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Resumen Ejecutivo
La semana estuvo marcada por una mayor estabilidad en los mercados internacionales, impulsada por un dato de inflación menor al esperado en Estados Unidos, que fortaleció las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal antes de finalizar el año. Este entorno favoreció la recuperación de los activos de riesgo, con los principales índices bursátiles en terreno positivo y una moderada apreciación de las monedas emergentes.
En Europa, los indicadores adelantados de actividad (PMI) mostraron resiliencia del sector servicios, lo que llevó a un leve aumento en los rendimientos soberanos y a un fortalecimiento del euro. En Asia, el repunte del petróleo y las expectativas de nuevos estímulos en China generaron un comportamiento mixto en las bolsas, mientras los mercados se preparan para el encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping, que podría marcar una nueva fase en las relaciones comerciales globales.
En Colombia, los analistas elevaron sus proyecciones de inflación y tasas de interés para el cierre de 2025, manteniendo estable el crecimiento en 2,6 % y ajustando a la baja las expectativas del dólar hacia COP 4.000. A nivel corporativo, Asofondos advirtió sobre los riesgos de limitar la inversión pensional en el exterior, mientras la CREG anunció nuevos incrementos en los precios de los combustibles. En los mercados financieros, el MSCI Colcap prolongó su tendencia alcista y la curva TES mostró valorizaciones generalizadas, reflejando mayor confianza institucional.
El petróleo repuntó cerca de 7 %, impulsado por sanciones de EE. UU. a las petroleras rusas, y el peso colombiano lideró las ganancias regionales ante la debilidad global del dólar. En conjunto, los mercados cerraron la semana con menor volatilidad, optimismo moderado y señales de recuperación de flujos hacia activos emergentes, en un entorno de política monetaria global más flexible y mayor cautela fiscal en el ámbito local.
Estados Unidos
La inflación anual de septiembre se situó en 3 %, por debajo del 3,1 % previsto por los analistas, aunque ligeramente superior al 2,9 % de agosto. La inflación subyacente, también en 3 %, reforzó las expectativas de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés en 25 puntos básicos durante su próxima reunión.
El dato se publicó pese al cierre parcial del Gobierno estadounidense, que permitió únicamente la divulgación del IPC para garantizar los ajustes del Seguro Social sobre el costo de vida.
En términos mensuales, el IPC general avanzó 0,3 %, impulsado por un repunte del 4,1 % en los precios de la gasolina, mientras que los alimentos subieron 0,2 %. Los precios de alojamiento —que representan un tercio del índice— aumentaron apenas 0,2 %, reflejando una moderación gradual de las presiones inflacionarias. Las lecturas de septiembre confirman que las presiones de costos se han estabilizado y que la Fed dispone de margen técnico para iniciar un ciclo de relajación monetaria más acelerado.
En el frente inmobiliario, las ventas de vivienda usada se estabilizaron en 4,06 millones de unidades, creciendo 1,5 % mensual, tras meses de contracción. La mejora responde a tres factores:
(i) menores costos hipotecarios —la tasa promedio a 30 años descendió a 6,37 %, su nivel más bajo del año—;(ii) corrección de precios desde el máximo de junio (US$ 432.700) hasta US$ 415.200; y
(iii) un mercado laboral aún sólido, con desempleo en 4,3 %, frente al promedio histórico de 5,7 %.
Aun así, el volumen de ventas permanece por debajo del promedio histórico de 5,2 millones, lo que sugiere que la recuperación del sector residencial aún requiere estímulos adicionales.
En los mercados financieros, la semana cerró con avances moderados: el S&P 500 subió 0,3 % y el Nasdaq Composite 0,6 %, apoyados por el repunte del sector tecnológico. Micron (+3,4 %), Oracle (+3 %) y TSMC (+1,4 %) lideraron las ganancias, mientras que Super Micro Computer cayó 6,7 % tras alertas sobre exceso de inventarios. El sector automotriz también se vio presionado por la quiebra de dos fabricantes medianos, con descensos promedio del 5 %. Los analistas de BCA Research destacaron la resiliencia de la banca estadounidense, cuyos resultados del tercer trimestre mostraron crecimiento estable de depósitos y baja morosidad, en contraste con el deterioro en la confianza del consumidor.
En el plano geopolítico, Washington mantuvo una agenda intensa. La Casa Blanca confirmó la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping para el 30 de octubre en Corea del Sur, en el marco de la cumbre de la APEC. Previamente, el viceprimer ministro chino He Lifeng y el secretario del Tesoro Scott Bessent reanudaron el diálogo bilateral en Kuala Lumpur, buscando reducir tensiones comerciales y evitar la expiración de la tregua arancelaria prevista para el 10 de noviembre.
Trump también anunció el cese de todas las negociaciones comerciales con Canadá, tras acusar al primer ministro Mark Carney de interferir en tribunales estadounidenses mediante una campaña publicitaria. La medida amenaza con reavivar la disputa en torno al acuerdo USMCA, pilar del comercio norteamericano.
Por último, Trump confirmó su intención de abordar con Xi los temas agrícolas y las importaciones de soja, mientras evaluará “bajo ciertas condiciones” la posibilidad de reducir aranceles a Brasil durante la cumbre asiática.
