Algunos presentan a Rafael Nieto Loaiza (Bogotá Colombia, 1967) como un personaje cuyo mejor calificativo es el de “polémico” y “ultraderechista”. Abogado, empresario y político, Nieto Loaiza hizo sus estudios de básica primaria y media vocacional en el colegio Gimnasio Moderno; posteriormente, cursó y se graduó en Derecho de la Universidad Javeriana y ha llevado a cabo estudios en socioeconomía, Derecho Internacional Público, Derecho Constitucional, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, así como emprendido en materia de consultoría social, jurídica y en responsabilidad social empresarial, y ejercido cargos públicos como el de viceministro del Interior y de Justicia (2002-2004) durante el primer mandato de Álvaro Uribe Vélez.
La verdad, no sabría cómo etiquetarlo si es que corresponde tal cosa, pero, sin duda, el actual precandidato presidencial por el partido Centro Democrático es alguien que huye del discurso de lo políticamente correcto. “Soy un hombre que tiene el carácter, la templanza, el talante y el liderazgo para conducir un país tan difícil como Colombia”, afirmó para esta entrevista exclusiva para su casa, Al Poniente, que se llevó a cabo el pasado sábado 13 de noviembre durante su visita al Valle de Aburrá.
AP – ¿Quién es Rafael Nieto Loaiza y qué factor diferenciador posee respecto a los demás precandidatos presidenciales?
RAFAEL NIETO LOAIZA (RFN) – Soy un empresario que conoce muy bien las necesidades que tienen los ciudadanos para emprender y las dificultades que significa producir, ser competitivos y tener que pagar nómina cada quince días. Y que entiende por tanto la importancia de crear empleo como el mejor mecanismo y el más estructural para resolver los problemas de pobreza. Soy un abogado experto en temas de Derecho Internacional Público, Derecho Constitucional, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, y en ese ejercicio he podido constatar la urgente necesidad de hacer una profunda reforma al sistema de administración y justicia que garantice efectivamente la protección de los derechos de todos los ciudadanos, pues hoy la justicia es lenta, politizada, llena de incertidumbres, manipulable y frecuentemente corrupta. Soy también un experto en asuntos de Justicia y Seguridad y he sido consultor en esas materias de distintos organismos internacionales y coordinado procesos de reforma a la justicia y de reforma policial en América Latina, y en esa calidad tengo el conocimiento a fondo de las necesidades del sector Defensa y Seguridad y de la importancia de asegurarle Autoridad y Orden a todos los ciudadanos para permitir una convivencia tranquila: para que haya convivencia civilizada. Además, he recorrido el país desde Leticia y Puerto Nariño (Amazonas) hasta Puerto Bolívar y el Cabo de la Vela (la Guajira), desde Puerto Carreño (Vichada) hasta Tumaco (Nariño) y desde el archipiélago de San Andrés hasta Guainía, y en ese ejercicio de reconocimiento del país profundo he hablado con los ciudadanos e identificado con claridad cuáles son sus expectativas, sus intereses y sus necesidades trabajando con ellos en soluciones concretas. No soy un hombre tibio, mucho menos un hombre gris; soy un hombre que tiene el carácter, la templanza, el talante y el liderazgo para conducir un país tan difícil como Colombia; a pesar de que tengo también un temperamento muy fuerte, soy un demócrata, un dialogante y alguien capaz de construir consensos, lo cual creo es también lo que necesitamos.
“¡Colombia no se puede gobernar desde Bogotá! Colombia exige ir a las regiones e identificar con sus habitantes sus problemas, sus necesidades y sus expectativas y las soluciones para todo esto.”
AP – Sobre lo que estaba hablando ¿Cómo han sido sus recorridos a lugares recónditos de Colombia, por ejemplo, los campos donde se siembra coca?
