Cuando era niño soñaba con ser presidente de Colombia y que no hubiera más guerra ni hambre en mi país y que los niños pudiéramos jugar tranquilamente en todos lados, sin miedo a las minas y a los helicópteros, que solo los utilizaría para que todos los niños “pudieran dar una vuelta” y ver desde más cerquita al Dios del que tanto nos hablaba el padre en la misa cada domingo y desde más lejos el pueblo y la guerra que nos estaba viendo crecer, pero cuando entré al colegio me di cuenta que aunque todos sus profes tenían muy buenas intenciones no contaban con los recursos ni las herramientas necesarias, ni el nombre del colegio comenzaba con un pomposo “Gimnasio de yo no sé qué…” ni mucho menos contaba con los grandes recursos que cuentan los colegios de los ricos para brindarme una educación de alta calidad.
Finalizado el colegio y después de haber visto como la cruda guerra estallaba ante mis ojos, seguía con mi sueño de ser presidente de este país, en donde no se llevaran mis amigos para la guerra a la fuerza o porque morían de hambre ellos y sus familias, pero en la Universidad Pública me di cuenta que a los egresados de las Universidad Públicas no nos quieren en los gobiernos de los ricos aunque nuestras Universidades Públicas siempre estén de primeras en los “Ranking” nacionales, ejemplo de esto, es que para el año 2015 que se presentó ante el país el programa “Ser Pilo Paga” ninguno de los 18 Ministros que tenía el presidente Santos en su gabinete era egresado de una universidad pública, y el presidente Santos, pues es egresado de esas Universidades de los Estados Unidos en donde solo pueden ir a estudiar los hijos de los ricos, ricos que, en su mayoría se han hecho ricos a costa de nuestros impuestos o con algunas zonas francas que su papi en contubernio con algunos alcaldes le regalan a sus hijos, ¿o será con manillas? Bueno eso no importa, lo que sí es claro, es que son Universidades solo para ricos y que gracias a sus fabulosos e ingeniosos egresados, hoy las Universidades privadas llenan sus arcas con los recursos públicos.
Después de trabajar muchos años con muchas comunidades rotas completamente en su tejido social gracias a la corrupción o a la guerra; y de aspirar a la Asamblea Departamental y a la Cámara de Representantes de Antioquia, ya no quiero y me di cuenta que no puedo ser presidente de Colombia porque para solo postular mi nombre como candidato sería necesario por lo menos uno de los siguientes 5 requisitos y puedo demostrar con hechos y documentos que no cumplo ninguno:
1: Ninguno de mis abuelos fue presidente de este país, ni mis apellidos son Vargas
o Lleras o algo así, ni mucho menos he utilizado los recursos públicos para hacer
mis campañas.
2: Me gusta pensar por mí mismo, no tengo canas tinturadas y no puedo ser
marioneta o títere de nadie, mucho menos de alguien que sus hilos están untados
de sangre inocente.
3: No he estado con ninguno de los gobiernos de turno desde 1982 hasta el 2018,
ni mucho menos he sido vicepresidente del que enfrentó cargos por el proceso
8000, es decir no he financiado ninguna de mis campañas con dinero del
narcotráfico y después digo que fue a mis espaldas.
4: Nunca en mi vida he empuñado un fusil ni lo haré, ni mucho menos he votado en
el Congreso de la República por Ordoñez para que sea nuestro Procurador.
5: Nunca he sido ni alcalde de Medellín ni Gobernador de Antioquia.
Por lo tanto sé que no cumplo con ninguno de los requisitos para ser presidente de este país, pero si cumplo con los requisitos para seguir luchando por la Universidad Pública, Gratuita y de Calidad que soñamos en Colombia, si cumplo con los requisitos para seguir luchando en contra de la corrupción y de los malos gobiernos que venden nuestro país a los extranjeros y a los mismos de siempre, si cumplo con los requisitos para seguir construyendo paz desde nuestros territorios y que algún día, un niño pueda jugar en paz sin miedo a las minas, sin miedo a los helicópteros, pueda ingresar a un colegio y a una universidad pública, gratuita y de alta calidad, y sobre todo que no sueñe con ser presidente porque ya no habrá ni hambre ni guerra en Colombia.