Conclusión, la economía estadounidense mantiene un equilibrio frágil pero favorable: la inflación cede sin señales de recesión, el consumo se sostiene por el gasto de los hogares de mayores ingresos, y la banca refleja solidez operativa. Sin embargo, la dependencia de una base estrecha de consumo, la volatilidad política y las tensiones comerciales reactivadas sugieren que el margen de estabilidad podría acortarse si las condiciones financieras globales se deterioran o la política exterior de Washington se radicaliza.
Europa
La actividad económica en la Eurozona mostró signos de mejora en octubre, con el PMI Compuesto en 52,2, su nivel más alto desde mayo de 2024. El impulso provino del sector servicios (52,6), mientras que la manufactura alcanzó 50,0, evidenciando un punto de inflexión tras más de un año en terreno contractivo. El crecimiento sigue siendo desigual: Alemania registró su mayor expansión en 29 meses, en contraste con Francia, que continúa en contracción. En el Reino Unido, el PMI Compuesto subió a 51,1, apoyado por una mejora en la confianza del consumidor y un repunte del 0,5 % en las ventas minoristas de septiembre, aunque persisten dificultades industriales, destacando una caída del 27 % en la producción de automóviles.
Economía de la Eurozona
El entorno inflacionario permanece cerca del objetivo del BCE: la inflación general se ubicó en 2,2 %, impulsada por la menor caída de los precios energéticos, mientras que la subyacente repuntó a 2,4 %, tras cuatro meses en 2,3 %. Los salarios comienzan a enfriarse —los negociados aumentan 4,0 % interanual, aunque el indicador del BCE sugiere una desaceleración hacia 1,8 % en 2026—, lo que confirma que las presiones de segunda ronda se están disipando.
El mercado laboral mantiene una tasa de desempleo de 6,3 %, y la tasa de ahorro de los hogares (15,4 % en el 2T) otorga cierto margen de resiliencia al consumo. El PMI compuesto de septiembre (51,2) y la moderación de la producción industrial (+1,1 % a/a) apuntan a un crecimiento modesto, pero sostenido, del PIB regional cercano al 0,1 % trimestral, con desempeño dispar entre las grandes economías: España sólida (+0,5 % t/t), Alemania apenas estable (+0,1 %), Francia e Italia estancadas (+0,1 %).
En los mercados financieros, el tono ha sido constructivo. El Stoxx 600 avanzó alrededor de 3 %, mientras las tasas soberanas retrocedieron: el bono alemán a 10 años cedió 10 p.b. y las primas de riesgo periféricas se comprimieron tras mejoras de calificación crediticia en España, Portugal e Italia. El euro se debilitó ligeramente (-1 % frente al dólar), reflejando expectativas de continuidad en el sesgo acomodaticio del BCE.
En los mensajes recientes, Christine Lagarde subrayó que la política monetaria se encuentra “en una buena posición”, aunque evitó declarar el final del ciclo de recortes. Philip Lane reiteró que las decisiones seguirán siendo “reunión a reunión”, mientras que Nagel (Bundesbank) advirtió contra la complacencia inflacionaria y Villeroy de Galhau (Banque de France) reconoció riesgos bajistas. El consenso apunta a que el BCE mantendrá el tipo de depósito en 2,00 %, considerado neutral, mientras continúa la reducción pasiva del balance mediante la no reinversión del APP y del PEPP.
España
El mercado laboral mostró señales mixtas. La tasa de paro del 3T se ubicó en 10,45 %, por encima del 10,1 % previsto, aunque el empleo total aumentó a 22,39 millones de ocupados. La tasa de actividad subió a 59,3 %, confirmando que la fortaleza del primer semestre empieza a moderarse. Las proyecciones apuntan a una tasa de paro en torno al 10,2 % a cierre de 2025 y 10,1 % en 2026.
La balanza comercial registró un déficit de 5.983 millones de euros en agosto, un aumento del 25,6 % interanual, ante la caída simultánea de exportaciones (-9,3 %) e importaciones (-4,0 %). En el ámbito de precios, la inflación repuntó al 3 %, con tensiones en alimentos y servicios, aunque se prevé un cierre del año cerca del 2,5 % y convergencia hacia el 2 % en 2026, según Funcas, BBVA Research y el FMI.
En los mercados, Repsol avanzó 3,4 % impulsada por la subida del petróleo, mientras Bankinter (-5 %) y Caixabank (-1,7 %) corrigieron tras resultados débiles.
Reino Unido
Los datos superaron las expectativas: la confianza del consumidor GfK mejoró a -17 (desde -20) y las ventas minoristas crecieron 1,5 % interanual, con un repunte del 2,3 % excluyendo combustibles. La inflación se mantuvo en 3,8 %, aún por encima del objetivo del Banco de Inglaterra (2 %), pero con tendencia a la baja.
El BoE mantendría su tasa de referencia en 4,0 % hasta 2026, cuando podría situarse cerca de 3,5 %, a la espera de consolidar la desinflación sin poner en riesgo la estabilidad laboral.
Política industrial y geoeconomía
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el plan “RESourceEU”, diseñado para garantizar el acceso a materias primas críticas ante las restricciones chinas sobre tierras raras y los aranceles estadounidenses. El programa busca diversificar proveedores hacia Canadá, Kazajistán, Ucrania, Uzbekistán y Chile, y reforzar la capacidad de reciclaje interno.