RFN – Colombia es un país de regiones, Cristian, muy distintas las unas a las otras; nada tiene que ver un poblador de Tumaco con un indígena wayúu de La Guajira, un llanero con un chocoano, un sanandresano con un paisa, o alguien del Amazonas con un santandereano ¡somos realmente muy distintos! diferimos racialmente, en la manera cómo hablamos, la música que oímos, lo que comemos y, por supuesto, nuestras necesidades y expectativas. Sin duda tenemos problemas nacionales, pero muchos de los problemas que tienen que resolverse son regionales y locales ¡Colombia no se puede gobernar desde Bogotá! Colombia exige ir a las regiones e identificar con sus habitantes sus problemas, sus necesidades y sus expectativas y las soluciones para todo esto. Ese es el esfuerzo que yo he hecho yendo, incluso, a donde nadie va porque en estos sitios hay muy pocos votos, pero teniendo en cuenta que todo ello responde, primero, a un país que es integral y segundo porque ahí se reflejan las grandes dificultades que tiene Colombia; los sitios en mención son, probablemente, los lugares más abandonados, más alejados, más olvidados y que están por fuera del radar de las preocupaciones del Gobierno Nacional y de los medios de comunicación. Tras tomar la decisión de ir a esos municipios tan aislados y lejos de las ciudades capitales y en dichas capitales de ir a los barrios marginales y no a las zonas rosa, me topé con ese viaje a los campos cocaleros; esto, precisamente, porque me parecía que hablar del narcotráfico desde una oficina en Bogotá era hacerlo con base en un conocimiento de escritorio lo cual era muy distinto al hecho de ir hasta el campo cocalero y desde ese campo cocalero plantear el problema y su solución ¿Difícil? Sí, pues hubo toda clase de observaciones que por razones de seguridad no fuera, sin embargo, yo consideré que era fundamental superar tales riesgos y hacerlo, trayendo consigo una experiencia muy enriquecedora, que implicó muchas horas de esfuerzo para poder llegar, pero que al final bien valió la pena ya que ahí hay unas propuestas para “torcerle el pescuezo” al narcotráfico que son, en definitiva, indispensables para poder salir de la espiral del conflicto armado y de violencia en nuestro país.
“[…] la democracia, la defensa de las libertades individuales y la economía de libre mercado (…) en Colombia (…) ¡hay que fortalecerlos y profundizarlos! por lo tanto hay que hacer el Estado más pequeño y disminuir su derroche todo lo que se pueda […]”
AP – Con base en todo lo que ha dicho ¿Qué corriente representa Rafael Nieto Loaiza? ¿Derecha Liberal? O, en cambio ¿constituye algún tipo de continuismo? ¿Podrá lograr ese tan anhelado deseo del cual echan mano la mayoría de los empresarios en Colombia de que el Estado se reduzca lo más posible dado que, según muchos creen, nuestra Constitución Política blinda de algún modo para que eso no pase o limita, incluso, a los mandatarios nacionales de hacer lo correcto? ¿Sí será posible en sus manos, o al menos se trazará una senda para que ello ocurra?
RFN – Yo soy un hombre que cree profundamente en la democracia clásica, en la defensa de las libertades individuales y en la economía de libre mercado como el mejor mecanismo para resolver los problemas de pobreza estructural en Colombia. Claramente, los modelos socialistas han fracasado sistemáticamente: fracasaron en la historia como lo muestra la caída de la Cortina de Hierro, como lo prueba la transformación de las economías china y vietnamita en economías de carácter capitalista y como lo reafirma el fracaso absoluto y actual ¡de hoy! de ese socialismo en Cuba o Venezuela ¡nunca en la historia esto ha resuelto algún problema! por el contrario, los ahonda. El socialista se preocupa tanto por los pobres que termina multiplicándolos, repartiendo miseria, ergo, la única forma para salir de esa miseria es por la otra vía, es decir, generando riqueza, algo que no lo hace el Estado ¡el Estado no hace nada para generarla! el Estado gasta la riqueza que los ciudadanos en el sector privado creamos y que le transferimos vía impuestos, salvo en algunos Estados contemporáneos que si lo hacen efectivamente, pero en general, y en especial en nuestras sociedades (América Latina), lo hace de manera muy inefectiva y, además, con muchísimos problemas de corrupción de por medio. La apuesta por lo tanto debe ser fortalecer el sector privado y facilitar las vías para el emprendimiento y las condiciones para generar empleo. En ese camino la educación de calidad es vital; le hemos dicho a los ciudadanos que la escalera social es la educación, pero acá es de tan de mala calidad que ni siquiera los licenciados universitarios cuentan con los conocimientos y las habilidades suficientes para desempeñarse competitivamente en los cargos que les compete o ser exitosos emprendiendo, con excepciones por supuesto, pero ello no borra el hecho que acabo de mencionar. Esto nos lleva de