¿Tal vez recuerden ustedes cuándo en la pasada campaña presidencial el eslabón perdido -con voz trémula- vociferó: “Uribe mentiroso, Uribe mentiroso, Uribe mentiroso”?
Pues bien, a raíz del 20 de Julio el doctor Uribe Vélez invitó a que «Ojalá mañana hagamos un plantón con la bandera de Colombia enlutecida, con la cintica negra del luto».
A esa invitación ripostó la viperina lengua del doctor César Gaviria -el eslabón perdido-: “Pedirles a los colombianos izar la bandera negra es de fascistas”, según lo recogió El Colombiano.
¿Quién entonces el mentiroso, si del mero cotejo de los textos rebota a la vista la verdad verdadera?
Qué buen oficio le encontraron al doctor Gaviria. Todo el que anda en problemas -presuntos o reales- lo contrata para “gaminear”, o también de espanta pájaros, algo indigno de un expresidente. Pero también es cierto que a él no se le conoce una tan sola idea fundamental que lo titule de estadista. Se ha ido por la vida de recocha e inútil resultaría pedirle peras al olmo.
El doctor Gaviria encabeza la modesta jauría de gozques desatada por el presidente Santos en contra del doctor Uribe, en momentos en que los amigos de la paz sin impunidad y sin curules estamos reunidos como en plaza fuerte inexpugnable para dar la batalla por Colombia.
Que -el eslabón perdido- no se las venga a dar otra vez de gracioso, porque la Nación no está para majaderías en el momento cenital que atraviesa. En la región paisa llamamos “chinche” a todo aquel que se comporta de la manera baja del doctor Gaviria.
Tiro al aire: dándole de su propio jarabe: ¡Gaviria Mentiroso, Gaviria mentiroso, Gaviria mentiroso!