Von der Leyen advirtió que Europa no repetirá el error energético de 2022 y llamó a “usar su peso geoeconómico” para defender sus intereses frente a un entorno global crecientemente proteccionista.
Conclusión, la economía europea muestra una recuperación gradual pero frágil, sostenida por el sector servicios, la moderación inflacionaria y la mejora del crédito. Sin embargo, la heterogeneidad del crecimiento, la debilidad del comercio exterior y la vulnerabilidad energética y tecnológica frente a China y Estados Unidos siguen siendo los principales riesgos estructurales. El BCE gana margen para mantener una política monetaria estable, pero la región continúa dependiendo de una combinación de disciplina fiscal y coordinación industrial para preservar su competitividad en 2026.
Asia
China
La economía china mantiene un crecimiento sólido pero desequilibrado, en medio de una estrategia económica que busca reforzar la autosuficiencia tecnológica y estimular el consumo interno frente a las presiones externas y la desaceleración de la demanda.
El PIB del tercer trimestre creció 4,8 % interanual, por debajo del 5,2 % del trimestre anterior pero levemente por encima de lo esperado (4,7 %). En términos trimestrales, el avance fue del 1,1 %, mostrando que la industria sigue siendo el principal motor, aunque sobre una base cada vez más frágil. La producción industrial aumentó 6,5 % interanual, mientras que las ventas minoristas solo crecieron 3 %, evidenciando la brecha persistente entre oferta y demanda.
La inversión urbana cayó 0,5 % interanual, su primera contracción desde 2020, afectada por la crisis inmobiliaria y la sobrecapacidad manufacturera. En contraste, las exportaciones repuntaron 8,3 % interanual, impulsadas por mayores envíos hacia Asia emergente, África y la Unión Europea, compensando parcialmente la fuerte caída de los flujos hacia Estados Unidos (–27 % en septiembre).
El entorno de precios mostró una leve mejora, pero las presiones deflacionarias persisten: el IPC general descendió 0,3 %, mientras que el IPC subyacente subió a 1 %, su mayor nivel en 19 meses. Los precios al productor se contrajeron 2,3 %, en línea con la desaceleración industrial. Este escenario confirma que la demanda interna sigue débil pese a los esfuerzos fiscales y monetarios.
En el plano geopolítico, Pekín y Washington mantuvieron contactos de alto nivel en Malasia en vísperas del encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump, previsto para finales de mes en el marco del foro APEC. Aunque ambos gobiernos buscan evitar un “desacoplamiento duro”, las fricciones se mantienen: China amplió los controles sobre exportaciones de tierras raras y suspendió las importaciones de soja estadounidense, mientras EE. UU. amenaza con nuevos aranceles del 100 % a partir del 1 de noviembre. El arancel efectivo medio de EE. UU. sobre productos chinos se mantiene cerca del 40 %, un nivel históricamente alto.
El desafío estructural para China es recomponer su modelo de crecimiento sin recurrir a un nuevo ciclo de deuda, en un contexto de agotamiento fiscal, debilidad del consumo y crisis inmobiliaria prolongada. El 15.º Plan Quinquenal (2026-2030), cuyo borrador será discutido esta semana en el Cuarto Pleno, delineará la orientación estratégica hacia una economía más innovadora y menos dependiente de la inversión pública.
Japón
La inflación anual se aceleró a 2,9 % en septiembre, su nivel más alto en cuatro meses, impulsada por el alza en los precios de la energía y los alimentos. El IPC subyacente —que excluye alimentos y energía— se situó en 3,0 %, por encima del objetivo del Banco de Japón (BoJ).
El repunte se explica por el retiro parcial de subsidios energéticos y por el aumento de los precios del gas y la electricidad (3,2 % y 2,2 % respectivamente). Los alimentos elaborados subieron 7,6 %, con incrementos notables en productos básicos como el arroz (+49,2 %), el chocolate (+50,9 %) y los huevos (+15,2 %). El turismo interno y extranjero también presiona los precios de los servicios, con alzas del 5,8 % en alojamiento.
A pesar de la inflación, la actividad económica pierde impulso: el PMI Compuesto cayó a 50,9, su nivel más bajo desde marzo de 2024, con el sector servicios aún en expansión (52,4) pero la manufactura en contracción (48,3). El BoJ no anticipa nuevas alzas de tasas en su reunión del 30 de octubre, dado que el repunte inflacionario sigue vinculado a efectos temporales y no a un aumento sostenido de la demanda.
En el plano político, la nueva primera ministra Takaichi Sanae prepara un paquete económico de fin de año centrado en aliviar el impacto del costo de vida y equilibrar la expansión fiscal con la consolidación presupuestaria. Entre las medidas destacan subsidios adicionales a la energía, la eliminación del recargo al impuesto sobre la gasolina y propuestas para educación y alimentación escolar gratuita, reflejando un giro hacia una política más redistributiva en respuesta a un malestar social creciente por el aumento del costo de vida.
Según encuestas recientes, más del 80 % de los japoneses percibe la inflación alimentaria como una carga severa, priorizando el ahorro y reduciendo consumo en ocio y comidas fuera del hogar. Este patrón refuerza la idea de una inflación sin crecimiento, donde el poder adquisitivo se erosiona pese al pleno empleo.
