estabilidad del BCE apuntan a un entorno de rendimientos más estables pero sensibles al riesgo fiscal.

 

Divisas

Durante la semana del 27 al 31 de octubre de 2025, el dólar estadounidense se fortaleció 0,8 %, reflejando el repunte del índice DXY tras el recorte de 25 pbs por parte de la Reserva Federal y los comentarios de su presidente, Jerome Powell, quien moderó las expectativas de nuevos recortes en diciembre. El mensaje del banco central fue interpretado como un intento por mantener flexibilidad, subrayando que el rumbo de la política dependerá de la evolución inflacionaria, lo que permitió al dólar consolidar su avance mensual más fuerte desde julio.

Entre las divisas desarrolladas, el euro (-0,8 %) se debilitó luego de que el BCE mantuviera su tasa sin cambios y adoptara un tono neutral, señalando que la política monetaria está “en buen lugar”. La libra esterlina (-1,2 %) cayó con fuerza ante un aumento del déficit proyectado en el Reino Unido previo al presupuesto de noviembre, mientras el franco suizo (+1,1 %) repuntó temporalmente antes de corregir al cierre de semana tras el discurso restrictivo de la Fed. El yen japonés (+0,7 %) mostró un avance moderado luego de las advertencias del Ministerio de Finanzas sobre la “volatilidad excesiva” del mercado cambiario, y el yuan chino (+0,1 %) se apreció marginalmente por un fixing más firme del Banco Popular de China y el renovado optimismo comercial entre Washington y Pekín.

Entre las monedas emergentes, el real brasileño (-0,2 %) se debilitó pese a los anuncios del ministro Fernando Haddad sobre control de gasto público, mientras el peso mexicano (+0,5 %) se benefició del atractivo de carry trade ante el diferencial de tasas con Estados Unidos. El peso chileno (+0,1 %) avanzó por el repunte del cobre, y el peso colombiano (0,0 %) cerró la semana sin variaciones, con una TRM estable en $3.852,00, luego de la decisión del Banco de la República de mantener su tasa de intervención en 9,25 %, en medio de un contexto de prudencia monetaria y persistente cautela fiscal.

El tono general del mercado se mantuvo bajo un equilibrio de fuerzas: el dólar continúa respaldado por la resiliencia de la economía estadounidense y el diferencial de tasas reales frente a sus pares, mientras los emergentes exhiben estabilidad relativa, sostenida por flujos de portafolio y expectativas de normalización monetaria en 2026.

Conclusión, el mercado cambiario global cerró octubre con un dólar fortalecido pero sin excesos, en un entorno de menor volatilidad y señales de convergencia monetaria. En América Latina, el peso colombiano se destacó por su estabilidad, consolidando el nivel de $3.852,00 como referencia técnica de corto plazo. Este comportamiento refleja la confianza en el balance externo del país, el flujo constante de remesas y la postura prudente del Banco de la República. Hacia el cierre del año, la tendencia dependerá de la trayectoria inflacionaria en Estados Unidos y de la capacidad de los bancos centrales regionales para sostener su credibilidad sin afectar el dinamismo económico.

 

Commodities

Durante la semana del 27 al 31 de octubre de 2025, los precios internacionales de las materias primas registraron un comportamiento mixto, condicionado por la incertidumbre en torno al comercio global y la expectativa sobre las próximas decisiones de producción de la OPEP+. El petróleo Brent retrocedió 1,3 % y cerró en USD 65,07 por barril, mientras que el WTI cayó 0,8 % hasta USD 60,98, en medio de un mercado que continúa ajustando posiciones antes de la reunión del cartel prevista para el domingo. El retroceso se dio a pesar del impulso inicial derivado del avance en un marco de acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, que había mejorado el sentimiento sobre la demanda global al inicio de la semana.

El mercado del crudo se mantuvo presionado por señales de mayor oferta global, la flexibilización parcial de sanciones estadounidenses al crudo ruso y el anuncio de que Rusia e India continuarán incrementando sus flujos bilaterales de energía. A ello se suma la expectativa de un aumento moderado de producción de 137.000 barriles diarios en diciembre por parte de la OPEP+, que refuerza el sesgo bajista de corto plazo. En contraste, la publicación de resultados de Exxon Mobil y Chevron, con récords de producción en Guyana y la Cuenca Pérmica, reflejó la solidez del sector pese a la volatilidad de precios.

