Las urnas para definir alcaldes el año pasado, octubre 2019, estuvieron abiertas hasta las 4 de la tarde, cerrando la campaña electoral, esperada por muchos para poner fin a la expectativa de los propios ciudadanos.
36 millones de personas habilitadas para votar, tenían el poder de decidir a cuál candidato local, querían otorgarle las riendas de su municipio para que sea quien solucione los problemas habituales de: infraestructura física, vías para veredas, agua potable, planes básicos de saneamiento ambiental, mejoramiento de vivienda y adquisición para tantos por tener su casa propia, educación, deporte, cultura y emprendimiento para mejorar los ingresos de las familias que viven en el pueblo, de sus productos, que elaboran para el consumo local, la lista es tan larga como las propias necesidades de cada localidad.
Algunos alcaldes elegidos, hicieron fiestas, parrandas y comilona para agradecer a los muchos colaboradores de campaña, días después, reunidos los que van a estar con el alcalde, hacen el empalme, hay abrazos, hay reuniones, hay agendas entre los entrantes y salientes, en algunos pueblos, siguen los que manejan el fisco municipal, entonces no hay mucha preocupación para el empalme final, llamaríamos hay continuidad de cuentas en los bancos y préstamos a créditos corto y largo plazo. La misa acostumbrada, en algunos pueblos, fue antes del 31 de diciembre y otros hasta amanecidos por la pólvora del año nuevo, llegaron el 1 de enero del 2020, misa y luego la notaria.
En febrero del año del coronavirus, alcaldes y colaboradores de la nueva administración municipal, trataban en lo posible de mejorar el plan de desarrollo para ajustar los presupuestos para programas y proyectos, a la fecha no se imaginaban que a los días estarían en sus casas en virtualidad. Todo se descuadro en las agendas y visitas nuevamente a las veredas, parajes y corregimientos a socializar el plan desarrollo municipal.
En marzo del año del coronavirus, las caras de muchos alcaldes cambiaron totalmente, estaban algo sorprendidos, hay testimonio del alcalde del municipio de Andes Suroeste Antioqueño, relata: «si lo hubiera sabido, no me postulo» anexo.
Otros alcaldes siguieron en facebook divulgando sus gestiones, otros más osados, aprovecharon e hicieron compras extralimitando sus funciones y las obligaciones de sus más cercanos, hoy algunos están siendo judicializados por detrimento público, algunos funcionarios, están cuestionados por figurar como autorizados en compras y el que firmó sigue de alcalde. Reinado de alcaldes.
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