Conclusión, Asia continúa siendo el epicentro de las tensiones comerciales globales, con China en un proceso de reajuste estructural y Japón enfrentando una inflación importada sin dinamismo interno. Mientras el gigante asiático busca estabilizar su economía sin recurrir a estímulos masivos, Tokio opta por una estrategia fiscal expansiva moderada. El escenario regional combina recomposición industrial, transición energética y vulnerabilidad externa, en un contexto donde los equilibrios entre crecimiento, inflación y estabilidad política se vuelven cada vez más frágiles.
México y Brasil
México
La economía mexicana mantiene una trayectoria de estabilidad con señales de moderación. La inflación se desaceleró a 3,63 % en la primera quincena de octubre, su nivel más bajo desde inicios del año y por debajo de las expectativas del consenso (3,70 %). La inflación subyacente también cedió hasta 4,24 %, apoyada por la apreciación del peso, la caída de los precios de materias primas y el endurecimiento de las condiciones financieras.
El componente no subyacente, impulsado por alimentos y energía, se moderó a 1,58 % anual, destacándose la deflación del 8,4 % en frutas y verduras, mientras los pecuarios aumentaron 8,3 %. El repunte puntual de tarifas eléctricas en varias ciudades generó un alza de 1,1 % en energéticos, pero no altera la tendencia general de enfriamiento inflacionario.
A nivel macroeconómico, la actividad económica cayó 0,9 % interanual en agosto, reflejando la desaceleración manufacturera y de exportaciones, aunque el consumo interno se mantiene resiliente, con ventas minoristas creciendo 2,4 %, impulsadas por el comercio electrónico y la expansión del crédito al consumo.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) mejoró su proyección de crecimiento para México en 2025 a 0,6 %, y para 2026 a 1,3 %, cifras aún por debajo del 1,0 % previsto por el FMI y del 0,8 % de la OCDE. La revisión refleja un mejor desempeño comercial y una economía estadounidense más sólida, aunque persiste la vulnerabilidad fiscal ante la concentración de ingresos petroleros y la elevada carga de subsidios energéticos.
El Banco de México mantendrá una postura monetaria prudente, con el tipo de referencia en 10,75 %, mientras confirma que la inflación converge gradualmente hacia su objetivo de 3 % en 2026, en un entorno de finanzas públicas tensas y elecciones presidenciales en 2026 que limitan el margen de estímulo fiscal.
Brasil
La economía brasileña entra en una fase de moderación controlada, con una inflación anual de 5,0 % en octubre, frente al 5,3 % de septiembre, y un PIB proyectado en 2,2 % para 2025. La caída de los precios de alimentos y bebidas (6,3 % interanual) y la estabilidad en vivienda y servicios han contribuido a suavizar las presiones de precios, aunque la inflación del transporte repuntó por mayores costos energéticos.
A pesar del descenso inflacionario, el Banco Central de Brasil mantiene una política monetaria restrictiva, con la tasa Selic en 15 %, el nivel más alto en casi dos décadas. Los analistas no prevén recortes inmediatos, dado que la inflación núcleo sigue por encima de la meta del 3 %, y el real brasileño enfrenta presiones cambiarias por la desaceleración de China y la fortaleza del dólar.
El mercado laboral continúa mostrando fortaleza histórica, con una tasa de desempleo de 5,6 %, la más baja desde 2014, respaldada por la expansión del empleo formal y la estabilidad salarial. Sin embargo, los indicadores de inversión privada reflejan una contracción del dinamismo empresarial, acentuada por el elevado costo del crédito y la incertidumbre tributaria.
En el frente externo, Brasil busca diversificar socios comerciales. Durante la visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a Indonesia, ambos gobiernos firmaron acuerdos en energía, minería, agricultura y tecnología, con el objetivo de ampliar el intercambio bilateral y avanzar hacia un acuerdo preferencial Mercosur–ASEAN antes de diciembre. Lula, además, participará como presidente de los BRICS en la cumbre de la ASEAN en Kuala Lumpur, en medio de tensiones comerciales con Estados Unidos, tras la imposición de aranceles del 50 % a productos brasileños.
En el ámbito corporativo, la consultora PwC informó que las fusiones y adquisiciones (M&A) en Brasil cayeron 9,5 % interanual en 2025, con 1.087 operaciones hasta septiembre, muy por debajo del récord de 2021 (1.659 acuerdos). Los compradores nacionales dominan el mercado (884 transacciones), mientras la participación extranjera se reduce. La elevada tasa Selic y el encarecimiento del crédito limitan la financiación de adquisiciones, aunque los analistas prevén una recuperación gradual en 2026 si la inflación converge y la política monetaria se flexibiliza.
Conclusión, las dos mayores economías de América Latina enfrentan una desaceleración ordenada y sin desequilibrios severos. México avanza hacia la estabilidad de precios con un consumo resiliente pero con riesgos de estancamiento en inversión y productividad. Brasil, por su parte, mantiene una política monetaria estricta para consolidar la desinflación, aunque a costa de menor crecimiento e inversión. En ambos casos, la sostenibilidad fiscal y la competitividad externa serán determinantes para preservar el impulso económico en 2026, en un entorno global de tasas altas, comercio fragmentado y reconfiguración geopolítica.
