“La coyuntura nacional en torno a este proyecto de reforma lleva a distintas reflexiones que el mismo proyecto suscita: ¿qué formas de trabajo son las que predominan en Colombia y qué futuro tiene esta acción social en nuestro país?”
“En la vida del hombre ejemplar, el goce, en su forma más inmediata como goce sexual y, en general, como goce materia, ocupa solamente un reducido lugar. El trabajo, que el individuo realiza para sí y para los demás, ocurre en virtud de altas ideas que mantienen una relación muy débil con el placer, si es que algo tienen que ver con él”
– Horkheimer
Dentro de las reformas planteadas por el gobierno de Gustavo Petro la laboral y pensional han generado ampollas pues, junto a la de la salud, se piensa que con ello se instalará el muy temido socialismo del siglo XXI y, con ello, la pérdida de derechos que se han ido adquiriendo bajo un sistema de libre mercado en donde, también se sigue argumentando y suponiendo, los sujetos son libres de decidir la mejor opción. Como la palabra reforma indica, uno de sus objetivos principales es lograr un cambio en el mundo del trabajo pues en general tal mundo de libertades y realización de derechos no es como se piensa y defiende y en realidad el mundo del trabajo está formado en su complejidad por una gran cantidad de desigualdades del orden de lo estructural.
De acuerdo con la Exposición de motivos PL 367 de 2023C el objetivo concreto es que se puedan establecer relaciones justas entre trabajador y empleador, la garantía y realización efectiva de los derechos constitucionales de los trabajadores, la cada vez más fuerte contratación a término indefinido como regla general. y que el trabajo permita una vida digna bajo las distintas formas de trabajo que se establezcan y se han ido formando en las sociedades modernas capitalistas. El proyecto de reforma laboral, a diferencia de lo que se ha intentado establecer mediáticamente, no tiene ningún rasgo que ponga en riesgo el Estado social de derecho o, así la ministra del trabajo sea del Partido Comunista colombiano, se avizore un peligroso estado comunista o de izquierda radical como ha sido llamado. A esta idea del trabajo que orienta la reforma querré referirme en esta columna.
La mencionada Exposición de motivos es clara respecto a la idea de trabajo que guía a la misma y al proyecto de reforma presentado al finalizar el año pasado. Usualmente puede concebirse al trabajo como una actividad a través de la cual se obtiene un salario para la futura satisfacción de necesidades. Según esto, esta actividad para la cual todos en algún momento nos preparamos y buena parte de las sociedades modernas se han organizado conforme a su realización, tiene en su desarrollo un carácter económico lo suficientemente marcado que quizás justificaría el que realizar cambios en este mundo sea una afrenta a la economía. Sin embargo, como practica humana el trabajo, al cumplir con “la posibilidad de elegir una ocupación y desarrollarla, proporciona a las personas un sentido de propósito y realización. Además, brinda la oportunidad de desarrollar habilidades, aprender y crecer como individuos”. No hablamos únicamente de una realización individual; al mismo tiempo “desempeña un papel fundamental en la articulación de la vida social, pues a través de este se establecen redes de colaboración, se fomenta la solidaridad y se promueve la cohesión social”. En este sentido, el trabajo se configura como unas de las actividades fundamentales de una sociedad en desarrollo capitalista como Colombia; sin él no sería posible la reproducción social como tampoco el proyecto de realización individual propio de un modo de vida en donde se asume que el desarrollo individual es uno de los propósitos más importantes.
La coyuntura nacional en torno a este proyecto de reforma lleva a distintas reflexiones que el mismo proyecto suscita: ¿qué formas de trabajo son las que predominan en Colombia y qué futuro tiene esta acción social en nuestro país?; ¿qué situación del mundo del trabajo se pretende superar con la reforma? Si para mujeres y jóvenes hay una desventaja en el acceso al mundo laboral, ¿qué situación actual de este mundo se pretende superar y qué nos dice este proyecto sobre una visión más general de Colombia? La cantidad de preguntas que genera el mundo del trabajo no pueden ser respondidas a cabalidad en una columna de este tipo, pero centrarnos inicialmente en una ida general del trabajo permite comprender de mejor manera en torno a qué se están estableciendo los artículos a ser regulados.
