Recuento de Escritores de Nuestro Caribe

“La presente columna la hago con la intención de resaltar a varios escritores del Caribe colombiano, en este caso empezamos la serie con el Maestro Alfonso Hamburger.”


La presente columna la hago con la intención de resaltar a varios escritores del Caribe colombiano, en este caso empezamos la serie con el Maestro Alfonso Hamburger.

Escribir sobre el maestro Alfonso Hamburger, quien ha obtenido múltiples premios y reconocimientos culturales, no es fácil. Quizás la mejor descripción que puedo hacer de él está en su profunda sencillez, ya que no le agrada que se le diga maestro, aunque lo es. Solamente quienes son grandes maestros reniegan de dicho título, y  con humildad, no se quedan encerrados en claustros fríos académicos sino que se atreven a compartir su saber con ingenio.

Con lo anterior, radica la Historia Triple de la Costa: la unión de tres mundos en uno solo, volviéndose un universo del saber. Este término empezó a usarse por la obra del gran sociólogo del Caribe, Fals Borda, con Historia Doble de la Costa, desde la cual habló de esos dos mundos que no deberían estar separados: el primero le daba voz a las comunidades y  el segundo a través de la investigación académica analizaba con objetividad el contexto.

En la actualidad, el maestro Alfonso Hamburger le agrega a la Historia  Doble de la Costa  el nuevo mundo digital con sus crónicas, las cuales conectan inmediatamente con quienes lo leen, escuchan o ven. Mientras lo entrevisto, observo su mirada profunda, su barba corta de color blanco y su gesticulación correcta de las manos, que solo pueden tener aquellos buenos contadores de historias. Entre tanto, solo puedo pensar que estoy frente a un poeta exiliado, quien decidió a pesar de la dureza del conflicto armado en el Caribe colombiano atreverse a volver, y con ello, darle vida a nuestra cultura con cada historia, relato y reportaje.

Se vuelve en la mente de quienes vemos su contenido una creación constante de imágenes que se desenvuelven unas a otras en colores, recordándonos que somos un solo Caribe, tal como lo dice él, cuando expone de mi parte parafraseándolo en este texto “que existe una necesidad de reivindicación de nuestra música sabanera frente a la música vallenata”.

Le pedí que me dijera un sentimiento si pudiera cerrar los ojos y me mencionó la nostalgia. Aquello se refleja al hablar del maestro Manuel Huertas Vergara, a quien le hizo una obra para quienes deseemos conocerlo, llamada Manuel Huertas Vergara, entre rosas y sabanas. Un hombre sin tacha que se encuentra disponible en el Libro Total, eso refleja un profundo sentido de justicia de mantener vivas esas memorias para las nuevas generaciones.

Se ha adaptado el maestro Alfonso, pienso yo, en tanto  lo escucho explicando que ahora escribe desde el celular, pero que detesta el uso de la inteligencia artificial para escribir. Cuando esto sucede mido mis palabras porque siempre que le hablo le digo maestro y aunque no me lo expone aquello le molesta. Me dice que este joven escritor es un igual. Ahí radica su grandeza: en lograr ver en el otro un igual. Eso le ha permitido saber apreciar nuestros pueblos y culturas, volviéndose un fiel defensor del Caribe sabanero.

Él es el primer cronista digital del Caribe, uno que se refleja en una álgida crónica  que hizo, donde se convirtió a mi parecer en un poeta exiliado, aunque su exilio no radica en lo físico sino en lo que desea contar. Aquella crónica la publicó en Facebook de manera privada por temor, pero finalmente decidió hacerla pública participando en un importante concurso nacional. En un principio había sido dejada por fuera por los organizadores, pero una gran periodista al leerla decidió incluirla, finalmente aquella crónica salió ganadora.

Mientras me despido de él veo en mi mente una imagen profunda, la del apreciado Alfonso Hamburger con su sombrero vueltiao, caminando con sus pies descalzos sobre la arena, apreciando el horizonte. Aquella imagen se diluye en mi mente, escapa de allí, porque para él el arte lo salvó, salió del exilio, ahora encontrándose sentado con el culo metido en una silla como dice él y aconsejándonos sobre la necesidad de escribir y leer en físico, escribiendo como tantos otros maestros que tenemos y no apreciamos aún, contando historias, haciendo vivir nuestro Caribe, nuestra sabana.

Estas últimas líneas son para usted maestro y para su generación, quienes merecen dicho título. Perdón, se me olvidó escribirle quitando el “maestro” y dejando solamente el apreciado Alfonso ¿Cuál será su próxima crónica apreciado Alfonso dentro del universo de la Historia Triple de la Costa? ¿Qué otras historias nos contará sobre nuestra cultura y arte? Haciéndonos vibrar y recordándonos que así como usted me dijo el arte y su arte junto a aquellos maestros olvidados de nuestro Caribe de los que nunca se fueron le salvó la vida, nos salvó la vida maestro.

Julián Enrique Beltrán Méndez

Estudiante egresado de derecho y gestor cultural acreditado por el Ministerio de las Culturas, ha liderado proyectos sociales y culturales de gran impacto en Sucre. Fundador del laboratorio Crea Tu Historia y promotor del primer Comité de Cultura Política y Veeduría Juvenil en Ovejas, impulsó alianzas con Bellas Artes y ESAP, beneficiando a jóvenes con becas y formación en liderazgo. Escritor galardonado, coautor de Cartas al Olvido.

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