Colombia
La más reciente Encuesta de Opinión Financiera (EOF) de Fedesarrollo y la Bolsa de Valores de Colombia, publicada el 22 de octubre, muestra un ajuste en las expectativas del mercado: los analistas elevaron sus proyecciones de inflación y tasas de interés para el cierre de 2025, mantuvieron estable el crecimiento económico y redujeron ligeramente la proyección del tipo de cambio.
El mercado espera que la economía crezca 2,6 % en 2025 y 2,9 % en 2026, con una inflación anual de 5,28 %, aún fuera del rango meta del Banco de la República (2 %-4 %). La tasa de intervención se mantendría en 9,25 % hasta diciembre, reflejando un sesgo más restrictivo de la política monetaria. La expectativa de inflación a 12 meses se ubica en 4,42 %, lo que indica una convergencia gradual al objetivo del Emisor, mientras que el peso colombiano continúa mostrando solidez, con un dólar esperado en torno a $4.000 al cierre del año, frente a los $4.030 estimados en septiembre.
Sistema pensional y riesgos regulatorios
El debate sobre el ahorro pensional se intensificó tras la publicación del Proyecto de Decreto que busca restringir las inversiones de los fondos de pensiones en el exterior. Según Asofondos, la medida podría reducir las rentabilidades, concentrar riesgos en el mercado local y afectar las mesadas futuras de más de 19 millones de afiliados.
El gremio advirtió que el mercado colombiano no tiene la profundidad ni liquidez necesarias para absorber flujos de capital significativos sin alterar los precios de los activos, y que una rentabilidad más baja aumentaría el pasivo pensional del Estado. Entre agosto de 2022 y septiembre de 2025, los fondos registraron rentabilidades anuales entre 12 % y 17 %, generando $164 billones en beneficios para los afiliados, con una rentabilidad real promedio del 9,8 % anual en las dos últimas décadas —la más alta entre los países de la OCDE—.
Asofondos reiteró que cualquier ajuste debe realizarse dentro del marco de la Ley 2381 de 2024, que regula los fondos generacionales, y bajo el principio de “mejor interés del afiliado”.
Déficit creciente y señales de sobreconsumo
Según el DANE, las importaciones crecieron 5,7 % en agosto y totalizaron USD 5.850 millones, impulsadas por las manufacturas (+11,5 %), mientras las compras de combustibles cayeron 37,3 %. El déficit comercial del mes fue de USD 1.678 millones, un 27,9 % superior al de un año antes. En el acumulado enero–agosto, el déficit llegó a USD 10.633 millones, un aumento de 54 % frente a 2024.
El informe de J.P. Morgan confirmó esta tendencia y advirtió que el déficit externo “sigue ampliándose por un consumo doméstico robusto y exportaciones energéticas en declive”. Entre enero y agosto, las importaciones crecieron 10 %, mientras las exportaciones apenas aumentaron 0,6 %, con una caída del 19 % en volúmenes exportados, especialmente en petróleo y carbón. Las remesas, aunque crecieron 13,3 %, no compensan el desbalance. El banco proyecta un déficit de cuenta corriente más amplio hacia el cierre del año, en línea con el deterioro estructural de las cuentas fiscales.
Ecopetrol y tensión política en el sector energético
Las declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien afirmó que “Ecopetrol se está quebrando”, reactivaron la controversia sobre el manejo del sector energético y la transición hacia energías limpias. La advertencia coincidió con una carta pública de exministros y expresidentes de Ecopetrol, quienes pidieron a los entes de control impedir la venta de las operaciones en la cuenca del Permian (EE. UU.), consideradas “el activo más rentable de la compañía”.
Según los firmantes, esa operación representa 115.000 barriles diarios (15 % de la producción total), con un margen EBITDA del 76 %, y su venta implicaría la pérdida de 189 millones de barriles en reservas, equivalente al 10 % del total nacional. El grupo alertó sobre un posible detrimento patrimonial y una “extralimitación de funciones” si se concreta la transacción.
En paralelo, la discusión sobre la transición energética avanza sin consenso. Mientras el Gobierno insiste en no firmar nuevos contratos de exploración, los gremios y analistas piden un proceso gradual y realista para evitar choques en el empleo, la inversión y la estabilidad fiscal.
Mercado de pagos digitales y nueva retención tributaria
El Ministerio de Hacienda presentó un proyecto de decreto que aplicaría una retención en la fuente del 1,5 % a los pagos electrónicos realizados mediante Bre-B, Nequi, Daviplata y otras billeteras digitales, buscando equiparar el tratamiento con los pagos con tarjetas.
El sector financiero criticó la propuesta por considerarla incongruente con la inclusión financiera. Asobancaria, Davivienda y el Banco de Bogotá advirtieron que la medida frenaría la digitalización y estimularía el uso de efectivo, debilitando un sistema que apenas inicia su expansión. Según Javier Suárez, presidente de Davivienda, “la mejor herramienta tributaria es un sistema de pagos que fluya, no uno gravado”.
La propuesta se interpreta como parte del esfuerzo del Gobierno por incrementar el recaudo ante la difícil situación fiscal, pero ha sido recibida como una señal negativa para la innovación financiera.
Sector vivienda y crédito social
En el Congreso de Camacol, la presidenta del Fondo Nacional del Ahorro (FNA), Laura Roa, anunció un proyecto que permitirá financiar hasta el 100 % del valor de las viviendas de interés social (VIS) desde el primer trimestre de 2026. El objetivo es atender a familias que pueden pagar una cuota mensual pero no logran reunir la inicial.