La Exposición de motivos aludida permite una serie de posibilidades de reflexión que suscita la idea del trabajo. Un concepto amplio de este pareciera guiar el razonamiento; es decir, el trabajo pensado desde el gobierno de Petro pareciera ser un fenómeno social que implica la producción y reproducción social del mundo desde la creación de valores de uso y de cambio como también formas de solidaridad y de realización individual. Esto es, ni más ni menos, que el intento por construir una de las condiciones esenciales de la sociedad moderna: la sociedad del trabajo. Lo cual resulta más que, por lo menos, curioso en estos días de discusión sobre la tecnocracia, la ideología y el activismo, que la Exposición de motivos de la reforma puede verse sin mayores “vericuetos epistemológicos” desde la óptica de un liberal como John Locke quien, en su Tratado sobre el gobierno civil decía: “El trabajo, que es mío, poniendo esas cosas fuera del estado común donde estaban, las fijo y me las apropio”. Por supuesto, en esa idea de Locke se asumía una de las ideas propias de su época según la cual el ser humano podía “salir” del estado de naturaleza que lo asemejaba a los animales y al buen salvaje americano incapaz, en relación al hombre inglés del siglo XVII, de hacer un buen uso de la tierra y poder establecer mediante contrato un estado civil en el cual se puedan generar las condiciones para la libertad social y, en lo que nos compete, la libertad individual… recordando que tal marco de libertades desde el liberalismo no puede desligarse de un uso de la tierra que en la historia de Inglaterra se dio a través de la Enclosure Acts (Leyes de cercamiento de tierras) o de lo que el geógrafo David Harvey ha llamado apropiación por desposesión. El trabajo no es cualquier actividad en la que los seres humanos usamos nuestro cerebro y fuerza física para construir algo; es cierto que siempre hemos trabajado, pero no lo hemos hecho siempre ni de la misma manera ni para los mismos objetivos sociales, y tampoco habíamos, al parecer, tenido tanta idolatría por el trabajo como esfuerzo y sumisión ante una tarea.
Dentro de la concepción amplia del trabajo que la reforma laboral pretende defender nos enfrentamos entonces en el debate a pensar cómo es que distribuimos nuestro tiempo y cuáles serían los objetivos sociales que se deberían tener en mente al momento de discutir los derechos de los trabajadores en su relación con su mundo y sus empleadores. Sin embargo, al realizarse una reforma basándose en los dos elementos mencionados (producción social y realización individual) las contradicciones propias de un sistema capitalista se pondrían en marcha. Señalaré dos de estas que pueden surgir de la misma Exposición:
- La realización individual supeditada a la reproducción social. Si la misma Exposición de motivos habla de los efectos nocivos del trabajo en, por ejemplo, la salud de las personas (pp. 31-32), ¿no es una equivocación asumir de entrada y sin crítica la idea de la sociedad del trabajo para regular el mundo del trabajo en donde las mismas enfermedades continúan y podrían ser más angustiantes?
- ¿Qué tanto se puede pensar en la realización de los derechos sociales e individuales dentro del capitalismo?
Por último, y siguiendo en la consideración de estas contradicciones, parece más bien que la reforma laboral fuera una primera forma de organizar unas relaciones en el trabajo marcadas por diversas injusticias que dentro del panorama político y económico actual son parcialmente resueltas bajo formas sociales que a su vez traen consigo otra serie de desigualdades. En el movimiento social de contradicciones se realizan las disputas políticas y económicas, dentro y fuera del marco institucional, para lograr la garantía constitucional de los derechos laborales.
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