nuevo a lo primero que dije: la democracia, la defensa de las libertades individuales y la economía de libre mercado como el mejor mecanismo para resolver los problemas de pobreza estructural en Colombia, los cuales ¡hay que fortalecerlos y profundizarlos! por lo tanto hay que hacer el Estado más pequeño y disminuir su derroche todo lo que se pueda, que cada vez interfiera menos en el ámbito del ejercicio de las actividades de los particulares y que haga la tarea, eso sí, de facilitar las reglas de juego para que los emprendimientos y la competencia sana entre los individuos favorezcan la creación de riqueza y la generación de empleo. Evidentemente, el Estado en Colombia y en los países cercanos funciona al revés, son Estados que suelen ser hiper-reguladores, tienden a ensancharse sistemáticamente y están llenos de lo que llamo “grasa”, “sobras” y “adiposidad”, aparte de de ser muy inefectivos y profundamente corruptos. Si bien el gobierno de Duque opera mucho mejor que el de Santos, en lo básico hace más de lo mismo, por eso yo creo que corresponde cambiar la estrategia, le doy un ejemplo: aunque hizo bien creando el Programa de Ingreso Solidario durante la pandemia, identificó 3,2 millones de familias vulnerables en muy poco tiempo y estableció mecanismos de transferencias monetarias muy rápidamente también y desde luego alivió la situación en semejante crisis de esas familias que seguramente sin dicha ayuda se hubieran sumido en la miseria, su apuesta por hacer permanente el programa tal como lo expone el presupuesto nacional para el próximo año, lo que demuestra es la lógica equivocada de pensar que los problemas de pobreza se resuelven no sobre la base estructural del emprendimiento o del empleo, sino de la asistencia social ¡cuando lo cierto es que es al revés! lo que necesita Colombia es que cada vez existan menos ciudadanos dependientes de la red de asistencia social del Estado; cuando se amplia esta red se está reconociendo a su vez el fracaso del Estado en sacar a las personas de la pobreza, se está reconociendo simplemente que tienen que seguir necesitando de éste. El ejemplo que puse demuestra también que con la red de asistencia social del Estado pasa exactamente lo mismo que con los impuestos: se crean durante las emergencias suponiendo que son de carácter netamente temporal y, al final, siempre se convierten en permanentes, condición que llega a ser muy repetitiva. Por eso lo que yo estimo conveniente es redirigir ese camino, mi sugerencia es muy distinta; lo que debe hacer el Gobierno Nacional es re-focalizar el gasto público para la ejecución de proyectos que resuelvan necesidades básicas e insatisfechas de la población, dando además opciones para crear empleo y fomentar el sector privado. Esta es mi manera de resolver el problema, ya que el contexto actual no nos brinda otras opciones.
“Admito el liderazgo del expresidente, sería tonto no aprovecharlo, pero no por eso soy un soba chaqueta.”
AP – Voy con una pregunta que puede causar algo de resquemor ¿Cuál es su expectativa de un Centro Democrático que consolide liderazgos distintos al que ya tiene Álvaro Uribe Vélez, puesto que para una gran parte de la población él es el protagonista del partido, independiente de que ya existen otros liderazgos dentro del mismo? ¿Cómo puede al mismo tiempo Rafael Nieto Loaiza convertirse en ese liderazgo distinto en el partido sin tener que lidiar con ese estigma de “fue el que dijo Uribe” en una eventual llegada al poder y dado que no solo ocurre en el ejecutivo?
RFN – Álvaro Uribe Vélez es sin duda la figura política predominante en Colombia en los últimos veinte años y sin duda también uno de los grandes políticos en el último siglo; negarlo sería tonto y además contrario a la realidad.
Yo no soy un político de oficio, tampoco un político tradicional, ya que la mayor parte de mi vida he vivido como empresario, abogado y consultor internacional; como ya lo dije no soy alguien gris ni tibio, tengo mi carácter, y así como algunas oportunidades he seguido al expresidente Uribe, otras no y lo he manifestado públicamente verbal o por escrito, sustentando las razones de mi desacuerdo. Admito el liderazgo del expresidente, sería tonto no aprovecharlo, pero no por eso soy un soba chaqueta; tengo mi propia manera de entender el Estado y la sociedad que a veces coincide con este y a veces no. El ejemplo más reciente de ello fue cuando el expresidente Uribe propuso una amnistía general, algo que yo consideré inconveniente y expliqué el porqué. Otro ejemplo: el expresidente propuso y consiguió reducir la jornada laboral, lo cual consideré insano en el propósito de crear más empleo, puesto que lo encarece. Es evidente que yo no le tengo que “mostrar los dientes” (sonreírle a todo lo que diga) al expresidente Uribe, simplemente lo que corresponde hacer es un ejercicio de plantear con claridad cuáles son las ideas propias y las maneras de alcanzarlo.