La medida complementará los subsidios territoriales y líneas preferenciales, permitiendo pagos mensuales desde $500.000, menores al promedio de arriendo urbano. El FNA espera cerrar 2025 con más de $2 billones desembolsados en créditos hipotecarios y $1 billón aprobado para constructores, impulsando el acceso a vivienda formal en todo el país.
Competitividad territorial
El Índice de Competitividad de Ciudades 2025, elaborado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario, evidenció una reducción de las brechas regionales y una mejora en nueve de los trece pilares evaluados. Bogotá (7,47), Medellín (6,67) y Tunja (6,24) encabezan el ranking, mientras que Mitú, Puerto Carreño e Inírida ocupan los últimos lugares.
Treinta de las treinta y dos capitales mejoraron su puntaje frente a 2019, destacando Mitú (+3,3 % anual) y Montería (+2,2 %). El informe subraya avances en infraestructura, adopción tecnológica, educación y mercado laboral, aunque persisten rezagos en justicia, innovación y sostenibilidad ambiental.
Conclusión, Colombia enfrenta el cierre de 2025 con una economía estable en crecimiento moderado, pero con presiones estructurales en inflación, déficit externo y sostenibilidad fiscal. La política monetaria mantiene un tono restrictivo, mientras el debate sobre el ahorro pensional y la transición energética refleja tensiones entre sostenibilidad fiscal, rentabilidad y política.
La expansión del consumo interno, el repunte importador y los anuncios tributarios evidencian un Gobierno en búsqueda de ingresos sin un ancla fiscal clara. En contraste, iniciativas como el FNA y la mejora en la competitividad regional ofrecen señales positivas de inclusión y resiliencia institucional.
El reto de 2026 será sostener la confianza de los mercados y equilibrar las prioridades sociales con el orden macroeconómico, en un contexto de finanzas públicas estrechas y fragmentación política creciente.
Renta Variable
El mercado accionario colombiano extendió su impulso alcista, con el MSCI Colcap avanzando 1,08 % hasta los 1.945,79 puntos, acercándose al máximo histórico alcanzado en noviembre de 2010. El comportamiento positivo se apoyó en el mayor apetito por riesgo local y en flujos institucionales orientados hacia acciones de alta liquidez.
En el plano corporativo, Credicorp Capital, actuando en nombre de Sura Asset Management, acreditó la constitución de la garantía para realizar la Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre acciones ordinarias de Protección S.A.. Con la publicación del aviso de OPA, la Bolsa de Valores de Colombia activará la especie a partir del lunes 27 de octubre. En paralelo, Bancolombia reportó un incidente técnico en su centro de datos que afectó temporalmente la operación de canales electrónicos, sin impacto estructural sobre sus operaciones financieras.
Durante la semana, PF Aval fue la acción más negociada (COP 17.391 millones), seguida por Ecopetrol (COP 14.191 millones) y PF Cibest (COP 11.489 millones). En materia de desempeño, Nutresa (+4,76 %), PF Grupo Sura (+3,89 %) y Grupo Aval (+3,84 %) lideraron las ganancias, mientras que Mineros (-1,39 %) y Ecopetrol (-0,28 %) registraron las principales caídas. La dinámica confirma un mercado con mayor rotación sectorial y recuperación del interés en emisores vinculados a consumo y servicios financieros.
Mercados Internacionales
Los índices bursátiles globales cerraron al alza, impulsados por datos de inflación inferiores a las expectativas en Estados Unidos y una temporada de resultados empresariales mejor de lo previsto. En Wall Street, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite repuntaron, liderados por el sector financiero, donde JPMorgan, Wells Fargo y Citigroup subieron más de 2 %.
De las 143 compañías del S&P 500 que ya han reportado resultados del tercer trimestre, el crecimiento de utilidades fue revisado al alza a 10,4 %, desde 8,8 % estimado por LSEG, reforzando la confianza del mercado pese a las tensiones comerciales y la parálisis parcial del Gobierno Federal, que continúa introduciendo volatilidad en el sentimiento inversor.
En Europa, los principales índices bursátiles también avanzaron. El Euro Stoxx 50 ganó 0,5 %, el IBEX 35 0,02 %, el CAC 40 0,2 %, y el FTSE 100 0,6 %, impulsados por resultados positivos del sector financiero y de lujo. Entre los movimientos destacados se encuentran Volvo (+47,1 %), tras publicar beneficios muy superiores a lo esperado; Edenred (+25,5 %), que anunció una alianza estratégica con Visa; Intuitive Surgical (+22,5 %), respaldada por el fuerte crecimiento en cirugía robótica; y General Motors (+19,3 %), que mejoró sus proyecciones tras un impacto arancelario menor al estimado.
En contraste, BNP Paribas (-8,6 %) retrocedió por un litigio en EE. UU., mientras que Netflix (-8,7 %) cayó por costos extraordinarios asociados a un proceso fiscal en Brasil.
