¿Qué congresista medianamente inteligente se atreve a proponer un Referendo encaminado a prohibir a las parejas de la comunidad LGBTI el derecho a adoptar, sosteniendo que el mismo sería la victoria contra la ideología de género? Viviane Morales, claro ejemplo de que se puede ser brillante y excesivamente torpe a la vez. No encontramos otro calificativo que aquel. Es absurdo que en pleno 2017 algunos sectores se nieguen a reconocer una realidad social representada por una minoría (LGBTI) que por mandato democrático no debería ser anulada en sus derechos y libertades individuales, como pretenden hacerlo.
En mi postura de Liberal, heterosexual, defensor de los derechos fundamentales y de la democracia, me opongo al maldiciente fanatismo religioso que solo ha servido para negarle, de manera descarada, a la comunidad LGBTI un derecho común en la población colombiana: Adoptar. El desconocimiento de los derechos constitucionales para este sector es abismal, generando rezagos y prejuicios inocuos en nuestra sociedad.
Deducir que la condición sexual de algunos sujetos determina la capacidad para educar bien o mal a un niño es igual de irracional como desconocer la innumerable cantidad de parejas heterosexuales que han educado engendros del mal. En la realidad, hemos comprobado la existencia de hijos de parejas homosexuales que son personas honorables y útiles para la comunidad debido a la crianza que recibieron en ese hogar de dos hombres ejemplares, sin importar la afinidad sexual. Es hora de erradicar la discriminación, el sectarismo y la estigmatización. La manera más efectiva para hacerlo es pronunciándose en contra de conductas como estas, las cuales se constituyen a través de nocivas formas retardatarias, encaminadas a polarizar vulgarmente a una sufrida nación, marcada por la desigualdad.
El único aspecto necesario para permitirle adoptar a las parejas del mismo sexo debe ser la idoneidad de los padres a través de los estudios pre-establecidos por el ICBF en cualquier proceso de adopción, pero jamás utilizar como pretexto la condición sexual. Me niego a comprender la insolidaridad de la senadora Viviane Morales con la comunidad LGBTI, pero sobretodo, con su hija, reconocida joven homosexual que como cualquier otra esperaría el reconocimiento pleno de los derechos que le asisten, pero que, injustificadamente le pretenden denegar. No hay nada más inequitativo que el Referendo propuesto por el amañado prejuicio de su “ponderada” madre. No debe ser fácil reconocer que su propia progenitora sea la autora de semejante disparate. ¡Me compadezco de ella!
Ahora bien, nos preguntamos: ¿Quién carajo son personajes como Viviane Morales y Alejandro Ordoñez para sostener que es inadecuado permitirle a las parejas del mismo sexo adoptar? ¿Será que es justo utilizar fanatismos católicos- que no han hecho sino generar más violencia- para negarle a un sector del conglomerado un derecho que les concierne? ¿Dónde queda la priorización de los derechos fundamentales, las garantías constitucionales y libertades individuales, en un Estado Social y Democrático de Derecho? Es inadmisible dicha proposición por donde quiera que se vea.
Además, no podemos olvidar que la financiación de ese odioso referendo; no cuesta casi nada, sino apenas la ‘irrisoria’ suma de $280.000 millones, que podrían ser utilizados en infinidad de ideas positivas, pero jamás para fomentar actos discriminatorios. La invitación, ante todo, es que defendamos la democracia y no pretendamos ocultar una realidad social, no sin antes, exhortar al Partido Liberal para que le retire el aval a una mujer que no representa los lineamientos ideológicos de dicha colectividad.