En los metales preciosos, el oro cayó 2,7 % hasta USD 4.003 por onza, tras el tono restrictivo de la Fed y la apreciación del dólar, que encarecieron el metal para los compradores internacionales. No obstante, el oro acumula una ganancia superior al 50 % en lo corrido del año, respaldado por compras sostenidas de bancos centrales y flujos hacia ETF. La plata avanzó 0,1 % como cobertura ante la volatilidad global, mientras el cobre retrocedió 0,7 % luego de alcanzar un máximo histórico cercano a USD 11.000 por tonelada métrica en la Bolsa de Metales de Londres. La toma de utilidades y las señales de desaceleración manufacturera en China limitaron el impulso, pese a las disrupciones mineras y al estrechamiento de la oferta global.

En los productos agrícolas, los precios se mantuvieron al alza en el mercado de Chicago ante el anuncio de que China comprará 25 millones de toneladas de soja estadounidense anuales durante tres años. El trigo cerró a 525 centavos USD por bushel, el maíz a 420 centavos y la soja alcanzó 1.106 centavos, consolidando una semana positiva para el sector agrícola estadounidense.

A nivel local, el precio interno del café colombiano —referencia Federación Nacional de Cafeteros— se ubicó el 31 de octubre en $2.868.000 por carga de 125 kg de pergamino seco, frente a $2.875.000 del día anterior, registrando una leve disminución de $7.000 pesos. El precio externo del contrato C en Nueva York cerró en 392,05 US¢/lb, mientras que el valor de la pasilla se mantuvo en $10.000/kg. En general, la tendencia del café colombiano mostró ligera corrección a la baja, aunque continúa en niveles históricamente altos por la firmeza del dólar, los costos de flete y la demanda internacional de cafés suaves.

Conclusión, el mercado de commodities cierra octubre con presiones moderadas en energía y metales, en un entorno de estabilización de tasas y señales de sobreoferta en petróleo. La resiliencia del oro y la plata como refugio evidencia que el apetito por cobertura persiste ante la volatilidad geopolítica. En el frente agrícola, el café colombiano mantiene firmeza relativa, respaldado por su calidad y su papel en la canasta exportadora nacional, pese a la leve corrección semanal. De cara a noviembre, la atención se centrará en la reunión de la OPEP+ y en el comportamiento del dólar, factores que podrían redefinir la trayectoria de los precios internacionales de materias primas hacia el cierre de 2025.

 

La trampa de los ejes políticos: libertad o poder

Enrique Ariza

Durante más de un siglo, el debate político se ha movido entre los polos de “izquierda” y “derecha”, como si la vida económica y social pudiera organizarse dentro de una línea horizontal que mide grados de intervención o de mercado. Pero esa división, repetida hasta el cansancio por los medios, los partidos y las universidades, ha terminado por ocultar la verdadera discusión de fondo: la tensión entre libertad y autoritarismo.

Leonard Read, fundador de la Foundation for Economic Education y uno de los grandes divulgadores del pensamiento liberal clásico, advertía que tanto la izquierda como la derecha describen posiciones autoritarias, porque ambas buscan imponer desde el poder una visión única de lo que debe ser la sociedad. En otras palabras, la diferencia no está en el punto del eje, sino en el eje mismo: mientras el autoritarismo opera desde el control, la libertad surge del orden espontáneo que emerge cuando los individuos pueden actuar, producir y asociarse sin coerción.

En las democracias modernas, la confusión entre estos planos ha sido funcional al poder. Los gobiernos —de cualquier color ideológico— justifican su expansión en nombre de un bien superior: la igualdad, la seguridad, la patria o el progreso. Pero el resultado suele ser el mismo: más regulación, más gasto, más dependencia, y menos responsabilidad individual.

El lenguaje político, convertido en una gramática de subsidios y promesas, ha reemplazado la noción de libertad por la expectativa de tutela.

El verdadero liberalismo no se ubica en la derecha ni en la izquierda. Se sitúa fuera del eje, en un plano vertical donde la pregunta esencial no es quién gobierna, sino hasta dónde debe gobernar. Es la defensa de un principio ético, no de un programa económico: el respeto irrestricto por la persona y su propiedad, frente a cualquier forma de dominación.

En un país como Colombia, donde la política se disfraza de moral y la economía se convierte en botín, esta reflexión no es menor. Cada reforma, cada decreto, cada “política pública” debe evaluarse no por su retórica, sino por su grado de libertad. ¿Amplía o restringe la capacidad de elección de los ciudadanos? ¿Fomenta la responsabilidad individual o el clientelismo institucionalizado?

La historia demuestra que la libertad no necesita planificadores; el autoritarismo sí. El desafío no es definir cuánta “derecha” o “izquierda” necesitamos, sino cuánta libertad estamos dispuestos a defender frente a un Estado que se alimenta de su propio poder.

Como decía Read, “la libertad no tiene relación horizontal con el autoritarismo”. Entenderlo es el primer paso para no seguir confundiendo a los amos con los servidores.

 

Nota del Autor

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Enrique Ariza

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