En Asia, los mercados presentaron un comportamiento mixto: el Nikkei 225 de Japón y el Hang Seng de Hong Kong avanzaron 0,7 % y 0,3 %, respectivamente, apoyados por expectativas de estabilización industrial en China, mientras que el Kospi surcoreano (-0,98 %) y el Nifty 50 indio (-0,4 %) retrocedieron por toma de utilidades previa al encuentro entre Donald Trump y Xi Jinping previsto para finales de mes en Corea del Sur.
Conclusión, la renta variable global cerró la semana con un sesgo positivo y mayor selectividad sectorial, reflejo de la expectativa de un ciclo de recortes coordinado entre bancos centrales y de resultados empresariales más sólidos de lo previsto. En Colombia, el repunte del Colcap ratifica la recuperación de la confianza institucional y el atractivo relativo de las acciones locales, aunque la liquidez sigue concentrada en pocos emisores y el contexto político continúa siendo un factor de cautela.
A nivel internacional, la combinación de buenos reportes corporativos y tensiones geopolíticas persistentes mantiene al mercado en una fase de consolidación, con un horizonte de volatilidad moderada y tendencia alcista hacia el cierre del año.
Renta Fija
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos cerraron la semana con variaciones marginales, tras revertir el repunte generado por el dato de inflación inferior al esperado. Los rendimientos a 10 años se estabilizaron cerca del 4,0 %, mientras la curva mantuvo una leve inclinación positiva. Los contratos OIS continúan descontando dos recortes de 25 pbs por parte de la Reserva Federal antes de finalizar el año, en un contexto de menor volatilidad y escasez de nuevos datos económicos debido al cierre parcial del Gobierno Federal. El mercado se prepara ahora para una intensa semana de subastas del Tesoro, con atención en la demanda institucional y en la dinámica de liquidez del sistema financiero.
En Europa, los bonos soberanos se debilitaron tras los PMI mejor de lo esperado, que reforzaron la percepción de resiliencia económica y llevaron las tasas a su nivel más alto en seis semanas. El Bund alemán a 10 años subió 5 pbs hasta 2,63 %, mientras los bonos franceses registraron un avance similar ante renovadas tensiones políticas internas. En la jornada del viernes, los rendimientos de la Eurozona aumentaron en promedio 2 pbs, con el Bono español a 10 años en 3,12 %, y el Treasury estadounidense cerrando en 4,00 %, confirmando un entorno de ajuste moderado y cautela inversora antes de las próximas reuniones de política monetaria.
En el mercado local, la curva TES COP registró valorizaciones generalizadas en todos los tramos, revirtiendo parcialmente las pérdidas acumuladas en semanas previas. Los rendimientos descendieron entre 0,5 y 15,2 pbs, con un mayor ajuste en los títulos TES 2046 y TES 2035, mientras que los TES 2028 se desalinearon levemente al alza (+1,7 pbs). El spread 2s10s se comprimió en 5,8 pbs, reflejando una recomposición hacia la parte media y larga de la curva.
Los TES UVR extendieron su tendencia positiva, con caídas de hasta 6,2 pbs en los plazos cortos (2027), impulsadas por la moderación inflacionaria y la mayor demanda institucional. En lo corrido de octubre, se evidencia un reacomodo significativo de portafolios: los bancos y las AFP realizaron ventas netas por COP 5,95 y 4,74 billones, respectivamente, mientras los inversionistas extranjeros redujeron posiciones por COP 4,49 billones, revirtiendo parcialmente las compras de septiembre asociadas a operaciones TRS en francos suizos. En contraste, las entidades públicas, incluido el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, absorbieron cerca de COP 10,3 billones, evidenciando un uso activo de recursos del Tesoro para sostener la demanda de deuda interna.
Adicionalmente, el Ministerio de Hacienda convocó a la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público para el 28 de octubre, con el objetivo de aprobar un concepto único que autorice la emisión de bonos externos por hasta EUR 5.000 millones, destinados a financiar o refinanciar apropiaciones presupuestales de las vigencias 2025 y 2026. La operación reforzará la posición de liquidez del Estado y permitirá optimizar el perfil de vencimientos externos en un entorno de costos de financiación global aún elevados.
Conclusión, el mercado de deuda cierra la semana en un tono equilibrado, con estabilidad en las tasas internacionales y valorizaciones locales derivadas de mayor demanda institucional. En Colombia, la convergencia de los TES hacia niveles más sostenibles refleja confianza gradual en la trayectoria inflacionaria, aunque persiste una estructura de tasas altas por la prudencia del Banco de la República y la incertidumbre fiscal.
A nivel global, la atención se centra en las próximas subastas del Tesoro estadounidense, las decisiones del BCE y la evolución del riesgo político en Europa, factores que definirán la dirección de los flujos hacia los mercados emergentes en el cierre del año.
Divisas
El dólar estadounidense se mantuvo estable alrededor de los 98,9 puntos en el índice DXY, luego de un retroceso inicial tras conocerse que la inflación de septiembre en Estados Unidos fue más débil de lo previsto. El dato reforzó las expectativas de nuevos recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, lo que confirmó la moderación de las presiones inflacionarias y dio margen al banco central para sostener un tono expansivo en su próxima reunión.
En los principales cruces, el euro avanzó ligeramente hasta 1,1625 dólares, impulsado por la mejora en los indicadores del sector servicios en la Eurozona y la estabilidad en los rendimientos del Bund. En contraste, la libra esterlina retrocedió marginalmente ante la creciente probabilidad de que el Banco de Inglaterra inicie su ciclo de recortes de tasas antes de finalizar el año, pese a la sorpresa positiva en las ventas minoristas.
