Quintero, el aborrecido

José María Dávila Román

“Quintero está siendo aborrecido por la mayoría de los ciudadanos de Medellín. Se lo ha ganado a pulso. Las urnas lo dirán. La horrible noche está cesando”

Ya cerraron oficialmente las campañas políticas para las próximas elecciones regionales (alcaldías, concejos, gobernaciones y asambleas) que se realizarán el domingo 29 de octubre. Ningún candidato podrá hacer más campaña. Lo que fue, fue.

Según los resultados de las últimas encuestas, los alcaldes de las 4 principales ciudades de Colombia serán: Carlos Fernando Galán para Bogotá, ganando en primera y segunda vuelta frente a Gustavo Bolívar; Federico Gutiérrez para Medellín quien ganaría holgadamente a Juan Carlos Upegui, candidato de Quintero Calle; Alejandro Eder para Cali, quien vencería al eterno candidato Roberto “Chontico” Ortiz; finalmente Barranquilla seguiría con el mandato de los Char, bajo la nueva administración de Alejandro.

En el caso de gobernación de Antioquia, la situación pinta más apretada. En las encuestas casi siempre puntea el exgobernador Luis Pérez, pero sin tanta holgura frente al que pinta ser su principal contendor Andrés Julián Rendón, ex alcalde de Rionegro y ex secretario de Gobierno de Antioquia bajo el gobierno de Luis Alfredo Ramos.

La mayoría de los votos para Antioquia se dan en Medellín y su área metropolitana. El departamento tiene poco más de 6 millones de habitantes y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá cuenta con una población de 3.7 millones. Ese dato es importante teniendo en cuenta que Luis Pérez perdió las dos últimas elecciones a las que se postuló como alcalde de Medellín. En este momento, la persona más fuerte en la capital de Antioquia, teniendo en cuenta sus votos en las pasadas elecciones presidenciales es Federico Gutiérrez, quien públicamente anunció su apoyo a Andrés Julián Rendón, quien es además el candidato oficial del Centro Democrático.

Por su parte, Luis Pérez cuenta como ventaja haber ya sido gobernador y terminar su gobierno con una popularidad de más del 70% según Gallup (ver).

Volviendo a Medellín, no recuerdo desde que hay elecciones populares a alcaldías, sentir un ambiente político tan tenso, incluso agresivo entre candidatos y simpatizantes. Pasamos de tener debates de ideas rebatidas con respeto, a un ambiente de “machos de colegio” al estilo de “a la salida nos vemos”. Inquieta esa actitud de quienes aspiran a gobernar la segunda ciudad más importante de Colombia.

Ese ambiente caldeado lo ha generado el ya ex alcalde de Medellín Daniel Quintero quien se dedicó en sus menos de cuatro años de gobierno a cazar peleas con todo el mundo. Ese legado se lo dejó a sus cercanos y quienes aspiran a sucederlo: Upegui y Corredor, este último además fue noticia porque sus seguidores se fueron a golpes con varias personas en un mall de Medellín (ver), y por señalar de bobo a Upegui, que, hasta hace unos días, era su coequipero en la administración de Quintero Calle. “En Medellín votan por quienes defienden y hacen respetar a las mujeres, votan por quienes no se dejan amedrentar, pero por un BOBO no votan! (sic)” fue lo que le dijo (ver).

Uno recoge lo que siembra. Quintero ha sembrado odio, desde su salida de la Alcaldía de Medellín se ha dedicado a recorrer varias ciudades del país para promover a sus candidatos de su partido Independientes. A donde ha ido lo han chiflado: Medellín, Cartagena, Montería.

Quintero no entiende de ética, hace montajes para hacerse la víctima, como el del supuesto atropello con siete días de incapacidad que no fue; y el de supuestos “uribistas” que lo agreden, le tiran agua o cerveza para así pretender lograr esa simpatía que ya no encuentra en la ciudadanía. Quintero sabe de montajes, no en vano, fue el primero que salió a denunciar el montaje de Catalina Ortiz, su contradictora política en Cali, campaña que al perecer infiltró.

Parafraseando a Ostin, el valiente usuario de las ciclovías de Cali (ver), Quintero está siendo aborrecido por la mayoría de los ciudadanos de Medellín. Se lo ha ganado a pulso. Las urnas lo dirán. La horrible noche está cesando.


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José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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