AP – Vamos a hacer una serie de preguntas cortas a las que usted responderá SÍ o NO o dará la respuesta más concreta posible a la pregunta planteada. También se puede abstener de responder ¿De acuerdo?
RFN – De acuerdo.
AP – Reforma a la justicia ¿Sí o No?
RFN – Sí.
AP – Reforma constitucional ¿Sí o No?
RFN – Esa pregunta está formulada de manera ambigua y voy a contestar por qué: una reforma a la justicia requiere de una reforma constitucional.
AP – Aborto legal ¿Sí o No?
RFN – No.
AP – Legalización de drogas ¿Sí o No?
RFN – No.
AP – Casamiento entre personas del mismo sexo ¿Sí o No?
RFN – Hoy existen todos los derechos para las parejas del mismo sexo ¡ese es el punto!
AP – ¿Eso incluye la adopción homoparental?
RFN – No. Me parece que ese es un tema que debe ser estudiado más a fondo.
AP – Eutanasia legal ¿Sí o No?
RFN – No.
AP – A favor de Uber y otras plataformas similares ¿Sí o No?
RFN – Sí.
AP – Separación entre educación y Estado ¿Sí o No?
RFN – Sí.
AP – ¿Dios y patria? O ¿Dios o patria?
RFN – Dios y patria.
AP – ¿Libre mercado o proteccionismo?
RFN – Libre mercado.
AP – ¿Equipo de fútbol favorito?
RFN – Millonarios FC.
AP – ¿Canción favorita?
RFN – ¡No tengo! (Risas) Pasa que yo soy un melómano total ¡Me encanta todo! Me gusta la música clásica, me gusta el jazz, me gusta el tango, me gustan las rancheras, me gustan los boleros, me gusta la salsa de antaño, entre otros géneros, por ende, no puedo tener una canción favorita… me quedé pensando… sencillamente no tengo.
AP – ¿Derecha o izquierda?
RFN – Derecha.
AP – ¿Defíname izquierda en una sola palabra?
RFN – La que uso pa’ patear el balón de fútbol.
“Conozco las necesidades de los ciudadanos ¡sé en dónde les duelen los zapatos!”
AP – Esta es la última pregunta: en el evento tal de que resulte ser el candidato elegido por el Centro Democrático y que representaría lo que conocemos como derecha en Colombia ¿por qué los colombianos debemos votar por usted?
RFN – Porque tengo un pasado intachable, no tengo esqueletos en el clóset ni rabo de paja y puedo comprometerme a fondo en crear un plan y un consenso. Porque conozco las necesidades de los ciudadanos ¡sé en dónde les duelen los zapatos! Tengo la capacidad de hallar medidas efectivas para sus problemas y necesidades. Porque he recorrido el país de norte a sur y de oriente a occidente, llegando a los lugares más inaccesibles y los más escondidos; sé cuáles son sus expectativas y la importancia de encontrar soluciones a los problemas regiones y locales y, por lo tanto, de favorecer la descentralización ¡Porque me cabe el país en la cabeza! Soy un hombre juicioso y estudioso ¡Yo no echo carreta! Planteo soluciones concretas basadas en análisis, en datos, en hechos y en cifras. Porque, reitero: no soy un hombre ni tibio ni gris y que tiene el carácter, la templanza, y el talante y el liderazgo para conducir nuestro país. Porque estoy comprometido a construir una Colombia más justa, más segura y más próspera para todos con un modelo de capitalismo popular que permita crear nuevos emprendimientos, generar más empleos y lograr cambios de forma (estructurales) tan necesarios e importantes en estos nuevos tiempos.
AP – Muchas gracias por su tiempo.
RFN – Gracias a usted. Es un placer hablar con mi casa Al Poniente ¡Saludos para todo el equipo!
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