El yen japonés cayó a mínimos de dos semanas, presionado por el repunte en los precios internacionales del petróleo y las expectativas de un nuevo paquete de estímulo fiscal bajo el gobierno de Sanae Takaichi, orientado a sostener el consumo interno y amortiguar los efectos del tipo de cambio sobre las importaciones energéticas.
En el frente regional, el peso colombiano lideró las ganancias entre las divisas latinoamericanas, al apreciarse 0,8 % hasta niveles cercanos a COP 3.858 por dólar, favorecido por el mayor apetito por riesgo global, el flujo de capitales hacia mercados emergentes y señales de distensión diplomática con Estados Unidos, tras los avances en las negociaciones arancelarias con la administración Trump.
El peso chileno extendió su racha alcista hacia máximos de cuatro meses, impulsado por la recuperación del cobre, mientras que el sol peruano también se fortaleció en un entorno externo más favorable. En conjunto, las monedas andinas se beneficiaron de la debilidad global del dólar y de la consolidación de un escenario de política monetaria más laxa en Estados Unidos, que continúa reduciendo las presiones sobre los flujos de capital hacia la región.
Conclusión, el mercado cambiario global cerró la semana con un sesgo de estabilidad moderadamente alcista para las monedas emergentes, reflejo del mayor optimismo frente a la inflación estadounidense y del tono acomodaticio de la Reserva Federal. El comportamiento del peso colombiano se destaca por su resiliencia y por el retorno de flujos externos hacia deuda y acciones locales, mientras que la tendencia global sugiere un rango de consolidación para el dólar en el corto plazo, con sesgo bajista hacia el cierre del año si se confirman los recortes previstos por la Fed.
Commodities
Petróleo
Los precios del petróleo repuntaron con fuerza cerca de 7 % en la semana, impulsados por las sanciones impuestas por Estados Unidos a las principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, medida que reavivó las preocupaciones sobre la oferta global y tensionó nuevamente los flujos comerciales hacia Asia y Europa.
La decisión de Washington, en respuesta al conflicto en Ucrania, busca restringir las exportaciones de crudo ruso y debilitar la base fiscal de Moscú, lo que llevó al mercado a entrar nuevamente en una estructura de backwardation —cuando los contratos a corto plazo se negocian a precios más altos que los de largo plazo— reflejando expectativas de escasez inmediata de suministro y una mayor demanda en el corto plazo.
El Brent cerró la semana en torno a USD 66 por barril, tras avanzar 5,5 % en la última sesión, mientras el WTI mantuvo un rendimiento similar. Si bien el efecto inmediato de las sanciones sobre las exportaciones rusas aún es incierto, los operadores anticipan mayor volatilidad en las próximas jornadas debido a las posibles represalias energéticas de Rusia y a las restricciones logísticas en Europa del Este.
En el plano geopolítico, la reanudación de las conversaciones entre Donald Trump y Xi Jinping ha contribuido a moderar las tensiones comerciales, favoreciendo el repunte de los activos de riesgo, entre ellos el petróleo, que podría mantener una tendencia alcista moderada mientras persista el riesgo de disrupción en la oferta global.
Metales
El oro cerró la semana con una corrección cercana al –4 %, hasta USD 4.060 por onza, rompiendo una racha de nueve semanas consecutivas de ganancias. La caída respondió a tomas de utilidad tras un rally superior al 25 % desde comienzos de septiembre, y a la reducción de la demanda por activos refugio tras la distensión comercial entre Estados Unidos y China.
Aun así, la cotización del metal precioso continúa respaldada por tasas reales negativas y por el riesgo geopolítico latente, por lo que los analistas esperan que el oro mantenga una zona de soporte relevante alrededor de USD 4.000 por onza en el corto plazo.
En los metales industriales, el cobre volvió a situarse en terreno positivo ante las expectativas de nuevas medidas de estímulo en China, destinadas a impulsar la inversión en infraestructura y manufactura. En la Bolsa de Metales de Londres, la tonelada de cobre para entrega a tres meses cerró en USD 10.854, consolidando su papel como termómetro del crecimiento industrial global.
Café
El precio externo del café colombiano cerró la semana en 403,00 centavos de dólar por libra en el contrato C de Nueva York, mientras el precio interno de referencia se situó en COP 2.974.000 por carga de 125 kg de pergamino seco, equivalente a un promedio de COP 10.000 por kilogramo.
El mercado cafetero local se mantiene estable, apoyado en la moderación del tipo de cambio y la recuperación gradual de los precios internacionales, aunque los exportadores advierten que las lluvias en el eje cafetero podrían afectar los volúmenes de recolección hacia finales de octubre.
Conclusión, el mercado de materias primas cerró la semana con un repunte generalizado en energía y metales básicos, reflejo de la mayor demanda global y de las tensiones geopolíticas crecientes. Las sanciones a Rusia reafirman el rol del petróleo como principal factor de presión inflacionaria, mientras el cobre se consolida como indicador adelantado de la actividad industrial china. En contraste, el oro modera su avance tras un prolongado rally, confirmando un desplazamiento temporal de flujos desde activos refugio hacia instrumentos de riesgo.
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