Quinceañera impuesta

El día jueves 4 de febrero ocurrió un acontecimiento en Washington, digno de Estrato 1000; en la Casa Blanca se reunieron los Presidentes Santos de Colombia y Obama de EEUU, con sus cortes de periodistas (los de aquí fueron llevados en comitiva presidencial, como quien dice, aduladores a la lata), hubo licor y corrillos sociales (¿se estaría hablando de la genialidad de Mintransporte sobre el software para determinar el impuesto de rodamiento?). Todos estaban bien vestidos con la mejor dominguera, de repente salen los presidentes a una rueda de prensa, y anuncian algo llamado Paz Colombia. ¿De dónde viene este proyecto? Es una historia larga, que tiene cosas buenas, pero que sin lugar a dudas le ha traido al país un mundo de problemas, a nivel ambiental, social y sostenible; el famoso e ingrato Plan Colombia, que llegó a sus 15 años en medio de la polémica y la imposición, porque EEUU quiere que Colombia libre la guerra contra el narcotráfico, mientras que el consumo de drogas sintéticas aumenta elípticamente en tierras gringas.

¿Cómo surgió el Plan Colombia? Luego de que el país soportase el período del elefante de Samper (el Bojote), con dos descertificaciones durante 1996 y 1997 en la lucha contra las drogas por parte de la Administración Clinton (el exmejor amiguis de Monica Lewinsky) así como las intromisiones del embajador norteamericano en Colombia, de ese entonces, Myles Frechette, había tornado la situación muy desagradable, sumando el hecho cierto y verídico sobre la ayuda financiera del Cartel de Cali a la campaña presidencial del presidente en ese tiempo. Fernando Botero Zea y Santiago Medina revelaban todos los detalles de las cajitas de regalo que llegaban a las sedes de dicha campaña, así como el papel de la Monita Retrechera; Samper y Serpa se defendían como gatos patas arriba, con la ayudita de Heyne Sorge Mogollón, representante a la Cámara y supuesto investigador de la comisión de absoluciones, perdón, acusaciones, del ente burocrático, pero llegó 1998 y la historia comenzó a dar un giro.

El 7 de agosto subió Andrés Pastrana Arango a la presidencia, y las cosas en apariencia comenzaron a cambiar. Se dio inicio a la Zona de Despeje (una de las mayores despensas del narcotráfico para las Farc, en cabeza de Tirofijo y el Mono Jojoy), pero el tono del gobierno gringo empezó a suavizarse con el siguiente hecho: la Visita de Estado por parte de Andresito a Bill, y después, el diseño e implementación del nefasto Plan Colombia. Pero la violencia seguía reinando en el país, ya que las farc desde el elefante habían diseñado un plan para las grandes tomas, los peores atentandos terroristas que el país ha soportado y sus reales ansias de tomarse a las malas el poder. Ah, sumando que dicho plan no tuvo en cuenta al ELN, AUC y Bacrim, que también comenzaron a expandirse y que aún hoy en día, siguen haciendo de las suyas, con el microtráfico y la colaboración de los carteles mexicanos y venezolanos de las drogas; el país sigue siendo uno de los mayores productores de cocaína en el mundo, lo que demuestra su fracaso porque solo trabaja en su componente militar, pero abandonó a su suerte el componente social.

Siguió la supuesta seguridad democrática, donde las Farc tuvieron algunos golpes, pero sin destruir su estructura principal, pero donde se intensificaron los daños ambientales, ya que se duplicaron las fumigaciones aéreas con el peligroso químico llamado glifosato, mientras que en EEUU llegaba George W. Bush, los atentados a las torres gemelas y la guerra contra el terrorismo, que también trajo su sangre y lágrimas derramadas. Lo más triste, es que parte de la logística del Plan Colombia se utilizaron para los miserables falsos positivos, de lo cual, ciertos miembros del partido de las carnitas y huesitos se ufanan con un inaceptable cinismo. Las cosas se pusieron malucas durante la primera presidencia de Obama, con el congelamiento del TLC en el Capitolio en Washington DC, los gritos iracundos de Uribe calificando de terroristas a todo el mundo, a diestra y siniestra, y comprobándose que sus dos gobiernos fueron una vergoña de corrupción para el país.

La llegada de la prosperidad ha traido un cambio del tono del asunto; se ha dado inicio al debate de la legalización de los narcocultivos y las drogas para darle un nuevo aire a la guerra contra el narcotráfico, así como la eliminación de las aspersiones aéreas con glifosato, pero aún son insuficientes los trabajos hechos y por ende, se deben hacer más esfuerzos para parar este desangre absurdo, donde Colombia ha puesto el 99% de los muertos. Volviendo al Paz Colombia, se puede leer: «Si fuimos socios en la guerra, seremos socios en la paz» (Barack Obama, Publimetro). ¿Se cumplirá? Dudoso.

PD1: ¿Qué ha pasado con la delimitación de los páramos?

PD2: Con la reforma tributaria que será estudiada por el congreso el semestre siguiente, ¿vendrán los racionamientos de agua y energía? Parece que si.